CAPÍTULO VEINTITRÉS

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Harry

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Harry.

No sé cómo llegué aquí, pero aquí estoy, ella me odia. Pero tengo que hacerlo, tengo que  ver a mi hermana. Según mi mejor amigo, ella está viviendo en un departamento cerca de su universidad. Me encuentro en este tercer piso de este edificio lujoso, estoy al frente de la puerta ochenta y seis, llegó la hora de hablar con mi princesa, tocó la puerta y se demora en abrir, sé que está en casa por qué Andrews sabe todos sus movimientos y me dijo que está hoy en casa.

La puerta de esta se abre y de ella se asoma una Marle con sueño, tiene su pijama de color rosada puesta, un shorts rosado pequeño y una blusa de tira rosada, cuando me ve su mirada dice muchas cosas.

—No te esperaba. Pero como se que no me dejaras libre, pasa. — dice aquellas palabras y comienza a caminar adentro del departamento. Sigo sus movimientos, ella se siente en el mueble y en eso me señala el mueble que está al frente mio.

Me siento y me encuentro con su mirada.

—¿Qué quieres, Harry? Se breve, estoy ocupada.

—Sé que hoy es tu día libre.

—Maldito imbécil. — murmura en voz baja—. Anda dile al imbécil de tu mejor amigo que me deje en paz, ¿Ok?

—No lo hará, solo te está protegiendo

Se levanta enojada del mueble y en serio presiento que me va a lanzar el libro que está en la mesita al frente de ella. Pero no lo hace.

—¿Cuándo será el día que pueda estar tranquila tomando un café en una cafetería hermosa de Inglaterra y que no tenga a  nadie vigilando o peor a alguien que intente matarme? Dime, Harry.

—No lo sé. Pero te has puesto a pensar en mi. Yo pasé por cosas peores que tú, Marle. Deja de ser un niña y pórtate como una adulta, es difícil para mí, tengo que protegerlos a todos y también poder eliminar a todas las personas que  quieren lastimarlo, es duro. Yo no pedí está vida, pero me tocó, casi muero a los dieciocho años y fue por los enemigos de nuestro padre, pero aquí sigo. Es difícil ser un asesino, pero esa es la vida que me toco. Tengo que matar para vivir o ellos me matan a mi, ahora dime tú, ¿Está bien lo que yo hago?

Su mirada está en el piso, ya no está parada, ahora está sentada en el mueble. Pero no me mira, no quería ser duro, pero es la única manera de que ella entienda y pueda poner de su parte.

—Tiene razón, debo dejar de ser una persona que siempre cuides y ahora yo me cuidare sola, no quiero ser un estorbo para ti. Sé que tienes que proteger a Anastasia y a mis sobrinos y lo entiendo, también entiendo que quieras tener protegida, pero, ¿Por qué, Andrews? Por dios él me rechazó y me siento terrible cada vez que lo veo.

—Lo sé, me costó mucho mandarlo, pero es la única persona que confío. Marle, podemos tener infiltrados y eso me preocupa y se que con Andrews no te pasará nada. Él siempre te protegería.

¿QUIZÁS UN NOSOTROS? (LIBRO 2 ) " BORRADOR" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora