CAPÍTULO VEINTIDÓS

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Josué

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Josué

¿Qué está pasando? No lo sé, después del sexo salvaje que tuvimos anoche, ahora Christian se encuentra distante y no entiendo el por qué, ¿Hice algo malo? No lo creo y si quizás se enojo por lo que pasó en la tarde. Pero no fue mi culpa. Ya estoy cansado de esta mierda, me habló por primera vez.

—¿Estamos mal? —a penas hablo, su taza de café se queda en medio camino, puedo notar lo tenso que está y eso me preocupa, desde que lo conozco nunca hemos pasado por esto.

—No. —responde sin mirarme y dios como me duele que no me mire.

—¿Estás enojado por qué me encontraste con mi amigo ayer?

—No. — sus respuestas son cortantes y sigue sin mirarme. Ya harto de toda esta mierda, me levanto de la silla que hoy se encuentra al frente de él, estamos sentados en una mesa para seis y estamos muy lejos de cada uno, siempre estamos cerca. Hasta incluso he comido en el rezago de Christian.

Por mi acción la silla se cae y hace ruido, por fin en todo el maldito desayuno, su mirada cae en mi. Esos ojos azul que me miran. Están frío como el hielo, no veo la misma emoción en los ojos de Christian cuando me ve. Algo está mal.

—Algo está pasando, yo lo sé. ¿Dime qué está pasando?

—No pasa nada.

—Deja de mentir. Sé que algo pasa, ¿Por qué no me lo dices?

—Te dije que no pasa nada.

Me duele, en serio, me duele. Nunca desde que comencé a salir con Christian me había pasado algo así, él está actuando raro. En serio.

—¿Ya no me quieres, es eso?

—Да, я люблю тебя, Malysh

—No me hables en ruso, tu sabes que no te entiendo. ¿Pequeño qué?

—¡Maldita sea! Me frusta tener que decírtelo, pero lo haré, ok. No lo sé, pensé que sentía algo por ti, pero ya me dí cuanta que solo fue una atracción y ya no siento lo mismos que al inicio.

Siento como mi corazón se rompen en mil pedazos.

—Tuvimos sexo hace algunas horas y me recordaste que me amas de todas las maneras posibles. ¿Por qué me estás diciendo está mierda?

—Malysh...

—¡Cállate! Sé que me amas, tus acciones lo dicen, tu palabras no. Y quiero entender el por qué —me quedé en silencio unos segundos proceso todo y reacciono —. Te están amenazando, ¿Cierto?

Veo como Christian se tensa y jodidamente, es eso. Sabía que no podía dejar de amar de la noche a la mañana, el me amas.

—No. Es eso, solo me di cuenta que cuando estaba teniendo sexo contigo, estaba pensando en mi primer amor, sabes apareció y quiere volver conmigo y ayer definitivamente me di cuenta que sigo enamorado de ella. Tú solo fuiste ese juego, eres el hermano de mi enemigo.

¿QUIZÁS UN NOSOTROS? (LIBRO 2 ) " BORRADOR" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora