Capitulo 10 EL ATREVIDO DE MI JEFE

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- sin pensarlo camino hacia ella la tomo en mis brazos y la beso con ansias con desenfreno, ella responde a mi beso mis manos bajan a sus senos, son pequeños pero firmes, perfectos para mis manos, dejo su boca para besar su cuello, mientras sigo masajeando sus senos, mi boca baja hasta morder uno de sus pezones atreves de su blusa, estaban duros y firmes, lo muerdo y escucho un leve quejido eso hace que mi amiguito despierte, bajo mi mano acariciando cada parte de su cuerpo, hasta subir su falda y acariciar su sexo sobre su ropa interior, de un tirón rompo sus bragas, escucho el jadeo de Mia, eso hace que me existe más, mis dedos buscan la manera de entrar a su sexo tocan su clítoris y masajean, veo a Mia a los ojos y están llenos de deseo, vuelvo a besar su boca, cuando con uno de mis dedos trato de entrar en ella, de repente me aparta y sale corriendo.

- siento como me toma en sus brazos, me besa con una pasión desenfrenada, besa mi cuello, yo suspiro de placer, el baja sus manos y toma mis senos los aprieta y acaricia, esto es delicioso y una rica tortura, se agacha un poco y muerde uno de mis pezones, gimo de placer, que me hace este hombre me siento muy excitada y muy húmeda, el baja se mano y acaricia mi sexo, de un tirón rompió mis bragas, un jadeo sale de mi boca, cuando quiere introducir su dedo en mí, sentí miedo, lo único que hice fue aventarlo y salir corriendo, llegue la habitación, que era lo que había pasado, por qué Sam hizo eso, por qué yo correspondí, ahora que va a pasar cuando lo vea a la cara, me quite la ropa y enjuague mi cuerpo, con agua fría, temblaba y no sabía por qué, me había excitado tanto con sus caricias, pero de repente sentí mucho miedo.

- seguía en la cocina pensando que le había pasado a Sarah, ella estaba disfrutando tanto como yo, por qué vi miedo en su mirada, no es normal, estaba muy húmeda y justo cuando iba a entrar en ella se zafo y se fue corriendo, que bruto soy una de mis reglas personales y laborales es no ir más allá con ninguna de mis secretarias y hoy la eh roto.

- sigo en el cuarto pues no quiero ver a Sam, de pronto tocan a la puerta y me encamino abrirla con algo de nerviosismo, pensando que Sam estaría del otro lado, al abrir veo a una señora de unos cincuenta años, me saluda y me dice.

- eres Sarah verdad? yo soy la señora Marcela López de Chávez soy esposa del gerente de la planta de por acá, el señor Loringh que es muy amable, me pidió de favor si podía comprar algo de ropa para ti, así que aquí está y espero que te guste, también traje ropa interior, el señor Loringh me indico tus medidas.

- el señor Loringh le dio mis medidas le pregunto, siento que mi rostro cambia de color.

- no te preocupes niña, los hombres con solo ver a una mujer saben la talla y hasta lo que llevamos debajo, río para tratar de que Sarah no se sienta apenada.

- si tiene razón señora López, sonrió a sus ocurrencias.

- será mejor que te cambies el señor Loringh ya está en casa con los agricultores así que solo faltas tu y vine por ti.

- muchas gracias señora López, por tomarse tantas molestias por mí.

- nada de eso señorita y no me digas señora López, solo dime Marcela, señora me hace verme vieja, bueno Sarah te espero mientras te cambias.

- enseguida salgo señ.. perdón Marcela, la veo que ríe.

- así está mejor.

- veo los vestidos que le había llevado marcela, le gustó un vestido floral, con manga farol con un nudo delantero, me lo puse y me quedó perfecto, como supo Sam mis medidas, será cierto que los hombres con solo ver se dan cuenta de todo, terminé de cambiarme también me había llevado zapatos de piso a juego con el vestido, retoque un poco mi peinado y maquillaje y salí para encontrarme con Marcela.

- al verme me da un silbido y dice.

- eres hermosa Sarah y te quedó perfecto todo, hora de irnos.

- si gracias le respondo, salimos de la casa y nos subimos a una camioneta Cheyenne que conducía Marcela, por el camino ella me contaba que la labor de los agricultores no es tan fácil como se piensa, por qué también depende del clima, para que se dé una buena cosecha.

- si antes de venir a la casa después que estuvimos en la empacadora, el Señor Loringh pidió al chófer que nos diera un pequeño recorrido y el me explico todo el proceso y el riesgo que corren los agricultores, así seguimos platicando un poco de esto y aquello, hasta que por fin llegamos era una casa grande y bonita, había muchas mesas y muchas familias, disfrutando de la comida, esto era una fiesta en grande, bajamos de la camioneta y me dice Marcela.

- ven, vamos a qué comas algo y disfrutes de nuestras fiestas.

- yo la sigo y siento la mirada de unos ojos penetrantes, que me miran, subo mi mirada y veo a Sam viéndome, lo que hago es bajar mi mirada y seguir caminando, me sentía muy nerviosa no sabía cómo reaccionar después de lo que había pasado y mi huida.

- hola preciosa me dice Pepe mientras me toma por la cintura apretándome y pegándome a él, hace rato te estaba buscando.

- hey que te pasa idiota, podrías soltarme le digo tratando de que nadie se dé cuenta de lo que este hombre me está haciendo, trato de soltarme de su abrazo, sentía repulsión por este hombre, si habíamos sido novios, por qué él vivió un tiempo en México, pero me trataba mal, yo lo quise mucho pero hubo algo que no recuerdo, pero el desapareció de mi vida y ahora aparece de nuevo, odio que me toque, le vuelvo a decir que me suelte y me aprieta más y me dice preciosa que ya no te acuerdas cómo disfrutábamos tú y yo.

- disfrutábamos, no lo creo solo me hacías daño, así que déjame en paz, de pronto escucho la voz de Sam.

- ya escucho a la señorita que la suelte Ingeniero Martínez, no parece que sea de un caballero portarse así con una dama, mientras tomaba la mano de Sarah y la jalo hacia mí.

- estamos recordando viejos tiempos señor Loringh, ella fue mi novia creí que ya le había dicho.

- si ya lo había hecho, pero una mujer no se toma a la fuerza y yo no vi a la señorita Lotte que estuviera disfrutando su abrazo.

- claro que sí verdad preciosa?

- pepe trato de tomar mi barbilla, a lo que alcancé hacer mi cabeza hacia atrás para que no me tocara.

- me doy cuenta de lo que trata de hacer el ingeniero y trato de proteger a Sarah con mi cuerpo, mire Ingeniero Martínez será mejor que deje en paz a la señorita Lotte, ella es mi prometida y no quiero que ni usted ni nadie la moleste me escucho bien, sea respetuoso ya que estamos de invitados y no me gustaría dar un espectáculo y le aseguro ingeniero que las lleva de perder, vamos cariño, aún no has comido nada.

- me quede muda ante lo que había dicho Sam a Pepe, su prometida, como, cuando, por qué, en qué momento, Sam me llevaba tomada de la cintura.

- te encuentras bien?

- solo alcance asentir con mi cabeza pues aún estaba en shock, que había pasado, por qué de repente sentía tanta repulsión a Pepe, por qué Sam había dicho que era su prometida, si seguro lo hizo para que pepe dejara de molestar.

FORZADA A CASARMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora