CAPITULO 37 MI BONITA DESPERTO

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- De nuevo me quedé solo con Sarah, le acomode sus cobijas para que no sintiera frío, acaricie su cara, deseando ver qué abriera sus ojos, le di un beso suave en sus labios y me fui hacia la ventana a ver la ciudad, Por qué Sarah ha pasado, por tanto, ese desgraciado de José, aún muerto sigue haciendo daño, ojalá y se pudra en el infierno pensaba. Cuando de pronto escucho como un gemido, volteo rápidamente y veo que Sarah está despierta, me acerco a su cama, bonita por fin has despertado, como te sientes, háblame.

- Desperté Sam está a mi lado, lágrimas salen de mis ojos, no había sido un sueño, todo lo que había escuchado fue real, Sam me amaba.

- No llores bonita, buscaré al doctor, salí corriendo, vi a una enfermera y dije mi esposa está despierta busque al doctor por favor.

- Si señor en seguida voy por él, regrese con su esposa no la deje sola me dice la enfermera.

- Regreso al lado de Sarah tomo su mano, mis ojos están húmedos del llanto contenido, bonita ya viene el doctor, le digo a Sarah.

- En eso entra el doctor y ve a Sarah, señora Loringh, está en el hospital, yo soy el doctor Montiel, como se siente, pregunto el doctor mientras examinaba sus signos vitales y sus ojos.

- Adolorida respondió Sarah con voz apenas audible.

- Al escucharme me lleve la mano a mi garganta.

- No se preocupe señora Loringh, es normal que su voz se escuche así, ha dormido muchos días, poco a poco irá recobrando su voz hasta que esté normal, su presión está bien, reconoce al señor aquí a su lado pregunta el doctor

- asiento con mi cabeza y digo con la poca voz que sale de mi boca, es mi esposo.

- Muy bien no se esfuerce, dice el doctor, por ahora todo está estable, la señora se recuperará pronto, la mantendremos uno o dos días más para ver cómo evoluciona, me dice el doctor, por ahora los dejo y se da la vuelta para irse.

- El doctor ya se iba y mi bebé, antes de que se fuera lo tome de la manga de su bata y le digo, mi bebé como está, dígame.

- Tranquila señora Loringh su bebé está creciendo sano y fuerte, de ahora en adelante hay que alimentarse bien por usted y su bebé.

- Solo asentí y Sam agradeció al doctor antes de que se fuera.

- Volteo a ver a Sam de reojo pues él no sabía lo del bebé.

- Cuando pensabas decirme bonita.

- Yo trato de hablar.

- Tranquila descansa ya abra tiempo para hablar.

- Agua le dije a Sam.

- me pide agua busco un vaso y sirvo un poco de agua, con mucho cuidado acomodo mi brazo izquierdo por su espalda para ayudarla a que pueda beber agua, acerco el vaso a sus labios y le digo, despacio bonita.

- Al sentir pasar el agua por mi garganta sentía que me aliviaba un poco la resequedad, Sam me con mucho cuidado me sostenía para no lastimarme, sin querer mis lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.

- Bonita, te duele algo, te lastime, mientras la acomoda en la cama con mucho cuidado, contéstame, soy un imbécil, perdóname, no quise lastimarte.

- Tomo la mano de Sam, él pensaba que mi llanto era por qué me había lastimado, en realidad era de alegría, de saber que él me amaba como yo a él.

- Sam le digo aún con la poca voz que sale de mi boca, quieres a nuestro bebé?

- Bonita por qué me preguntas eso, amo a mi bebé y estoy feliz, mis ojos se llenaron de lágrimas, no te imaginas lo que sentí, cuando supe que te habían secuestrado, deseaba matar al desgraciado de José, después Danna llorando me pidió que te salvará, que estabas embarazada, no te imaginas cómo me sentí en ese momento, me daba gusto, me dolía no poder hacer nada, los dos corrían peligro, me sentía impotente, te amo tanto Sarah que no me imagino que hubiera pasado si ese desgraciado les hubiera hecho daño.

- Con dificultad trato de sentarme y Sam me ayuda y lo abrazo con todas mis fuerzas, lágrimas de felicidad inundaban mi rostro, también te amo Sam, con todo mi ser, los dos lloramos de alegría, Sam besaba, mi cabeza, mi frente, un beso suave y prometedor en los labios, con ese beso sentí que, de ahora en adelante, seria felicidad para nosotros.

- Dos días después me dieron el alta, Sam no me dejó sola en ningún momento, era tan cariñoso y atento, llegamos a casa y no me dejó que caminara me llevo en sus brazos hasta nuestra habitación, cuando entramos, estaba llena de flores, rosas blancas y rojas adornaban nuestra habitación, globos que decían TEAMO, otros decían GRACIAS POR AMARME, al ver todo tan hermoso me puse a llorar, nunca pensé experimentar esta felicidad al lado de Sam.

- Bonita que pasa, te sientes mal, porque lloras amor dime, que tienes.

- Sabes, nunca creí vivir todo esto que estoy viviendo a tu lado, nunca pensé que alguien se enamorara de mí.

- No digas eso bonita, te amo y estoy más que enamorado de ti y de nuestro bebe.

- Sabes Sam, estoy agradecida con Dios y contigo, por este bebecito que está creciendo dentro de mí, cuando José y esa mujer me golpeaban, no me preocupaba por mí, me dolía mi bebe, temía perderlo, le decía llorando, ese desgraciado me dio un golpe en mi vientre, solo pensaba en mi bebe y como pude lo protegí.

- Lo se amor, perdóname por no haber estado ahí contigo, deseaba ser yo y no tú, ese día quería darte la sorpresa de que había regresado de mi viaje, cuando le marcas al chofer, íbamos en el auto, bonita por que estabas tan enojada conmigo, cuando Ludo me dijo que no te había visto bien que estabas muy pálida y te había dicho que te llevaría al doctor y que usted señora Loringh no había aceptado ir, ¿por qué amor?

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FORZADA A CASARMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora