CAPITULO 14 DURMIENDO CON EL CEO

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- sabía que seguía llorando, no la dejaría sola, salgo de la habitación y me dirijo a la mía para darme una ducha y prepararme para dormir, mientras me baño, recuerda como había encontrado a Sarah, que hubiera pasado si no hubiera llegado a tiempo, pobre Sarah no imagino como debe sentirse, me duele verla así, gracias a dios el desgraciado de José Martínez no había podido abusar por completo de ella, este sentimiento hacia Sarah era muy pronto apenas si nos conocíamos, tal vez es pena lo que siento por ella y me estoy confundiendo, soy un hombre reacio a enamorarme, ya que había sufrido una gran desilusión. Termino de ducharme me seco me pongo una pijama que había pedido a Marcela que nos hiciera el favor a Sarah y a mí, ya que solo íbamos por un día y no era nuestro plan quedarnos, debíamos de tener por lo menos lo básico, termino de cambiarme y me voy a la habitación de Sarah, cuando entro la veo que está sentada sobre el borde de la cama perdida en sus pensamientos, Sarah dormiré contigo y no hay un no que vaya ser aceptado, así que termina de prepararte para dormir, mañana salimos temprano, me acuesta del lado derecho de la cama.

- que hace este hombre como que dormiremos juntos, eso no puede ser, pero aún si dijera que no, no lo aceptaría, el muy terco y si soy sincera no quería dormir sola.

- Buenas noches Sarah, trata de dormir y descansa, mañana nos iremos de aquí temprano, así que duerme tranquila si necesitas algo aquí estaré.

- un hombre muy mandón, pero agradecía que estuviera conmigo, hasta mañana Sam le digo, en lo que me acomodo de mi lado de la cama

- hago como que duermo, para que Sarah se relaje y pueda dormir, cuando sentí su respiración pesada me acerque a ella despacio y pase mi brazo izquierdo por su cintura y el derecho con mucho cuidado lo puse por debajo de su cabeza, en ese momento, se voltea y se acomoda a mi cuerpo con su cabeza en mi pecho y así me quede dormido abrazándola y sintiendo el calor de su cuerpo junto al mío.

- ala mañana siguiente, me despierto y lo primero que siento son los brazos de Sam rodeando mi cuerpo, no quería moverme para no despertarlo, se sentía tan bien estar en sus brazos, sentir su olor a hombre, gracias a Sam que había llegado a tiempo a salvarme, si, no, no sé qué habría pasado si ese maldito hubiera abusado de mí, viene a mi memoria el recuerdo y me da asco, solo de imaginar al desgraciado de Pepe.

- Sarah sé que estás despierta, será mejor que nos demos prisa dentro de una hora tenemos que estar en el aeropuerto.

- si Sam en un momento estaré lista, me levanto de la cama y me voy al cuarto de baño.

- la veo partir y se ve triste pero no haré ningún comentario referente a lo que pasó ayer hasta que ella decida o quiera hablarlo, salgo y me voy a mi habitación para arreglarme para partir, me doy una ducha, cuando salgo veo que Sarah ya está lista, lleva de nuevo su traje de uniforme, que Marcela nos había hecho el favor de enviar a la tintorería, así como mi traje, estás lista?

- si ya estoy lista cuando digas podemos irnos.

- bueno vámonos que el capitán nos espera.

- el chófer ya estaba esperando, más temprano Chávez me habló para despedirse y decirme que no perderían de vista a ingeniero José Martínez, acordamos estar en contacto por cuestiones de la empacadora y así nos despedimos.

-dos días después de haber hecho la visita a la empacadora en Sinaloa, se comunica conmigo el detective Harris para decirme cuando podría verme que ya tiene la información que le había pedido sobre José Martínez.

- detective ya está usted en la ciudad.

- sí señor Loringh, cuando cree que me pueda recibirme de verdad le digo que está información no se puede dar por teléfono.

- si usted puede ahora mismo lo espero en mi oficina.

- muy bien señor Loringh voy para allá.

- como hago para que Sarah no este cuando llegue el detective y no se dé cuenta de su presencia, aunque estos días pareciera o aparentar que está bien, como si nada hubiese pasado, sabía que no era así, ya que se maquillaba un poco más de lo habitual para disimular sus ojeras y se veía cansada y preocupada, como deseaba estar con esa mujer para protegerla y que supiera que yo no dejaría que nadie le hiciera daño.

- hace dos días que regresamos de Sinaloa, no duermo por las noches, me siento cansada y con mucho miedo, por qué nadie sabe, pero eh estado recibiendo amenazas de Pepe, conociéndolo sé que, si puede hacerme daño, cada noche que llegó a casa siento como si me observarán, ya me estoy volviendo loca, pero me angustia pensar que Pepe intenté abusar de mi o algo peor.

- Salgo de mi oficina para hablar con Sarah, en eso la veo muy pensativa y triste, cuando le hablo, da un salto del susto, muy nerviosa me responde.

- ocupas algo Sam.

- Estás bien Sarah, te sientes bien, creo que es mejor que vayas a casa a descansar tómate la tarde.

- no Sam estoy bien de verdad y hay mucho trabajo por hacer, ahora que Matilde está enferma, quedaron pendientes y estoy trabajando en ello, no puedo irme y dejar botado el trabajo.

- así no me sirves, no estás concentrada y ocupo que estés atenta al trabajo por eso es mejor que vayas a descansar es una orden Sarah Lotte.

- Samuel Loringh eh dicho que estoy bien y estoy concentrada en mi trabajo, si necesitas algo solo pídelo y lo haré.

- está bien, no discutiré contigo, recuerda que aquí vienes a trabajar.

- lo sé muy bien señor Loringh no tiene que recordármelo, aunque usted no lo crea soy capaz de sacar el trabajo, dígame que necesita que haga.

- necesito que vayas con el Licenciado Escobedo para que entre los dos verifiquen los pedidos y envíos al parecer uno de los envíos aún no ha llegado a su destino y eso me urge que se haga la entrega el cliente está molesto y con razón, ahora tengo otros asuntos que resolver y no puedo encargarme de eso ahora, crees que puedas ayudar a Dantte a resolverlo.

- claro que sí enseguida voy.

- Sarah antes de irte podrías darme un café y tendrás algún analgésico para el dolor de cabeza.

- sí enseguida se lo llevo.

- gracias, vuelvo a entrar a mi oficina, pensando en Sarah se veía muy preocupada, tengo que hacer algo por ella, tuve que inventar sobre el envío para poder sacarla de acá, no quiero que se tope con el detective o nos escuche hablar.

- tomo el teléfono y marco a Dantte y le digo que Sarah irá a su oficina, rápidamente le explicó y que trate de entretenerla lo más que pueda hasta que yo le avisé, él ya tenía conocimiento de los hechos.

- que está pasando, en eso entra Sarah con su café y los analgésicos, me despido de Dantte diciendo, Mi secretaria va para allá por favor háganse cargo de ese asunto hasta resolverlo está claro y no quiero fallas.

- cuelgo y recibo el café y las pastillas que Sarah me entrega.

- Señor Loringh de verdad está bien, preocupada por el dolor de cabeza de Sam ya que nunca se quejaba de nada, tal vez tenía muchos pendientes pues también tenía su empresa constructora, tal vez algo no andaba bien aparte de los envíos, por lo que me ofrecí ayudarlo y le dije, no quieres que te ayude en algo más aquí el Licenciado Escobedo es muy inteligente y puede sacar adelante eso y más.

- Sarah, qué parte no entendiste, si no quieres trabajar, ahí está la puerta es una maldita orden, por qué simplemente no lo acatas y ya, ahora vete y has lo que quieras, vete de aquí.

- Me sorprendió la reacción de Sam, salgo de la oficina, por qué actuó así, maldito imbécil, pero quién me manda a mí a ofrecerle ayuda que se pudra el desgraciado, sé que Escobedo puede sacar ese trabajo solo, porque Sammuel me está enviando ayudarle, tal vez tendrá la visita de alguna mujer y no quiere que escuche sus ruidos, va mejor para mí, que se quede con sus mujerzuelas. 

FORZADA A CASARMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora