Capitulo 11 EL COMPROMISO

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- señor Loringh, Sarah dice Marcela, ya nos enteramos que están prometidos, queremos felicitarlos y seguir festejando, se acercaron los agricultores y sus familias a felicitarnos, me había quedado fría, pues ya todos sabían y todo era mentira, Sam me apretaba la cintura y me decía, verdad cariño, a algo que preguntaba la gente, yo solo tenía una sonrisa pintada en mis labios, seguía en shock.

- bueno señores dice Marcela dejemos que la feliz pareja disfrute de la comida y de la fiesta, así que síganme por favor, para que prueben nuestras comidas.

- Sam solo me veía y sonreía de oreja a oreja, que le pasaba a este hombre, cuando tuvimos oportunidad de estar solos y hablar le dije, estás loco por qué hiciste eso tú y yo no estamos comprometidos, en este momento, diré que todo fue una broma tuya.

- querida, no es una broma desde ahora estamos comprometidos y sonríe cariño que vienen a felicitarnos.

- justo en ese momento llega la escultural Andrea, si la secretaria del señor Chávez a felicitarnos, con su voz de pito, abraza a Sam pegando todo su cuerpo a él, mi reacción fue separarla de él y abrazarlo, le di las gracias por sus sinceras felicitaciones, volteé a ver a Sam y le dije verdad cariño que estamos agradecidos con Andrea por sus buenos deseos, como lo veo a los ojos, veo en ellos que Sam se está divirtiendo con todo esto, me aprieta más a su cuerpo y responde.

- así es amor, gracias Andrea, sé que seremos muy felices.

- el muy imbécil, estaba que me llevaba la fregada del coraje, Sam aprovechaba cada momento para molestarme, le dije que teníamos que aclarar la mentira que había dicho.

- Sarah, cariño, esto no es una mentira, te casarás conmigo te guste o no, si decides decir que no prepárate para quedarte en la ruina y pasar tus días en la prisión por qué te acusaré de todo lo que quiera, así que cariño ya lo sabes, el compromiso esa real, mi padre quiere que me case y eso hare, no te equivoques Sarah, solo será una fachada, tal vez si me decido quizá pueda utilizar tu bello cuerpo para tener un hijo, no eres el tipo de mujer para mí, así que querida prepárate por que va en serio.

- porque si me odias tanto haces eso, de verdad no fue a propósito lo del accidente, iba apurada porque ya era tarde, para llegar a mi trabajo, nada fue intencional ni mucho menos premeditado, yo no quiero un compromiso y mucho menos casarme contigo y no te equivoques tu tampoco eres mi tipo, eres un engreído, presumido, el hijo de papi que se piensa que con tronar los dedos todos harán lo que el señor quiere, conmigo es a fuerza ya que me estas amenazando para aceptar tanta estupidez, porque no te buscas una mujer de tu nivel o estatus social, que haga lo que tú le pidas.

- querida para eso estas tú, no me hagas repetir lo que ya te eh dicho serás mi esposa y se acabó.

- puedo ir con tu padre y decirle que me estas amenazando.

- inténtalo querida Sarah, quiero ver cuáles son tus alcances.

- eres un maldito desgraciado Samuel Loringh, te odio, eres como un niño peleando por un juguete.

- puede ser Sarah tal vez te convierta en mi juguete, estoy seguro que tú también disfrutaras tanto como yo, recuerda que apenas unas horas atrás estabas dispuesta a entregarte a mí, si así eres de fácil, porque te haces la difícil, no te preocupes querida, pagare muy bien tu servicio.

- levanto mi mano para darle una cachetada, pero él es más rápido y más fuerte que yo.

- trata de golpearme y tomo su mano, veo a nuestro alrededor por si alguien nos estuviera observando, al parecer todos estaban concentrados en beber y comer, mira Sarah la próxima vez que me levantes la mano, te bajare esa ropita sexy que llevas de bajo y azotare tus deliciosas nalgas con mi mano.

- eres un maldito arrogante y machista, te odio, Sam se va con los agricultores y yo me quedé sin habla, por qué me estaba forzando a casarme con él, que ganaba con todo esté teatro, me sentía furiosa, sobre todo su comportamiento, si apenas nos conocíamos, tan grandes es su odio hacia mí que desea hacerme esto, después de todo lo que Sam me había me aleje un poco de tanta gente y tanto ruido y me fui a caminar un poco, mientras pensaba como fue que había pasado todo esto del compromiso y tanta amenaza, tanto me odiaba Sammuel Loringh que buscaba mantenerme atrapada en un matrimonio que no iba haber amor solo odio por ambas partes.

FORZADA A CASARMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora