- Maldita, no escuchas que levantes la cabeza dice José, mientras le da un tirón para que estela pudiera tomar la foto.
- Al fin tomo la foto, José de un golpe suelta el cabello de Sarah.
- quiero verla antes de que la envíes Estela.
- Aquí la tienes, salió hermosa no crees le digo en son de burla.
- Solo mándala y márcale en cuanto la envíes.
- Listo dijo ya la envié, para eso ya había desbloqueado el teléfono de Sarah ya que de ahí estaban mandando las fotos y as llamadas.
- Maldita sea, Sarah mi amor espero que estés bien repetía Sam una y otra vez, deseo entrar y poder ayudarte amor mío, ya pronto estaremos juntos, en eso escucho que me llega un mensaje. Oh Dios, Sarah, no puede ser, al ver la foto de mi amada esposa me deje caer de rodillas, lágrimas de dolor salían de mis ojos, en eso suena mi teléfono, vio que era el número de Sarah, e calme y veo que el capitán rosales se acerca a mi para escuchar lo que pedirán, me senté en el suelo, no podía creer lo que mi mujer estaba sufriendo, al fin conteste.
- Al fin contestas imbécil, me imagino que ya viste el regalito que te mandé, espero que te haya gustado.
- Maldito imbécil que le has hecho a mi mujer, te voy a matar desgraciado.
- Lo dudo mucho que lo logres, para cuando me encuentres estaré muy lejos y tu mujer estará muerta para entonces.
- Déjala imbécil no le hagas más daño, dime qué quieres para que la dejes ir.
- Por fin nos vamos entendiendo.
- Solo dime cuánto idiota, ya no le hagas daño a Sarah, te daré todo lo que pidas.
- Así me gusta quiero veinte millones de dólares, un helicóptero y no quiero que des parte a la policía si no tú mujercita se muere oíste.
- Si está bien, donde te entrego el dinero.
- Que cooperativo, te mandaré los datos a dónde quiero que lo transfieras, diecinueve millones a mi cuenta y un millón lo quiero en efectivo, tienes tres horas, corre tiempo, yo te avisaré más tarde a dónde dejaras el resto y cuelgo.
- escucha que llega un mensaje y son los datos donde se hará la transferencia, Me sentía desesperado mi mujer estaba sangrando no se veía nada bien el muy desgraciado le ha hecho daño, pensaba, si usted no hace nada capitán en este momento entraré yo ahí y lo mataré yo mismo entendió.
- Señor Loringh es mejor que se tranquilice, esto no ayuda, tenemos que pensar con mente fría, sé que es su esposa, pero si usted hace eso, se pone en riesgo usted y a su mujer y su hijo también, en algún momento tienen que salir alguno de los hombres, hacer rondín, ahí actuaremos y los atraparemos.
- Media hora más tarde, le digo a dos de mis hombres que vayan por comida y a los otros dos que vigilen afuera, los hombres salen y me quedo con Estela y Sarah, me acerco a esta última que está con la cabeza agachada, me pongo de cuclillas para estar al nivel de Sarah, que paso corazón, por qué tan triste, te negaste a ser mía por las buenas y mira a dónde te llevo tu arrogancia.
- levanto mi cabeza y lo escupo, me das asco.
- le azoto tremenda cachetada que al piso fue a dar de nuevo. Estúpidas aún te sientes capaz de humillarme, le grito mientras la tomo del cabello con todas mis fuerzas y la arrastro por el suelo rasposo.
- Déjame, le grito a José, suéltame imbécil, no te tengo miedo, me das asco, no entiendes, solo eso me provocas.
- De pronto le doy una patada en el vientre y veo a Sarah se retuerce de dolor, te mereces eso y más maldita perra
- Oh no mi bebé no, me pongo en posición fetal para que José no siguiera golpeando mi vientre, me dio otra patada en mis brazos, como dolía.
- Ya déjala, la vas a matar y no va a servir para los planes que tengo, dijiste que yo también participaría, así que déjala en paz, si por mi fuera ya la habría matado, quiero que Sam sufra cuando la vea casi muerta y yo seré la heroína, cuando tú te vayas yo me quedare al lado de esta perra, lo hare creer que yo la salve de ti.
- Y que explicación le darás a tu amado Samuel, crees que te va a creer tus historias, que estúpida eres si piensas que un hombre como él te creerá.
- Yo sé que si José, no te metas tú has tu parte y déjame a mi ocuparme de lo demás.
- Está bien, si es que no los mato antes río y me alejo de ellas.
- El detective se acerca a dónde estamos y el capitán rosales y yo.
- Señores buenas noches, saluda el detective John, capitán debemos de actuar rápido, están dañando a la señora Loringh, no creo que aguante los golpes del maldito de José Martínez.
- qué demonios, tengo que entrar yo no puedo esperar a que usted se decida capitán, no entiende que mi mujer está en peligro, si le pedí su ayuda era precisamente para eso, no para que permitiera que mi mujer sufriera.
- Silencio señor Loringh por favor, me están informando por el radio que han atrapado a dos de los maleantes. Por favor señor Loringh, yo tampoco quiero que su esposa sufra o le hagan daño, pero si lo hacemos como usted quiere la mataran, me están informando que ya tienen a dos de los hombres que acompañan a José Martínez, así que cálmese, somos más que ellos.
- Cómo me voy a calmar maldita sea, si es mi mujer la que está ahí y la están lastimando, Sarah está embarazada, dígame, mi hijo también corre riesgo.
- Lo siento mucho señor Loringh, actuaremos más rápido, en eso salen dos hombres de la bodega y se lo hacen saber al capitán, atrápenlos, pero sin hacer ruido, no disparen, controlen la situación de modo que no se entere el jefe de estos criminales.
- Después de unos veinte minutos, le avisan al capitán Rosales que ya tenían a los cuatro hombres, solo quedaban José y Estela pueden estar armados.
- entraremos de una vez, daré la orden a mi gente.
- Estaba informándonos el capitán cuando suena de nuevo mi celular, seguían utilizando el teléfono de Sarah, contesto y todos atento a lo que me dirá José.
- Qué diablos haces Loringh, aún no has hecho el pago, quieres que mate a tu esposa, eh eso quieres.
- Y qué diablos quieres que haga imbécil, es mucho dinero, ese tipo de transferencia solo la hace el banco.
- A mí no me importa lo que vas hacer, quiero el dinero ya y el tiempo corre y es mejor que te des prisa, si no quieres que tu esposa muera desangrada.
- Desgraciado infeliz, deja a mi esposa tranquila no le hagas daño, tendrás el maldito dinero.
- Tic, toc, tic, toc, le digo a Sam y cuelgo.
- Tanto el capitán como el detective John habían escuchado, estaba desesperado y desecho. Oh mi hermosa Sarah que te han hecho mi bonita, a nuestro bebé esos desgraciados, sin darme cuenta lágrimas de dolor y tristeza corrían por mis mejillas.
- El comandante da la orden de entrar y proteger a la señora Loringh.
- Señor Loringh quédese aquí entraremos.
- me limpio los ojos y me niego a quedarme, yo también entraré, no me importa si me matan, quiero ver a mi esposa.
Estábien, quédese atrás de nosotros, vamos dice el comandante
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FORZADA A CASARME
RomansaCon el cambio del nuevo CEO todos en la empresa andamos a la expectativa y con mucho trabajo pues no sabemos lo que nos depara, es una incógnita nadie en la empresa sabe de quién se trata y eso nos preocupa a todos ya que vienen cambios, nunca pens...