Capítulo 7

51 7 0
                                    

                      

                       

Llegamos al centro comercial, durante el paseo me di cuenta que Corea no avía cambiado en nada, le pedí al chófer que nos llevará al centro comercial con las mejores marcas de la ciudad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegamos al centro comercial, durante el paseo me di cuenta que Corea no avía cambiado en nada, le pedí al chófer que nos llevará al centro comercial con las mejores marcas de la ciudad.

- Señorita Na-bi la acompañaré, para ayudarle con las compras.- dijo el chófer mientras me miraba por el retrovisor.

- A muy bien.- baje del auto, ayude a mi nana a bajar de el también.- Ahora si Nana vamos.

Entramos al centro comercial, entrábamos a una y otra tienda, compre y compré, a eso me avía mandado mi papá a comprarme ropa para trabajar, pasaron algunas horas.

Entramos a una zapatería.

-Digame señorita, ¿En qué la puedo ayudar?.- mientras se acerca la pelirroja.

- Me puede dar estos stilettos en todo los colores por favor.- dándole el tacón a la pelirroja.- talla 3 por favor. - será con tarjeta y no me los medire.

La chica solo asintió y se retiró del lugar.

Pasaron los minutos y ella llegó con todos los tacones que le avía pedido a caja para pagar.

- Señorita aquí está su compra, que le valla bien.- dijo la chica con una amable sonrisa.

- Gracias.- tomé mis bolsas del mostrador y salimos yo y nana de la tienda mientras el chófer nos esperaba afuera.

- Disculpe, ¿Cuál es su nombre?.- dije mirando al chófer.

- Puede decirme Lee.- contesto tomando mis bolsas.

- Bueno señor Lee, puedo llevarnos a un restaurante a mi nana y yo ya tenemos hambre.- dije mientras le tomaba el brazo a nana.

El solo asintió, salimos del lugar, directo al estacionamiento donde estaba la camioneta.

Subimos a la camioneta, mientras el señor Lee guardaba mis compras en el auto.

- Señorita, ¿a qué restaurante quisiera ir?.- mirándome por el retrovisor.

- Nana, ¿Que se le antoja comer?.- gire para mirar a nana.

- Lo que sea para mí está bien.- me miró.

- Llévanos a uno lujo por favor, mi nana merece lo mejor.- dije dando la mirada al frente.

Lo único que quería era agradecerle a nana todo los que avía hecho por mi, ella siempre estuvo aquí conmigo, desde que tengo conciencia, ella a estado siempre.

Pero la miraba sería, pensativa, nana algo tenía pero no quería decir nada, se lo podía ver tantos años de conocerla.

- Nana, ¿ Le pasa algo?.- la mire con atención.

- Mi niña, deberías de tener mucho cuidado ahora que tomes la riendas de la empresa de tu papá, te amo y no quiero que sufras. - me miró con tristeza.

- Nana, no te preocupes buscaré la manera de no quedarme en esa empresa, yo no quiero trabajar ahí.- le dije mientras me acercaba a ella para abrazarla.

Ella recibió mi abrazo.

Yo sé que mi nana algo sabe, pero no me lo dirá, ya mi papá es el que le paga, entonces no la orillare esto, no la aré preocuparse por esto.

Nos separamos del abrazo y el silencio reino en la camioneta.

- Señorita llegamos.- Señor Lee bajo de la camioneta para abrirnos la puerta, como todo un caballero.

Entramos al restaurante.

- Mesa para 3 por favor.- dije al muchacho de la puerta.

Le hice señas al señor Lee para que comiera conmigo y nana, ya era tarde y de seguro nisiquiera avía desayunado.

Nos pasaron a la mesa.

- Señorita, no puedo aceptar, si su padre se entera de seguro me despide.- dijo el el señor Lee nervioso.

- Si el te despide yo te contrato.- dije divertida.

- Buenas tardes.- ya ordenarán pregunto pelinegra.

- Si, 3 carnes de res , las mejores que tengas, acompañadas de ensalada y guarniciones por favor.- dije mirando la carta.

- Muy bien, ¿y de beber?.- pregunto la chica.

- Yo creo que unas limonadas, está bien.- dije mirándola.

La chica se retiró de la mesa, dejándonos a los 3 solos.

Pero nana y el señor Lee me miraron preocupados.

- No me vean así, yo pagaré la cuenta papá no se enterará.- dije divertida.

Pero una voz gruesa y masculina me interrumpió.

- Hola, nana .- dijo sonriendo

Era un hombre alto, bien fornido, mirada penetrante, unos hoyuelos se le marcaron al sonreír, unos labios rosas, se le notaba que le entraba duro al ejercicio.

Yo nomas tenia una pregunta, ¿A caso hoy era día de los hombres guapos?.

- Niño Namjoon, que grande está.- nana se levantó para abrazarlo.- ¿Que anda asiendo niño Namjoon?.- dijo nana con una sonrisa.

El hombre era bastante alto ya que nana era como de mi tamaño, la rebasaba por bastante altura.

- Espero a un amigo.- miro asía la puerta.- Mire va llegando.- este dio su mano para que lo viera su amigo.

Se acercó a nuestra mesa

No, no, no, grite en mis adentros, el chico fornido y el chico tatuado y torpe que choque en la mañana, ¡ERAN AMIGOS!, malditasea Na-bi, que ahora Corea era un pueblo donde todos se conocen.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mis 7 pecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora