Seo Na-bi hija del gran Seo Jun CEO de SJPKM Private Security, volverá a Corea después de 5 años, pero lo que no sabe que su regreso trae con ella grandes consecuencias.
Na-bi descubrirá lo que es el amor, la ambición, la traición, la obsesión y el...
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Los miedos me atacan de nuevo y un dolor en mi pecho se asé presente, tal vez mis pecados está noche sean descubiertos, siento que por un minuto quedo en shock, sin poder menearme.
Miro a mi alrededor tratando de buscar una solución, pero no la hay.
- ¡Na-bi!.- Jungkook grita furioso mi nombre.- habré la puerta no me hagas llamar a los chicos.
En este momento es lo que menos necesito.
- No le habriras, ¿Verdad?.- toma mi cintura y se pega más a mi.
Me desago de nuevo de su agarre y camino segura hacia la puerta.
La abro, ignorando al hombre que está en mi departamento.
Jungkook me mira con furia.
Cierro la puerta impidiendo que ocurra una trajedia, está noche.
- ¿Que haces sola con ese idiota?.- pregunta furico.
Me quedo callada esperando que las palabras salgan de mi boca.
Solo veo como agarra su cabeza en forma de desesperación.
Me armo de valor, eh intentado calmar la situación.
- Cálmate no está pasando nada, absolutamente nada.- lo tomo de sus brazos para mirarlo justo a los ojos.
El me mira con enojo.
Escucho que suena el ascensor, y miro salir de el a los Kim, al parecer Jungkook les aviso antes de llegar aquí.
- Jungkook.- llama namjoon.- ¿Dónde está el idiota?.
- Adentro.- dice molesto.
- Habré la puerta Na-bi, o si no....
-Si no, ¿Que?.- interrumpo a Taehyung, con enojo.
Se queda anonadado, en base a mi respuesta.
- Eso suena amenaza Kim Taehyung.- espeto con molestia.
En se momento me ven los 4 con enojo.
- Háblale a Hobi o Jimin, que vengan a abrir la puerta ya que la señorita no pretende hacerlo y sacar a ese hijo de perra de adentro.- Dice SeokJin a Taehyung.
Tenía que impedir que Christopher Bang se diera cuenta de lo que estaba pasando aquí.
Veo como Taehyung saca de su pantalón su teléfono celular.
- No te atrevas Taehyung.- sueno amenazante mientras sigo agarrada de los brazos de Jungkook, el sigue con esa mirada enojada en mi, no la aparta en ningún momento.
Los cuatro me observan con enojo.
- Solo vallan a su departamentos yo arreglaré esto.- trato de tranquilizarlos.
Si las miradas mataran yo ya estaría muerta o desangrando me en este pasillo.
- No te dejare sola con este idiota.- menciona Jungkook entre dientes.
Siento como Nam se pone a mis espaldas y giro para confrontarlo, tratando de evitar que pase una desgracia está noche.
Suelto los brazos de Jungkook.
En un solo movimiento Namjoon me pone en su hombro cargandome, como si fuera un costal de papas.
- Okey ¿no quieres abrir la puerta?, pero tampoco te dejare con este idiota sola en tu casa.- camina hacia el ascensor.
- ¡Bajame Kim Namjoon¡.- grito euforica y con enojo.- Bajame ahora.
Da dos nalgadas en mi trasero.
- No y punto, vendrás conmigo.
Aplasta el botón de ascensor indicándome que bajaremos.
Entramos a el, no peleó más con Nam, es absurdo.
- Bajame ya.- ordenó.
- No, te conozco y se que intentarás algo.
Me resigno a qué el me siga cargando.
Salimos del ascensor, estábamos en su piso, ponle la clave de la puerta.
Pasamos por la puerta y en un solo movimiento me baja de su hombro.
- Deberías dormir te vez cansada.
¿Acaso quiere que ignore lo que está pasando?
- No tengo que solucionar esto.- digo tratando de esquivar su enorme cuerpo.
- Ve a dormir.- dise señalándome su habitación.- Mañana será un largo día en la oficina.
Me giro dándole la espalda, caminando hacia la recámara
No tengo mi celular, tampoco como comunicarme con Jimin o Hoseok.
Me recuesto en la cama, para seguir pensando como impedir que estos hombres cometan una locura.
Me doy por vencida no puedo hacer nada y menos contra Kim Namjoon, el me supera en fuerza y no podré salir de aquí, tengo miedo que Christopher Bang le diga algo de lo ocurrido a mi padre y que me descubran, los chicos cada vez se vuelven más posesivos y celosos y siento que por el momento no es lo mejor.
El cancancio llega a mi, siento cada vez más sueño y en cuestión de segundos quedó sumida en un sueño profundo.
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