Seo Na-bi hija del gran Seo Jun CEO de SJPKM Private Security, volverá a Corea después de 5 años, pero lo que no sabe que su regreso trae con ella grandes consecuencias.
Na-bi descubrirá lo que es el amor, la ambición, la traición, la obsesión y el...
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Mi corazón siente salirse de mi caja torácica, corro hacia el ignorando los peligros que pueden aver afuera, me adentro a la piscina pero el es enorme no lo puedo mover.
- ¡Namjoon!.- grito desesperada.
Siento miedo, desesperación no hay nadie estamos solos en la casa.
- Mi vida por favor responde, por favor.- lo llamo gritando.
Miro alrededor buscando que pudo haber pasado.
- Mi amor por favor no me hagas esto, te amo.- digo entre lágrimas.
Me quedo congelada y con cara de sorpresa.
Veo como Nam se reincorpora y rie.
La furia recorre mi cuerpo y lo veo con enojo.
Salgo de la piscina empapada.
Toma mi brazo lo aprieta y sigue riendo.
- Sueltame Nam, está fue una broma y una de muy mal gusto.- digo furiosa.
- Perdoname, ¿Sabes cuántas veces me tiré a la piscina para que tú salieras?.- dice sin apartar la mirada de mi.- Muchísimas veces.
Mi cuerpo se tensa con su solo toque, pero el enojo sigue, es un idiota uno muy enorme.
- Y tú, ¿No sabes cuánto pánico sentí?.- mi ojos se llenan de lagrimas.- ¿Que te pasa estás idiota?.
El sigue sujetando mi brazo.
- Si un idiota que se muere por ti.- toma mi cuerpo húmedo y lo pega al suyo.
Siento un calor al recorrer mi cuerpo algo que solo el me hace sentir.
- Sueltame, por favor.- empujó su cuerpo para separarme de él, pero me gana en peso y tamaño, así que es inútil.
Me toma más fuerza de la cintura, pegandome más a el.
La humedad de su ropa hace que está se pegue a el, dejándome ver lo bien que le hace el ejército.
- No, te quiero para mí.- sin permiso alguno estampa su labios con los míos.
El beso se hace más intenso, introduce su lengua, dejándome saborear la suya.
Me paga más a el sujetando con fuerza mi cintura, dejándome sin escapatoria.
Se separa del beso.
- Te ves tan sexy con este pijama.- dice susurrando muy cerca de mi boca.
No lo pienso ni un segundo y lo vuelvo a besar, con la misma intensidad, su boca era un vicioso para mí.
Doy un pequeño salto, abrazando mis piernas su cintura, seguimos con ese beso intenso sin ganas de separarnos o dejarnos respirar el uno al otro.
Lo siento caminar, abre la puerta corrediza de la sala, entramos a ella, sujeta con sus enormes manos mi trasero, apretándolo a su antojo.
Seguimos en la fusión de nuestras bocas, me sube a la barra de la cocina dejándome sentada en ella, se acomoda entre mis piernas.
- Enfermaremos, si seguimos húmedos.- dice con voz profunda.
Veo como se quita su camisa húmeda, dejándome ver ese pecho bien trabajando por el ejército, me alejo un poco para observarlo mejor.
Me mira con esa mirada profunda como la de un dragón.
Tomo la parte superior de mi pijama y la retiro delante de su atenta mirada.
Nuestras miradas se conectan.
Su dudarlo el se abalanza sobre mi besándome, me dejó guiar por sus movimientos, dejándome sin alimento.
Me toma de nuevo, enrollo mis piernas en su cintura.
Llegamos a mi habitación, cierra la puerta con solo movimiento, camina hacia mi cama dejándose caer sobre ella y sobre mi.
Se reincorpora sobre la cama.
Jadeo al sentir sus manos bajando lo que queda de mi pijama.
Baja su pans dejándome ver su erección, salir de sus boxers, abro mis piernas para el, se acomoda entre ellas.
Sube lento por mi pecho dejando besos sobre el.
Jadeo al sentirlo tan dispuesto para mí.
- Solo quiero darte mi amor.- y en un solo movimiento se introduce en mi, arqueo mi espalda al sentirlo tan profundo.
Los movimientos empiezan fuertes sin cuidado alguno.
- Di mi nombre.- dice con voz de mando.
Aprieto mi boca, siento que por sus estocadas no puedo ni hablar.
- Di mi nombre.- dice muy cerca de mi oído.
Tomo aliento de dónde pueda, respiro profundo.
- Kim... Namjoon.- susurro.
Toma mi cuello y lo aprieta ligeramente, las estocadas se vuelven más rudas y sin parar.
Gimo al sentirlo dentro de mi.
Me pierdo entre el placer que el me ofrece.
Subo mis manos hacia su pecho para tocarlo, una pequeña capa de sudor cubre su cuerpo, lo hace ver tan sexy.
Sus jadeos y mis gemidos llenan mi habitación.
Siento mi intimidad palpitando, indicándome que terminaré pronto.
Toma mi cintura, haciendo estocadas aún más rudas, arqueo mi espalda, sintiendo un líquido recorrer mis piernas, sus estocadas se vuelven más lentas, indicándome que termino y que llegamos juntos.
Se deja caer a mi lado, subo a su brazo acomondome muy cerca de el.
Nunca más volveré a dudar de lo que siento por ellos, me hacen sentir amada, deseada y siguen aquí conmigo nunca jamás volveré a dudar de mi amor por ellos.
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