Capítulo 4

56 8 0
                                    


                         

Después de casi se me saliera el corazón por como maneja Mi-na, llegamos al restaurante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de casi se me saliera el corazón por como maneja Mi-na, llegamos al restaurante. Bajamos del auto y nos dirigimos a la entrada.

- Hola buen dia señoritas.- Dijo la chica detrás del mostrador con una amable sonrisa.- ¿Para cuantas personas su mesa?.

- buen día, para 3 personas por favor.- Dijo la rubia acomodando su cabello.

- Adelante.- dijo haciendo una seña con su brazo para que pasáramos, nos llevo hasta la mesa.- Aquí les dejo la carta del menú, en un instante un compañero las atenderá.- se retiró de la mesa.

- Bueno Na-bi y cuentanos, ¿Cómo te fue con aquel coreano espectacular con el que estabas saliendo?.- dijo la rubia sin quitarme la mirada de encima.

Trague seco, Dios no quería recordarlo, fue una relación tan agotadora, llena se problemas y de engaños la verdad no queria recordar.

- Buen día señoritas, el día de hoy seré su mesero, ¿Ya ordenarán?.- Dijo amble el chico.

Salvada por la campana Na-bi.

- Yo quiero fruta y pan tostado.- Dijo la castaña.

- Yo unos hotcakes, con fruta y café, por favor.- Dije mientras extendía la carta al chico.

-Yo quiero... A ti.- Dijo la rubia con una sonrisa traviesa.

Lía y yo volteamos a ver al mesero como se ponía de color rojo como un tomate.

- Es broma guapo, fruta y un café por favor.- dijo acompañado de un guiño.

-En un momento se los traigo.-Dijo apenado.

Mi-na nunca cambio, desde niñas ella era la más atrevida de las tres sin duda.

- Hay chicas solo quería hacer el momento un poco más divertido.- Dijo divertida.- pero bueno.

- Chicas, ¿ Ustedes saben en qué situación está la empresa?.- dije sería.

- La verdad que no, pero mi hermano dijo que está bien, que todo va bien que la empresa va creciendo en ganancias.- Dijo Lía sin quitarme la mirada de ensima.

Solo vi como la rubia rodó los ojos, al escuchar a Lía hablar de su hermano.

- Chicas aquí están sus platillos y sus bebidas.- dijo con una sonrisa, puso la comida en la mesa.- estoy para servirles, con permiso.- y se retiró de la mesa.

El desayuno fue ameno, hablamos de cosas de cuando éramos niñas, ya que casi nos aviamos criado juntas, nuestros padres eran amigos desde la facultad. Mi-na y yo somos de la misma edad tenemos 27 y Lía tiene 25.

****

Pasaron las horas, mi teléfono interrumpió nuestra conversación, solo rodé los ojos al ver el nombre en la pantalla de mi celular que decía Padre, tuve que contestar a fuerzas:

- Padre.- dije

- ¿A qué horas llegarás?, tenemos muchas cosas de que hablar. - dijo con tono serio.

- Padre ya estoy en Corea.-dije mirando asía el ventanal.

- Mándame tu ubicación, el chófer irá por ti.- dijo al otro lado de la línea.

- Bueno padre.- dije colgado la llamada.

- Uyyyy no.- dijo Mi-na en tono de burla.

- No se porque mi padre trae este comportamiento conmigo.- mientras miraba mi teléfono y le mandaba mi ubicación.

Hubo un momento de silencio, hasta que Lía lo rompió.

- Na-bi.- dijo mirándome.- Solo recuerda que estás en la edad en la que nuestros padres se casaron.- dijo en tono serio.

- Lo sé, lo sé, pero yo no quiero casarme aún, además no tengo novio.

- Les recuerdo chicas, que esa no es nuestra decisión, si nuestros padres dicen con el te casas con el te casas y punto, eso no lo vamos a decidír nosotros, es más ni los hombres los van a dejar decidír, así que hágale como yo disfruten mientras puedan.- dijo la rubia mientras le daba su último trago al café.

El silencio reino, la cuenta llegó, Lía decidió invitarnos, nos dirigimos hacia la salida, mi chófer ya me esperaba, me despedí de las chicas, me subí a la camioneta.

Lo que avía dicho Mi-na me dejó pensativa, si mi papá planeaba que las cosas fueran así, no sé cómo voy a reaccionar.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mis 7 pecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora