Seo Na-bi hija del gran Seo Jun CEO de SJPKM Private Security, volverá a Corea después de 5 años, pero lo que no sabe que su regreso trae con ella grandes consecuencias.
Na-bi descubrirá lo que es el amor, la ambición, la traición, la obsesión y el...
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La miro, la observo reír se ven tan bella, siento que cuando estoy con ella, el tiempo a mi alrededor se detiene y solo ella existe en este momento.
Mi relación con ella esta bien, siento que quería tenerla siempre para mí, pero ella tenía sus reglas y Namjoon nos matara si no las cumplimos al pie de la letra, y nosotros como amigos también tenemos las nuestras.
Me senté en la mesa frente a ella, serví un poco de whisky en mi vaso con hielo.
- ¿No beberás?.- pregunté
- No, así está bien.- dijo segura.
Hizo una bailecito, después de probar su spaghetti, estás cosas me enamoraban más al estar solos, en la oficina era un mujer de negocios, pero a solas conmigo era completamente diferente.
Aún teníamos que contarle algunas cosas pero teníamos que ir lento para no asustarla ni hacerle daño, no queríamos lastimarla.
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Terminamos de comer, me sentía muy satisfecho.
- Iré al baño.- pronunció la pelinegra.
Solo vi que se levantó de la silla y camino asía la habitación, termine el poco alcohol que me quedaba y decidí limpiar la mesa.
Unos minutos ya avían pasado y decidí sentarme en el sillón.
- Baby.- sonó dulce.
+🔞
Voltee asía la recámara, se mira tan perfecta en esa lencería encaje negro, con la bata de seda negra, dejaba a la vista su abdomen y sus piernas blancas.
- Baby, ven.- mencioné palmeando mis muslos.
Camino seductora hacia mi, traía tinta en sus labios y se pelo negro suelto.
Se sentó en mis piernas, pase mis manos por sus piernas asiendo pequeñas caricias en ella, solo vi como se mordía los labios.
- Baby, te cogeré también está noche que los vecinos escucharán tus gemidos.- dije coqueto.
- Mmm... Baby tus vecinos son los chicos.
- Entonces que los chicos escuchen como gimes conmigo está noche.- mientras seguía con las caricias.
La gire hacia mi, abrió sus piernas quedando ensima de las mías, acomode su cabello, detrás de su hombros.
Ella entrelazó sus brazos en mi cuello, asiendo que nuestros rostros quedarán muy cerca uno del otro.
La contemplé unos segundos, pero no podía soportar más la quería tener.
Me acerque más a su rostro y la bese, el beso era lento nuestras respiración se mezclaban entre si, pero quería más.
Me levanté del sillón, tomando sus caderas y enredando sus piernas en mi cintura, la recosté sobre la mesa, me decice de mi camiseta.
- Te gustará.- mencioné como un susurro en su oído.
Abrí sus piernas quedando a mi vista su entre piernas, quite aquellas bragas de encaje negro, y abrí más su piernas para dejar a mi vista su intimidad, tan exquisita como siempre, se volvió un vicio para mí.
Empecé a besar sus muslos turnando entre ellos, hasta llegar a su intimidad, saboreando la con mi lengua.
- Mmm... Baby.- acompañado de un gemido.
Segia asiendo movimientos con mi lengua en su botón de placer, ella se retorcía.
Sus gemidos es musica para mí y sabía lo mucho que lo disfruta.
- ¡Baby!.- gimió fuerte y su cuerpo empezó a templar indicándome que terminaría muy pronto y en cuestión de segundos un líquido cristalino salió de su intimidad.
Me separé de ella y la observé un poco más, su pecho se elevaba, su respiración es agitada.
Ella aún mantiene sus ojos cerrados.
La jale del brazo, metí mis manos por debajo de la bata, desabrochando su sostén, dejando a mi vista sus pechos.
Su mirada seguía atenta a mi, me despoje de mi pans y mis boxers, solo mire que se mordió su labio inferior.
Le reí coqueto.
La recosté de nuevo.
- Eres mía baby.- dije abriéndome paso entre sus piernas, frote mi miembro en ella.
- S...si Baby.
Entre en ella sin avisar y solo vi como arqueo su espalda, espere un segundos para empezar a moverme.
- Baby.
Empecé a moverme lento, pero con fuerza.
Sus gemidos llenaban todo el departamento.
Subí sus piernas así mi pecho, mis movimientos se volvieron más rápido.
- Baby termina para mí.- pidió la pelinegra recostada en mi mesa.
Un cosquilleo sentí en mi miembro, las estocadas más rudas.
Termine dentro de ella.
La reincorpore, la cargue poniendo mis manos en su trasero.
- Baby estoy agotada.- menciono la pelinegra.
- Pensaste que habíamos terminado ¿verdad?.- camine hacia la habitación.- no hemos terminado.
- Baby.
- Dije que no emos terminado.- cerré la puerta.- ¿Entendiste?.
La dejé caer en la cama y me dejé caer sobre ella.
Teníamos pocas oportunidades para estar juntos, así que no hay que desaprovecharla, está noche es mía y de nadie más.
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