Pasión de Gavilanes

Capítulo 44

Las dos se quedaron un rato más en el exterior, entre abrazos, caricias, bromas, risas y besos. Ambas sentían que ese nudo que habían tenido en el pecho durante varios días desaparecían, no habían preocupaciones, miedos, en ese momento, lo único que había era el amor de la una por la otra.

Cuando realmente se estaba haciendo tarde entraron, Alycia fue a la cocina para preparar algo para todos, aunque los demás estaban alrededor charlando, la única que realmente la ayudaba era Jimena

-Nunca creí ver a Jimena ayudando en la cocina -dijo Norma

-Cuando vivía con nosotros siempre ayudaba a Quintina -comentó Alycia

-Nosotras no somos muy buenas... -dijo Sara agarrando a Alycia por la cintura mirando lo que estaba haciendo

-No esperaba menos de unas niñas mimadas como vosotras -dijo Alycia burlándose de ella dándole un pequeño empujón con su cadera

-¡Oye! -Sara sonrió aunque intentó parecer ofendida-. ¿A quién llamas mimada?

-¡A ti! -Alycia se giró y agarró a Sara por la cintura pegándola a ella, Sara estaba con los brazos cruzados, pero en el momento en que los labios de Alycia tocaron los suyos, se rindió a sus encantos

-Será mejor que salgamos de la cocina o la comida no se hará hoy -dijo Oscar agarrando a Sara y sacándola de la cocina

-Ya, porque tú lo de ayudar, ¿para qué? -comentó Juan

-Si me dicen que hacer yo puedo... -Norma miraba a su hermana y su cuñada

-No te preocupes, la comida casi está -le aseguró Alycia

Los ocho comieron entre risas y bromas, como una gran familia. Lena contó anécdotas sobre la época en la que había conocido a Alycia y los conciertos, Jimena y Óscar hablaron de sus pinos con la actuación, las conversaciones iban de un extremo a otro. Después de comer se sentaron en la chimenea, Franco sacó la guitarra comenzó a tocar, Alycia comenzó a cantar, Sara se acomodó para seguir abrazada a ella pero poder mirarla mientras cantaba. Alycia la miraba con una sonrisa mientras cantaba.

-¿Cómo puedes hacer canciones tan bonitas? -preguntó Norma emocionada

-Es fácil cuando solo cantas lo que sientes -dijo Alycia mirando los ojos de Sara

-¿Es por amor? -susurró Sara con la voz emocionada

-Por tu amor -Alycia la atrajo hacia ella y la besó

Sara no era como Jimena, no era alocada, ni perdía las formas, siempre había sido correcta y sabía comportarse. Pero en aquel momento, sus buenos modales se habían esfumado, había olvidado por completo que estaban en una reunión con más personas y se había quedado besando a Alycia. Cuando ambas se separaron rieron con vergüenza al ver que todos se habían ido y ni siquiera se habían dado cuenta de cuándo había sucedido. Sara apagó la chimenea antes de que ambas se dirigieran hacia su habitación.

Una vez a solas, los besos se reanudaron, pronto la ropa fue desapareciendo

-No... -Sara se puso en tensión cuando Alycia se puso en su espalda-. No mires...

-No tengas miedo -dijo Alycia besando su nuca

Alycia miró las marcas de la espalda de Sara, cada vez eran menos visibles, nada que ver con cuando la vio aquella misma noche, tocó las marcas con delicadeza, comenzó a besar una a una, sintiendo como el cuerpo de Sara se estremecía ante sus besos.