Alycia fue hacia donde estaba su hermano Franco
-Dame las llaves del coche -pidió
-Aly, estás muy alterada, no puedes conducir así -dijo Franco
-Espérate y te llevamos -sugirió Juan
-¡No! Quiero irme ahora y quiero hacerlo sola -dijo Alycia
-Yo tengo mi coche -dijo Rosario
-Nadie te ha...
-Perfecto -dijo Alycia cortando a Jimena y siguiendo a Rosario
-¿Qué va a hacer esa loca? -preguntó Óscar al ver como su hermana se alejaba apresurada de allí con Rosario
-No, esa niña no va a hacer... -Juan fue tras Alycia pero Franco lo detuvo
-Juan, no montes un escándalo, ya la conoces, si le prohíbes irse con ella lo hará aún con más razón, todavía puede que ella se arrepienta
-¿Se puede saber qué le pasaba a Sarita? -preguntó Óscar molesto-. Se supone que está con nuestra hermana, ¿qué hacía con ese tipo?
-Por favor, amor, cálmate -le pidió Jimena-. Seguro que hay alguna razón para lo que pasó
-Esta vez ellos tienen razón, aunque intuyo que mamá está detrás de todo, Sara debe dejar de hacer todo lo que le piden -dijo Norma que miraba hacia donde su hermana estaba, la cual no dejaba de mirar hacia donde Alycia se había ido con Rosario-. Será mejor que vaya a por ella antes de que haga una locura
-¿Aún más? -bufó Óscar
-Yo volveré a la hacienda -dijo Ruth-, por si Alycia vuelve
-Voy contigo -dijo Lena, miró a Franco-. No te importa, ¿verdad?
-Claro que no -dijo Franco que deseaba ir también, pero debía atender a algunos hacendados
***
Alycia miraba por la ventana, la tenía bajada, dejando que el aire golpeara su rostro. ¿Cómo habían cambiado tanto las cosas? Esa misma mañana tenía pensado cantarle una canción de amor a Sarita, en cambio, había terminado rompiendo con ella.
Ni siquiera estaba escuchando las palabras que le decía Rosario, ni se daba cuenta de que mientras le hablaba su mano descansaba cada vez más arriba de su muslo. Aunque el cuerpo de Alycia estaba en aquel coche, su cabeza estaba en otro lado. Estaba en la risa de Sara con aquel chico, en cómo el chico decía que era su cita, en la mano del chico en su cintura.
Y aunque lo único que quería era partirle la cara a aquel hombre, no lo hizo, porque él no tenía la culpa de querer coquetear con Sara, ¿quién no querría? Era hermosa, simpática, divertida, era la mujer que cualquier persona desearía tener. Pero ella no, ya no. No podía seguir siendo la amante a escondidas, la que debían esconder porque se avergonzaban.
-¿Dónde estamos? -preguntó Alycia extrañada cuando el coche paró
-He pensado que podríamos pasar un buen rato... -dijo Rosario besando a Alycia en los labios
-¿Qué? -Alycia abrió la puerta del coche ya que estaba atrapada entre Rosario y la puerta, salió del interior del coche-. ¿Qué haces? -Alycia se dio cuenta que estaban en el aparcamiento de un hotel
-Alycia yo te quiero y sé que tú aun me deseas -dijo Rosario saliendo del coche-. Podemos pasar la noche juntas como antes, podría hacer que te olvidaras de todo
-Ahora mismo quiero beber y olvidarme de todo -dijo Alycia-, y sí, seguramente me acostaría contigo para hacerle daño a Sarita, para olvidarme de todo por un momento. Pero nunca te he usado como los clientes del bar Alcalá, nunca te he tratado como una puta. ¿De verdad quieres que empiece a hacerlo?
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Pasión de Gavilanes
FanficLos Reyes, Juan, Oscar, Franco y Alycia tras la muerte de su hermana Libia deciden ir a ajustar cuentas con las últimas personas que vieron a su hermana con vida, y las culpables de que ésta se suicidase, los Elizondo. Lo que nadie iba a imaginar es...