Olegario había sido trasladado a un hospital, la policía había ido a tomar declaración a los de la hacienda Reyes y todos juntos, habían ido a la hacienda de los Elizondo
-Tú deberías estar en la cama -dijo Franco
-¿Y perderme a ese desgraciado pagando por lo que ha hecho? -Alycia negó.
Alycia desde que había visto a Olegario lleno de golpes de fustas, no dejaba de imaginar a Sara con la espalda marcada, por culpa de Fernando. Aquello era algo que aún tenía pendiente con él, algún día le pagaría todo el sufrimiento que le había causado a Sarita.
Una vez en la hacienda de los Elizondo, Fernando comenzó a insultar a los Reyes, Alycia vio a Don Martín asomado a la terraza, pero no vio a Sarita ni a Norma. No movió ni un solo músculo cuando Juan le dio un puñetazo a Fernando después de acusarlo de mandar a Olegario a matarlo.
Norma y Sarita salieron corriendo de la casa, yendo a por sus respectivas parejas
-Tú no deberías estar aquí -dijo Sara mirando preocupada a Alycia, pues aunque se mantenía erguida, se le notaba que le estaba costando estar en pie-. ¿Qué hacen aquí?
-Fernando le pegó una paliza a Olegario por pisar vuestros terrenos -explicó Alycia a los presentes
-Pero esta vez vinimos respaldados por las autoridades -dijo Juan
Las autoridades intervinieron, antes de que volvieran a golpearse y las cosas se salieran de control.
-¿Qué hace ella aquí? -preguntó Alycia al ver que Rosario y Armando estaban presentes, había estado tan enfocada en Fernando que ni siquiera había reparado en ellos
-Son invitados de Fernando -dijo con fastidio Sara
-¿Te ha vuelto a molestar? -Alycia cogió el rostro de Sara entre sus manos y acarició su mejilla mientras la miraba a los ojos preocupada
-No, no te preocupes, intento no hacerle caso -dijo Sara abrazando a Alycia, notando la mirada de Rosario en ellas
-Aly, tenemos que irnos -dijo Franco yendo hacia el coche
-Por favor, prométeme que vas a cuidarte -dijo Sara preocupada
-Te lo prometo -Alycia la besó
***
A pesar de los testigos que testificaron contra Fernando, sus abogados consiguieron convencer al juez de que los testigos al ser personal de los Reyes, lo estaban difamando. Por lo que, ni siquiera pasó la noche en la cárcel, a las pocas horas, estaba de regreso en su casa, como si nada hubiera pasado.
Alycia estaba en las caballerizas, acariciaba a Relámpago, charlando con él como cada día. Aún no había vuelto a montar, necesitaría unos días hasta que las heridas del accidente sanaran y dejaran de doler. Sus hermanos deseaban que estuviera en cama, pero Alycia era incapaz de quedarse quieta.
-Dijiste que estaba todo olvidado -dijo Ruth acercándose a Alycia
-Así es -dijo Alycia sin mirarla
-Pero aún así llevas días evitandome
-Podría decir lo mismo de ti y Eva, te vas temprano y vuelves tarde, intentas pasar el menor tiempo posible aquí
-Lo nuestro es diferente -admitió Ruth
-Los secretos, las mentiras... siempre son iguales
-No te entiendo -Ruth frunció el ceño, miró directamente a Alycia, girándola para que la mirara-. ¿Me mentiste cuando dijiste que estábamos bien?
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Pasión de Gavilanes
FanfictionLos Reyes, Juan, Oscar, Franco y Alycia tras la muerte de su hermana Libia deciden ir a ajustar cuentas con las últimas personas que vieron a su hermana con vida, y las culpables de que ésta se suicidase, los Elizondo. Lo que nadie iba a imaginar es...