Cuando Sara llegó a la Hacienda su madre y Fernando estaban en la puerta, por sus miradas estaban preocupados, Olegario debió contarle a donde había ido, se bajó del caballo e intentó pasar
-¿Cómo se te ocurre ir a enfrentar a esos bandidos sola? -le recriminó su madre
-No pasó nada, no tienes que preocuparte -dijo Sara intentando pasar de largo, pero su madre la agarró del brazo reteniéndola
-¿Cómo que no? -dijo su madre girándole la cara viendo la herida que tenía
-Si esos malnacidos te atacaron debemos decírselo a la policía -comentó Fernando
-No pasó nada -repitió Sara-. Me caí del caballo y tuve que regresar, no vi a ninguno de los hermanos Reyes
Sara, por fin, pudo entrar en la casa, se fue directamente a su habitación. Se miró en el espejo el golpe que tenía en la cabeza, por suerte se veía peor de lo que realmente era, en pocos días desaparecería. Sara recordó el momento en que Alycia la había rodeado con sus brazos cuando había detenido su ataque, era más fuerte de lo que parecía, su cuerpo había quedado completamente pegado al suyo, su aliento en su oreja cuando le había hablado en el oído... instantáneamente se le vio la imagen de Alycia diciéndole que no la tocaría aunque fuera la última mujer en la Tierra. Aquellas palabras le habían dolido más que todo lo demás.
Sara volvió a mirarse en el espejo y no pudo evitar compararse con la nueva amante de Alycia, la joven era hermosa. Sus ojos verdes tenía una tonalidad más oscura que los de Alycia, su piel era blanca como la porcelana, sin una sola imperfección, Sara tocó su rostro surcado por pecas y quemado por el sol al trabajar tantas horas al aire libre. Aquella desconocida llevaba maquillaje, en sus labios rojos era lo primero que se había fichado. Sara recordó que la única vez que Alycia le había dicho que se veía hermosa también había estado maquillada. Entonces pensó en la cantante del bar de mala muerte, la antigua amante de Alycia, ella también se maquillaba. ¿A Alycia le atraían las mujeres maquilladas? Pero había algo en la que las dos mujeres que habían estado con Alycia coincidían, cada una con un estilo diferente, pero ambas vestían con ropas modernas. Sara se alejó para mirarse de cuerpo entero, el botón de su camisa abrochado hasta arriba, era ropa de trabajadora, no muy diferente de los hombres con los que trabajaba.
***
-¿Cómo se te ocurre traerla aquí? -preguntó Juan a su hermana cuando le contó lo sucedido
-No iba a dejarla en mitad de la nada sin auxiliarla -contestó Alycia
-A saber que mentiras estará contando la bruja esa -comentó Óscar-, seguro lo exageró todo y nos mandan hasta a la policía
-No debiste enfrentarla -dijo Franco
-No le tengo miedo ni a Sara ni a ningún Elizondo, si me atacan responderé -Alycia miró a cada uno de sus hermanos, pues parecía que de pronto los tres se hubieran puesto en su contra
***
-Déjame ver eso -dijo Jimena sentándose en la cama donde Sara estaba acostada
-No es nada, solo un rasguño
-Me parece muy raro que te hayas caído del caballo, eres una gran jinete
-Cualquier puede tener un accidente
-Sarita a mi no me engañas, volviste a tener problemas con ellos y no quieres decirmelo
-Pues sí -dijo Sara sentándose en la cama mirando a su hermana-. Volví a discutir con la idiota de Alycia, ¿te puedes creer que presume de su fortuna? ¡Si vieras las ínfulas que se da esa desgraciada!
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Pasión de Gavilanes
FanficLos Reyes, Juan, Oscar, Franco y Alycia tras la muerte de su hermana Libia deciden ir a ajustar cuentas con las últimas personas que vieron a su hermana con vida, y las culpables de que ésta se suicidase, los Elizondo. Lo que nadie iba a imaginar es...