Capítulo 47

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Alycia estaba trabajando en su despacho, estaba hablando con Eva de las finanzas, la mujer había demostrado ser muy buena en la economía y Alycia apreciaba sus consejos. Un golpe en la puerta hizo que ambas mujeres levantaran la vista

-Alycia, perdona que te moleste cuando estás trabajando -dijo Quintina-, pero la señorita Sara está aquí

-¿Está en la sala? -a Alycia se le iluminó el rostro

-No, literalmente está aquí -Quintina se hizo a un lado para mostrar a la mayor de las Elizondo

-Siento llegar sin avisar -dijo Sara

-Tú no tienes que avisar, esta es tu casa -dijo Alycia con una sonrisa

-Con permiso -dijo Eva-, las dejo a solas

-Gracias Eva -comentó Alycia

Cuando la puerta se cerró, Alycia se acercó a Sara y le dio un beso

-¿Ha pasado algo? -preguntó preocupada

-No, ¿es tan raro que venga a ver a mi novia?

-¿Sinceramente? Sí. A estas horas estás en la Hacienda, es extraño que te hayas escapado de allí -dijo Alycia

-Si estoy interrumpiendo puedo... -Sara se giró

-No -Alycia la abrazó por la espalda y besó su cuello-. Me encantan estas sorpresas inesperadas

Sara se giró y besó en los labios a Alycia, esperando borrar con cada beso las palabras venenosas de Rosario. Rodeó su cintura con sus brazos y sintió como Alycia se tensaba

"¿Entonces cómo sé que tiene un golpe en el costado?" Las palabras de Rosario resonaron en su cabeza. No la había creido, después de enfrentarse a ella se había montado en Relámpago y habia salido a cabalgar porque necesitaba despejarse, pero finalmente había acabado en la Hacienda de los Reyes. Necesitaba abrazar a Alycia, ella conseguía calmarla siempre, calmar sus celos. Pero allí estaba..., se había encogido por el dolor al tocar su costado.

Sara levantó la camiseta de Alycia para ver un hematoma en su costado

-Tiene peor pinta de lo que realmente es -dijo Alycia

-¿Cómo te lo hiciste?

-Un coche me arrolló -Alycia agarró los brazos de Sara y la miró a los ojos-. Y antes de que empieces, fue un accidente, una mujer mayor confundió el freno con el acelerador, la mujer estaba muy afectada por lo que pasó

-¿Y por qué Rosario Montes sabía de tu accidente?

-Estaba por la zona, se acercó para ver como estaba, me...

-¿Te qué? -exigió saber Sara

-Me llevó al hospital -confesó Alycia-. No podía conducir y estaba algo aturdida, cuando me lo propuso no reaccioné a tiempo, cuando me di cuenta estaba en su coche de camino al hospital. Se quedó hasta que llamé a Lena, después se fue

-Rosario te llevó -dijo Sara soltándose del agarre de Alycia-, llamaste a Lena. ¿Y yo qué? ¿No se te ocurrió llamarme a mi?

-No quería preocuparte, últimamente han pasado muchas cosas, mis hermanos tampoco lo saben, no quiero que se preocupen. Tanto ellos como tú comenzaríais a pensar que el accidente ha podido ser intencionado, pero solo fue un accidente, estoy bien

-Eso es lo de menos, parece que Rosario Montes sabe más de tu vida que yo -dijo Sara girándose y dirigiéndose a la puerta

Alycia se interpuso en el camino, apoyando su cuerpo contra la puerta para evitar que pudiera salir

Pasión de GavilanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora