Capítulo 57

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Sara se montó en su coche y comenzó a conducir hacia la Hacienda Reyes. Si Ruth había dicho aquello, sabía que a Alycia le habría dolido, le dolía todo lo que tuviera que ver con su hermana, quizás de otra persona, su temperamento hubiera hecho que la golpeara, pero con Ruth era diferente, la quería como a su propia hermana y sabía que aquellas palabras le habían dolido más de lo que seguramente admitiría.

Delante suya iba el coche de Ruth, que también había salido tras Alycia, Sara frunció el ceño al ver que el coche de Ruth frenaba de golpe, ella pisó el freno para no golpearla.

-¿Qué está haciendo? -preguntó Sara al ver como salía corriendo del coche

-¿Ruth? -Sara salió del coche preocupada-. ¿Estás bien?

-¡Ayúdame! -gritó Ruth-. ¡Es Alycia!

Sara salió corriendo hacia donde estaba Ruth, su corazón se aceleró al escuchar que se trataba de Alycia. Dio un grito al ver la sangre alrededor de su cuerpo

-Ella... ¿está...? -la voz de Sara temblaba, incapaz de pronunciar lo que más temía

-Respira... -dijo Ruth soltando el aire que tenía retenido-. Ayúdame a subirla al coche

-Súbela al mío -dijo Sara-, es más grande

Sara corrió hacia su coche, lo puso lo más cerca de Alycia que pudo, entre ella y Ruth la montaron con cuidado.

-Ve a casa de los Reyes, avísales de lo que le ha pasado a su hermana -le dijo Sara a Ruth

-Sara, estás muy nerviosa, no puedes conducir así, podrías tener un accidente y...

-No voy a tener un accidente -le aseguró Sara-, no cuando su vida corre peligro. Además, ¿crees que estás en mejores condiciones que yo?

Ruth se miró las manos, las tenía manchadas de sangre, le temblaban incontrolablemente

-Si crees que no puedes conducir, ven conmigo, deja tu coche aquí...

-No, iré a avisar a sus hermanos -dijo Ruth que necesitaba hacer algo más que esperar en la sala de espera de un hospital

Las dos se despidieron siguiendo caminos diferentes

***

Ruth conducía hacia la Hacienda de los Reyes, iba más despacio de lo que le gustaría, pero estaba demasiado nerviosa, su mente no dejaba de recordarle que Alycia acababa de tener un accidente por su culpa, si ella no hubiera dicho... Ruth intentó no pensar en eso en aquel instante, pues necesitaba explicarle a los Reyes del estado de Alycia.

***

-Cariño, por favor, aguanta -susurraba Sara al asiento trasero donde se encontraba Alycia

No se había atrevido a quitarle el casco, siempre había escuchado que a veces era peor, le había abierto la visera para que pudiera respirar mejor, ver su cara la calmaba y la angustiaba de la misma manera, pues a veces parecía que dormía plácidamente, y otras, ante la escasez de movimiento, pensaba que había dejado de respirar.

-Aly, por favor..., nuestra historia no puede acabar así...

Sara frenó en la parte de urgencias del hospital

-¡Ayuda! ¡Que alguien me ayude! -gritó Sara

Varias personas acudieron en su ayuda, al principio creyeron que era ella la herida al ver la sangre de su ropa, pero Sara no dejaba de decirles que atendieran a la persona de su coche.

-Señorita debe mover su coche de ahí -dijo una persona-. Obstaculiza el paso

-Yo... ella -Sara no dejaba de mirar a Alycia que se la llevaban-. Quítelo usted, por favor -dijo tendiéndole las llaves

Pasión de GavilanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora