「 Capítulo 37 」

110 17 0
                                    

❝[⋆Minho₊]❞



Me dejé caer sobre el sofá y cuando me disponía a tomar una siesta, el timbre sonó por todo el departamento por lo que me vi obligado a levantarme del sofá y caminé hacia la puerta con la clara intención de mostrarle mi dedo medio a la persona que ha irrumpido mi momento de paz y tranquilidad, sin embargo, no pude hacerlo pues tan pronto me encontré con la oscura mirada de Chan, sentí mis piernas temblar como si fuesen dos estúpidas gelatinas.

La verdad es que no me esperaba su visita a causa de que ni siquiera hemos hablado durante al menos un largo mes y todo es gracias a que ambos hemos estado demasiado ocupados como para dar molestias en la vida de otro.

Aunque la verdad es que me había mantenido alejado de él a causa de que me siento tan tonto cuando estoy frente a Chan y quizá es porque he sido tan jodidamente débil que ni siquiera pensé dos veces antes de actuar aquel día en el que anuncié que nos íbamos a casar. He de admitir que, en estos momentos, me dejé llevar por el pasado y gracias a eso ahora me encuentro comprometido con Bang Chan, mi enemigo.

—¿Qué haces aquí? — le pregunté tan pronto me di una bofetada mental para regresar al presente. Debo dejar esos absurdos recuerdos en el pasado para poder concentrarme en el presente pues de lo contrario, la situación se volverá más difícil de sobrellevar y no deseo que eso suceda.

—¿Así es como saludas a tu prometido? — me preguntó con tono burlón.

—¿Quieres que te reciba con un beso y de paso también un abrazo?

El peligris se encogió de hombros antes de responder—: No me molestaría.

Rodé los ojos antes de decirle—: Entra.

Chan entró al departamento y después tomó asiento en el sofá con auténtica confianza digna de admirar.

—¿A qué se debe tu inesperada visita? — le pregunté mientras tomaba asiento a su lado derecho.

—Las personas no han dejado de pedirme que las invite a nuestra boda.

—¿Cuántas invitaciones necesitas...?

—Cien invitaciones— respondió.

—Lo tengo.

Chan frunció el ceño mientras me preguntaba—: ¿En realidad invitarás a tantas personas?

Me giré hacia él y respondí—: Sí.

—¿Por qué?

—Solo me casaré una vez, ¿no debería hacer una ostentosa boda?

Chan soltó una risita antes de decir—: No importa lo que yo diga porque tengo la certeza de que al final harás lo que tú quieras.

—No puedo creer que ya estemos teniendo nuestra primera discusión de pareja— me reí. —Por cierto, mi padre quiere que vayas a cenar a casa el viernes. ¿Puedes ese día o debería hablar con él para cambiarlo?

—Sí, puedo ese día— aseguró.

—¿Seguro? No quiero interferir con tu agenda...

—Estoy seguro.

—Bien. Entonces pasaré por ti a las ocho.

—Minho.

—¿Sí?

—Gracias por contratar a los guardaespaldas y al mánager— dijo con tono serio tan pronto nuestras miradas se encontraron.

—Mi falso prometido merece eso y más, ¿no lo crees?

Todo es parte de un acuerdo que hemos hecho, aun así, me parece tan jodidamente real que podría perderme en cualquier momento por lo que debo recordarme constantemente que todo esto no es nada más que una mentira para que ambos podamos obtener lo que más deseamos en nuestras vidas.

Chan tragó en seco antes de responder—: Haré lo mejor que pueda para que las personas crean por completo que lo nuestro es verdad.

—Te lo agradecería bastante— admití.

—Lo haremos bien— aseguró. —Y afortunadamente tu eres un excelente manipulador de la prensa...

Hice una mueca de disgusto al escuchar lo que ha dicho y no pude evitar preguntarle—: ¿Soy un manipulador de la prensa?

—Sí— respondió. —¿No lo sabías o finges no saberlo para que se vea más natural?

Me encogí de hombros antes de hablar—: Yo no soy un manipulador. Ellos son los tontos. 

—Voy a fingir que te creo— se rio.

—No le daré importancia a lo que has dicho porque yo sé que es verdad.

—Regresando al tema de la boda...

—¿Qué hay con ello? — me preguntó.

—Puedes invitar a todas las personas que se acerquen a ti en busca de una invitación.

—¿Por qué lo haría?

—Demuéstrales que serás mejor que ellos.

—No creo ser capaz de hacerlo...

—Si puedes— lo interrumpí —Chan, muchas personas te han estado jodiendo la vida, así que ¿por qué no te atreves a restregarles en la cara que ya no serás un chico temeroso que puede ser burlado por cualquiera?

Chan suspiró antes de hablar—: Lo voy a pensar. Por cierto, ¿ya cenaste?

—No— respondí. —¿Quieres cenar conmigo?

𝙱𝚎𝚊𝚞𝚝𝚒𝚏𝚞𝚕 𝙴𝚗𝚎𝚖𝚢 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora