𝙱𝚎𝚊𝚞𝚝𝚒𝚏𝚞𝚕 𝙴𝚗𝚎𝚖𝚢 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

「 Capítulo 52 」

❝[⋆Chan₊]❞

Había estado esperando durante años esta magnífica oportunidad por lo que no dudé en aprovecharla al máximo pues de lo contrario, me hubiera arrepentido de por vida y la verdad es que deseo tanto tener a Lee Minho a mi lado como algo más que un amigo porque él se convirtió en todo para mí y a pesar de que intenté superarlo, no pude a causa de que tenía muy claro el hecho de que solo lo iba a querer a él en mi vida por lo que nunca le di la oportunidad a nadie más para conquistarme.

No obtuve respuesta por parte de Minho a causa de que se quedó profundamente dormido por lo que, de mala gana, me acomodé en mi asiento y le pedí a Heechul que subiera a la camioneta para que nos llevara al departamento del pelinegro. No tengo la certeza de que Minho pueda recordar todo lo sucedido a causa de que se encontraba ebrio, sin embargo, no pierdo la esperanza de que al menos tenga vagos recuerdos.

Lee Minho me ha gustado desde hace tanto tiempo atrás, sin embargo, no podía gritarlo a los cuatro vientos porque no deseaba que su futuro se viera arruinado gracias a mi amor por él. Tenía demasiado claro que sería difícil para él sobresalir en los negocios si yo me interponía a causa de que no muchas personas aceptan el amor entre dos personas del mismo sexo. Quería tanto que Minho tuviera un futuro prometedor y que cumpliera su sueño de convertirse en el heredero de la familia Lee por lo que me abstuve de pedirle que fuéramos novios, sin embargo, fue un error pues una tercera persona no dudó en entrometerse hasta que logró separarnos.

Debí de haber luchado más en aquel momento, pero solo acepté a regañadientes que Minho se fuera del país durante un tiempo y cuando volvió, me quedó más claro que lo nuestros no tendría reparo a causa de que él deseaba tanto obtener venganza por un malentendido.

—Hemos llegado, joven Bang— anunció Heechul tan pronto detuvo la camioneta frente a la puerta trasera del elegante y costoso condominio en donde vive Minho.

Miré hacia el pelinegro y sentí la inmensa necesidad de besarle en los labios a causa de que se ve tan lindo y cómodo en mis brazos, pero no puedo hacerlo porque perdería el control por completo.

—Puedo llevar yo mismo al joven Minho a su departamento— dijo Heechul —Otro de mis hombres pueden enviarlo de regreso a casa...

—Yo me encargaré de Minho— sentencié.

Heechul se mostró sorprendido y un poco indeciso.

—El joven Minho no me perdonaría por nada del mundo si usted tiene problemas con la prensa a causa de él— dijo.

—Yo tomaré la responsabilidad de lo que suceda— aseguré y tan pronto regresé la mirada hacia el tierno pelinegro, dije con tono serio—: Minho es mi prometido y yo me encargaré de él.

—Como usted lo ordene, joven Bang.

No tengo ni la menor idea de porque ha aparecido el inmenso deseo de proteger a Lee Minho al máximo. En el pasado, yo cuidaba todo el tiempo de ese chico problemático e indiferente pues me gustaba tanto ser su lugar seguro. Él confiaba tanto en mí yo lo único que hice fue joderlo todo gracias a mi temor de arruinarle la vida. Es bastante irónico el hecho de que al final de todo, lo nuestro tuvo un desagradable final y ni siquiera tuve oportunidad de pedirle que fuera mi novio formalmente.

Me bajé de la camioneta y con la ayuda de Heechul, logré colocar a Minho sobre mi espalda para llevarlo directamente a su departamento. Me gusta tanto tener al pelinegro conmigo pues me hace sentir tan feliz a causa de que los buenos recuerdos del pasado vuelven a mi mente y no hay duda de que los disfruto tanto.

Después de unos minutos, Heechul cerró la puerta del departamento y se marchó.

Llevé a Minho a su habitación, lo recosté y le quité los zapatos, así como el saco y la corbata; abrí los primeros dos botones de su americana y disfruté por completo de la obra de arte que se encuentra frente a mí.

—No quiero dormir solo— balbuceó Minho tan pronto comencé a caminar hacia la puerta de su habitación por lo que no dudé en regresar a la cama y sin darle más vueltas al asunto, me acosté y disfruté al máxima la sensación de tenerlo entre mis brazos y también de embriagarme con su adictiva aroma.