Melodíosa Tentación (+21)

Capítulo 49 (devuelta al infierno)

♤huir es de cobardes♤

Elian

Londres 2 meses después

— vamos con papi — veo a la mujer que atraviesa la puerta con el pequeño en brazos. Deposita un beso en mi mejilla, ruedo los ojos asqueado — no me gusta la barba quitatela y también ese cabello es horroroso.

— Dulce deja de dar órdenes que no te corresponden — tomo a Dalton en mis brazos, esta grande cada vez se parece más a su padre.

— soy la futura Dama así que puedo opinar sobre porque te beneficia y no.

— solo hay... — la puerta me interrumpe.

— fuera perra — Irina y Dalila entran.

— así le hablas a tu Dama.

— no veo a Céline por acá así que yo trato a las perras como se me vine en gana.

Las ignoro y sigo tratando de rastrear a Celine, un mes un maldito mes que le he perdido la pista — ¿en donde mierda estará? — Dalton me ve y regresa la mirada a la computadora.

Si lo acepto la cague con lo de Dulce, pero no hay como explicarlo, no tengo como.

— pa... pa... pa... — escucho a Dalton mientras le pega a su juguete, solo puedo pensar en mis hijos. Si estarán bien, claro que están bien Céline los cuida con locura.

No he escuchado nada De Emmet o Enzo todos desaparecieron de la tierra, eso no es posible. Dylan se fue la siguió como el fiel sirviente que es.

— Elian tenemos problemas en uno de los clubs — levanto la mirada.

— el Musa — habla Dalila.

Dulce tensa la mandíbula y ve a las dos mujeres.

— no vengan a distraer al Diablo — Dalila la ve incrédula — esas solo son mentiras Diablo no hay nada de malo con los clubs.

la deje de encargada de los Clubs y no creo que se vallan a la mierda ella ha pasado mucho tiempo dentro de uno.

— eso háblalo con Dulce — Irina bufa y sale de la oficina.

— extraño las palizas de la Dama, al menos ella si tiene cerebro y no deja que tu mierda se caiga en pedazos — habla Dalila.

— yo no dejo que Elian caiga.

— solo buscas la manera de meterte en sus sábanas y darle un hijo, te informo Dulce que ya hay tres niños y dos niñas le pueden quitar la vida a cualquier engendro — sale azotando la puerta.

— ¿por qué siguen aquí si no ayudan en nada.

— son las protectoras de Nicolaí y Mary.

— Rebeca me desagrada.

Arqueo una ceja — acostúmbrate.

— dice que es la dama y hace mucho que ella dejó de serlo.

— hasta el día que muera seguira siendo la Dama.