Tengo una imaginación muy activa y necesito escribir las cosas que se me ocurren en algún lado ✨️
Donde tú eres Sasha, la protagonista.
🏎 One shots de f1, f2 y f3 💜
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Hace tiempo que no veo a mi cliente favorito por aquí. Desde hace apenas unos meses se hizo habitual para mí recibir a Sebastian por las tardes en los fines de semana que no corría. Fue tan así que este sábado se me hizo extraño no verlo, ya que la semana pasada tampoco vino. No he podido parar de pensar en él desde la primera vez que vino aquí, y cómo yo casi muero al verlo y hablar con él. Suspiré apoyada sobre el mostrador echando un vistazo general a la cafetería, inusualmente poco atareada para ser sábado por la tarde. No faltaba mucho para acabar mi turno, tan solo unas dos horas para las ocho, así que comencé a recoger algunas de mis cosas para dejarlas listas.
— ¡Hey, Sasha! —la voz de mi colega me saca de la distracción— ¿Te importaría atender a esos dos nuevos clientes? Creo que te hará ilusión.
Él es un amigo cercano, sabe más que de sobra sobre mi crush con Sebastian. Sin embargo, ¿dos? Al alzar mi cabeza y verlos sentarse en su mesa habitual, casi me caigo al suelo. Intenté recomponerme, pensando en cómo arribar a la conversación con ellos dos.
Camino hacia su mesa, con mi mejor sonrisa.
— ¡Sasha! ¡Qué bueno verte! Ya te extrañaba mucho —Sebastián exclama al verme acercarme, con su voz juguetona.
— Ya me preguntaba qué hacías sin visitarme —respondo siguiéndole el juego, con mis mejillas calientes—. ¡Kimi, es un placer conocerte! Jamás pensé que te vería en persona —intento disimular un poco mi fanatismo.
— El gusto es mío —suelta una pequeña sonrisa—. Ahora entiendo por qué Seb insistía tanto en traerme aquí.
— Joder... —susurro para mí, sintiendo mi rostro arder.
— Yo voy a pedir lo de siempre, cariño. Ya lo sabes —me indica. Y claro que lo sé, jamás lo olvidaría.
— ¡Genial! ¿Y para ti, Kimi?
— Pues no he ni abierto el menú... ¿qué me recomendarías?
— Veamos —me pongo a su lado y abro el menú para que ambos pudiéramos verlo. Mis nervios se acrecentan al ver que repasó mi cuerpo de reojo—. Siento que te vendría genial un iced latte, ¿tal vez de caramelo?
