one shots; formula one ㅡㅡ esp. 🏎️🔥

𝙇𝙖𝙣𝙘𝙚 𝙎𝙩𝙧𝙤𝙡𝙡 [𝙎]

🔥 i'll take care of you 🔥

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— ¡Pero si apenas estuve al sol! —me quejé por enésima vez, mientras volvíamos a casa.

— Lo sé, Sasha —suspira mi novio—. No te preocupes, no se ve tan mal.

   Tal vez mis piernas no se veían tan enrojecidas, pero me ardían muchísimo. Hemos venido de vacaciones a la playa, y subestimé lo fuerte que estaría el sol.

— Me arde mucho, Lance —lloriqueo, también agotada por haber pasado todo el día fuera.

— Está bien, cuando lleguemos a casa veremos como lo solucionamos.

   Al menos no estábamos demasiado alejados de la costa. Fue caminar un par de bloques hasta que por fin pude dejar las cosas en el jardín de la entrada y relajarme un poco.

   Detesto sentirme de mal humor estando de vacaciones con él. Nos encanta disfrutar y pasar tiempo juntos, pero no contaba con que iba a quemarme la piel. Necesitaba darme un baño urgente y despejar la mente.

   Me duché con agua fría, ya que de lo contrario iba a ser un puto infierno. Fui muy cuidadosa con mis piernas a pesar de lo mucho que me ardían al contacto con el agua. Me aseguré de quitarme toda la suciedad del mar y sentirme más a gusto.

   Seco mi cabello con la toalla, antes de salir del baño me pongo mis bragas negras y blancas, y un top de tirantes grises que usaba para dormir. Hoy tocaba quedarnos en casa y pedir comida.

   Me siento agotada, necesito descansar un rato.

— Ven, amor —me indica, para sentarme a su lado. Puedo ver en su mirada que le ha gustado verme salir de la ducha con poca ropa.

   Me baja las tiras del top y delicadamente comienza a pasarme un gel para el sol por la espalda.

— Eres un ángel —le digo, para luego dejarle un beso sobre los labios.

   Me sobresalto al sentir lo frío que estaba, ya que para eso justamente servía. Me di cuenta de que mi cuerpo está muy caliente, quizá por todo el sol que tomé hoy.

— ¿Se siente bien? —susurra cerca de mi cuello.

   Asiento con la cabeza, y casi al instante me doy cuenta de que me está tumbando sobre la cama. Se ubica entre mis piernas y deja un poco del producto entre sus manos para masajearlas.

   Chisté de nuevo. Se sentía tan frío y a la vez relajaba tanto el dolor, que la sensación de placer fue inmediata. Lance sonreía de costado... me encanta cuando lo hace.

   Sus manos se desenvuelven sobre mi piel de una manera tan satisfactoria. Me fascina el tacto que tiene sobre mí, haciéndome saber que tan solo necesita muy poco para hacerme sentir muy bien.

   Mueve mi pierna sobre su regazo mientras comienza con la otra, dejándonos entrelazados y a mí cada vez con más ganas de que me quite la ropa.

— Lance... —digo por lo bajo.

— Deberíamos hacer esto más seguido, se nota que te encanta —me dice con cierto doble sentido.

— Tú me encantas —sonrío de forma pícara.

   Esos masajes se vuelven cada vez más íntimos. Su mano recorre mis muslos como si quisiera advertirme de que quiere ir a más, y con la otra se abre camino a mis pechos sobre mi top.