one shots; formula one ㅡㅡ esp. 🏎️🔥

𝙇𝙖𝙣𝙙𝙤 𝙉𝙤𝙧𝙧𝙞𝙨

✨️ secret admirator ✨️

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  He estado recibiendo chocolates y flores toda la última semana. No tengo ni idea de quién son o qué hacen allí, solo sé que ha estado ocurriendo todos los días cuando paso por mi locker a recoger mis cosas.

   Así que estoy emocionada de ver qué me ha dejado hoy el chico misterioso.

   Me despido de mis amigas y abro mi locker para recoger mi abrigo y mi paraguas. Ha estado lloviendo toda la semana no tengo coche.

   Encuentro un bonito ramo de flores pequeño, y una carta escrita en un papel rojo.

— "¿Quieres ir a cenar para el día de tu cumpleaños?", ¿qué cojones? Si no sé quién eres —susurro para mí al leerla.

   En fin, ya me encargaré de esto cuando llegue a casa. Primero quiero relajarme y comer algo.

   Salgo de la universidad y me dispongo a esperar el bus. Hace un poco de frío y todo está empapado, quisiera haberme quedado en casa estudiando.

— Hey, eres Sasha, ¿verdad?

— Sí, soy yo... oh, ¡hola Lando!

   Me ha tomado por sorpresa. Lo conocí en el cumpleaños de una amiga mía hace unos meses, y desde ese día nos hemos cruzado varias veces. Incluso de vez en cuando almorzamos los tres en el buffet.

— Lo siento, no te reconocí con lo abrigada que estás —ríe.

   A veces me quedo pillada viéndolo. Ojalá él fuera el dichoso admirador secreto.

— No te preocupes, si fuera por mí me traería mi propia calefacción aquí.

— ¿Quieres que te lleve hasta tu casa? No sería un problema en absoluto.

— Uhm... bueno, no puedo negarme a esa oferta —sonrío agradecida, y caminamos hacia su coche.

   Desde que hablamos por primera vez, me resultó un chico muy amable y divertido. Es la primera vez que hablamos sin que esté nuestra amiga de por medio, ya que nuestros horarios suelen diferir bastante.

— ¿Y de qué clase sales? —intenta sacar conversación.

— Hoy he tenido física, pero creo que hubiera preferido quedarme en casa. ¿Y tú qué has tenido hoy?

— Oh, bueno —ríe nervioso—, vine a traer a un amigo hasta aquí, que entra a clases ahora. Y cuando te vi me bajé del coche y creí que sería un buen gesto llevarte a casa.

   Intenté no dejar ver que me hizo sonrojar. Sé que no es nada, pero la forma en la que lo ha dicho, se me hizo muy tierna.

— Aww, eso es muy lindo de tu parte, Lando.

[...]

   Han pasado los días desde ese bonito recuerdo con él, y nos hemos hecho amigos. Faltan tres días para mi cumpleaños y verdaderamente ya no sé si me interesa el chico de las cartas, porque Lando tiene mi corazón.

   Ha venido a casa algunas veces a pasar el rato, y mi madre lo adora. Puedo ser yo misma con él, y me ha dicho que le gusta pasar el rato juntos.

   Me trata tan bien, siempre me río con él, y compartimos muchas cosas en común. Ayer salimos al cine, y juro que puedo ver algo distinto en sus ojos cuando me mira. Incluso me dijo que me veía muy bonita, y con eso acabó de ganarse mi amor.