Tengo una imaginación muy activa y necesito escribir las cosas que se me ocurren en algún lado ✨️
Donde tú eres Sasha, la protagonista.
🏎 One shots de f1, f2 y f3 💜
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La vida te da alegrías de vez en cuando, y mi alegría más grande ha sido sin dudas conocer al amor de mi vida en esa fiesta hace ya unos años. La química fue instantánea, sentí que era la persona indicada con la que podría vivir mi vida a su lado. Y no me equivoqué, porque dos años después estamos en las paradisíacas playas de la República Dominicana festejando nuestra luna de miel como dos niños pequeños.
Si hay algo que nos une, es nuestra pasión por disfrutar de la vida, curiosos frente a todo y a veces un poco traviesos y espontáneos. Adoro tener a un compañero en mi vida con el que puedo compartir locuras y aventuras.
Y hablando de ambientes relajantes, la noche era la dueña del momento. Algunas estrellas brillan sobre nosotros y la Luna se asoma tímidamente sobre el oscuro océano, alumbrando el oleaje de la lejanía. Se escucha la música tranquila del bar detrás nuestra y ambos nos relajamos sobre el muelle en un par de reposeras frente a la inmensidad del mar, tan oscuro como el cielo mismo.
Alrededor hay personas disfrutando de la noche como nosotros, pero mi pequeño mundo está siempre pendiente de él.
— Es tu turno —su voz me saca de mi transe.
Las antorchas prendidas a lo largo del muelle alumbran sus hermosas facciones masculinas. Sus labios esbozan una dulce sonrisa al verme verlo a los ojos.
— Vale —contesto dándole una carta del mazo.
Estábamos jugando un blackjack algo desvirtuado ya que solo éramos dos, y eso de recordar las reglas después de tantos chupitos estaba bastante difícil.
El chico del bar pasó por nosotros, ofreciéndonos a ambos una copa de margarita para continuar la noche, a la cual amablemente aceptamos, claro que sí.
Acomodé el escote en "V" de mi hermoso top de mangas largas y románticas que me había regalado Fernando justo antes de irnos, con un precioso estampado verde esmeralda con flores blancas y detalles en dorado. Sin dudas de las prendas más hermosas que tenía, y la falda que iba a juego caía casi hasta mis tobillos, con una abertura al costado la cual subía hasta mi muslo.
