Capítulo 59: Las tres Neupanoppen

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Bertha aterrizó al costado de la solidificación que tiempo atrás aprisionó a Ysla. Janna, Vandy y Namuu saltaron hacia la zona de hierba para amortiguar la caída. Para sorpresa de todos, los restos de Babiloppen no permanecían en silencio, sino que, a través de ellos, se percibían pasos calmados.

VANDY: Creo que hace más frío que la anterior vez que vinimos

Janna fijaba la vista en la esquina de una casa abandonada.

NAMUU: ¿Materializo unas mantas?

Berhta regresó a su forma humana completa.

BERHTA: Sí, por favor.

Janna se alejó poco a poco. En aquella esquina, se encontraba Gyrbe, rastreando como de costumbre.

JANNA: ¡Eh!

Gyrbe giró la cabeza.

GYRBE: ¡Anda!

Janna y Gyrbe corrieron entre sí.

GYRBE: ¡H...!

Janna fue consciente de sus pensamientos positivos. Por ello, trató de alejarlos. Nada más cerrar los ojos, sintió el abrazo de Gyrbe.

GYRBE: ¿Va todo bien?

Gyrbe comprendió el silencio.

GYRBE: Veo mucho a tus hermanos y a tu padre. Están bien. ¿Les puedo decir que te he visto?

Janna volvió a abrir los ojos.

GYRBE: ¿Qué haces aquí?

Janna desvió la mirada.

JANNA: Viene mi madre con mi abuela.

Gyrbe asintió con sorpresa.

JANNA: Que sea lo que tenga que ser.

GYRBE: Supongo que no querrás que se entere tu padre. ¿Y si Ysla tiene algo que decirle? O Lody.

JANNA: Eso ya dependerá de mi madre.

Janna jugueteaba con el palo de obsidiana.

JANNA: Azkir es un peligro ahora mismo. Venimos de allí. Es una larga historia.

GYRBE: Joder... Espero que Ysla y Doryan estén a salvo.

JANNA: Están juntos...

Janna se sentó en la hierba.

JANNA: Sí. Que estén bien. Que huyan hacia aquí si es necesario.

GYRBE: ¿Quieres que vaya a buscarlos?

JANNA: No puedo obligarte.

GYRBE: ¿Pero cómo de peligrosa es la situación?

JANNA: Sokin ya no es el líder de Kanvasi. Hay una batalla en el cielo. Gente en las calles.

Gyrbe resopló.

GYRBE: Pero puede que tu padre y tu hermana no estén cerca de todo el lío.

JANNA: Yo qué sé...

GYRBE: Puedo hacerte el favor, Janna. Y a tu hermano, claro.

JANNA: Ya te lo he dicho. No te obligo.

Gyrbe abrazó a Janna.

GYRBE: Voy a ponerme los patines.

JANNA: Ten mucho cuidado.

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