Capítulo 20: Nirei (II)

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Nirei sobrevivía a base de caquis resecos y hierbabuena amarga. Huri podía permitirse no comer, aunque, por gusto, siempre agarraba un puñado. El agua, por suerte, les llegaba del río Rioni.

HURI: Cada vez, eres más lenta.

Huri bajó la pendiente de piedras y hundió las botas en el agua.

NIREI: Tú juegas con ventaja.

Nirei extendió los brazos para mantener el equilibrio. Huri dejó la mochila en la vera.

HURI: ¿Y si hubiera un salmón?

NIREI: No voy a cambiar mi dieta.

HURI: O un... ¡Mira! Eso es un...

En el río, se reflejaban los drones que atravesaban el cielo.

HURI: Está bien. Lo digo para que disfrutes en las horas de comida.

NIREI: No te preocupes por mí.

Las ramas de un fresno se agitaron.

NIREI: Y no insinúes que necesito comer bien por... ya sabes.

Huri levantó la mirada.

NIREI: Sueno muy insensible, pero...

Huri levantó el brazo derecho. De la mitad del puño, salió disparado un proyectil afilado, con alas en los costados.

HURI: ¡Nirei, quédate ahí!

Huri salió del agua y tomó la mochila. Atravesó el río y se encaminó hacia el fresno que disparó.

NIREI: ¿Pero qué pasa?

Nirei, pese al frío y a la irregularidad de la tierra, trató de seguir el rastro de Huri.

NIREI: ¡Dime algo!

Huri finalizó el trayecto en el tronco del fresno. En la hierba, yacía un Tyrystarmu blanco, el cual, poco a poco, se desvanecía en YvY.

HURI: ¿Qué planeabas?

Huri sacó cinco botes esterilizados de la mochila. Con ellos, encerró y selló el YvY que se desparramaba. Nirei, al llegar a la escena, se vio sobrecogida por los ojos apagados del Tyrystarmu.

NIREI: ¿Qué haces?¡No ha hecho nada!

El Tyrystarmu desapareció. Huri llenó los cinco botes hasta el límite.

HURI: Hay que ser previsora.

Por primera vez, Nirei notó frialdad inhumana en Huri.

HURI: Esto también lo hago por ti.

Desde aquel momento, las conversaciones entre Nirei y Huri se volvieron irregulares. Había momentos para la distensión, pero estos se sentían como si fueran los últimos.

Se asentaron en el lago Shaori, por fatiga más que por estrategia o supervivencia. La zona pedrosa entre el agua y el bosque la evitaban debido a su amplitud y exposición, de modo que apenas abandonaban los troncos. Debido a la irregularidad del terreno, Nirei tropezó varias veces y se realizó raspones en las rodillas.

HURI: ¿Y por qué Nirei?

NIREI: Mis padres querían... quieren que toda Arghea tenga nombres así. Ya sabes... ¿Antiguos?

HURI: Pero ellos tienen nombres normales, por lo que me has hecho saber.

NIREI: Mi padre también se hace llamar Rathi. Y mi madre, Sheni.

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