Capítulo 26: Las tareas de los Keladi

4 0 0
                                    

Tras la última actuación nocturna, Kizmir acudió a la habitación e introdujo sus pertenencias en una bolsa de plástico. Aprovechando la distracción del público ante el siguiente espectáculo, tomó las escaleras hacia la planta principal.

Sabía que Tinkur seguía abajo. Sin embargo, Kizmir aseguró la mirada en todas las direcciones. Recorrió la estancia de puntillas, al igual que la escalera de caracol. Empujó la puerta principal y se dejó llevar por la brisa de la madrugada.

LAZIRA: Vamos, vamos.

Lazira tomó la mano de Kizmir. Ambas desaparecieron por la esquina de la primera manzana.

05:00. Mizvara se despertó al oír el chirrido de la puerta principal. Al salir el pasillo, descubrió de golpe a su hermana y a Kizmir. Las tres dieron un paso involuntario hacia atrás, golpeándose en la pared.

MIZVARA: ¿Me va a dar clases ya?

LAZIRA: Va, ve a la cama.

MIZVARA: Se me ha quitado el sueño.

Mizvara se quedó mirando a Kizmir.

MIZVARA: Puedes dormir en mi cama si quieres.

KIZMIR: Con el sofá tendré bastante.

MIZVARA: Como quieras.

Mizvara acompañó a Kizmir hasta el sofá. Lazira marchó al dormitorio.

MIZVARA: Te prometo que me esforzaré mucho.

KIZMIR: No esperes grandes cosas de mí.

MIZVARA: ¿Por qué no? Has tenido que ser de las mejores chicas de todo Kanvasi.

Kizmir reposó la cabeza en el cojín.

KIZMIR: El primer paso es descansar. Aunque no tengas ganas.

MIZVARA: Vale...

Antes de que Mizvara marchara al cuarto, Kizmir le llamó la atención.

KIZMIR: Alguna noche, si quieres, hablamos. Pero yo tengo que hacer caso a lo que me ha mandado tu hermana.

Mizvara marchó sonriente. Kizmir hundió los ojos en el cojín.

10:00. Zoltan dispuso en una de las calles céntricas de Azkir una larga mesa con decenas de peluches herbáceos. Para pasar él desapercibido, vistió una bufanda beige, la cual le tapaba parcialmente el mentón y la boca. Además, se realizó una coleta.

ZOLTAN: ¡Juguetes para tus hijos! O para tu androide. ¡Entrena su sensorialidad de múltiples formas!

Zoltan cruzó los brazos y apoyó la espalda en la pared. Gracias a la inclinación del edificio piramidal, pudo descansar sin problema.

ZOLTAN: ¡Es irrompible!¡Se puede lanzar las veces que haga falta!

Zoltan se irguió al escuchar pasos cercanos. Se fijó la bufanda y posó las manos sobre la mesa.

ZOLTAN: ¡Buenos días!

DORYAN: Es curioso esto. ¿Es para recaudar fondos?

ZOLTAN: Es... algo autónomo.

DORYAN: Mi... casero me ha mandado a hacer un recado. Pero creo que tengo dinero suficiente.

ZOLTAN: ¡Quién tuviera casa propia!

DORYAN: En eso no avanzaremos, no.

Doryan señaló el peluche con forma de sirena.

ZOLTAN: ¿Hijos?

Doryan torció la boca.

DORYAN: Es como recuerdo.

Zoltan tomó el peluche y lo envolvió en un papel.

ZOLTAN: Entiendo.

El intercambio se produjo.

ZOLTAN: Menos mal que no desapareció el dinero físico.

DORYAN: Siempre ha de haber un por si acaso.

Doryan se fijó en los ojos jaspeados de Zoltan.

DORYAN: ¿Puede que nos hayamos visto alguna vez?

ZOLTAN: No creo.

DORYAN: Yo provengo de Babiloppen.

Zoltan trató de mantener la mirada.

DORYAN: Buen día.

ZOLTAN: Igualmente.

Zoltan volvió a apoyarse en la pared.

12:00. Lhúmar esperaba en el balcón, con el brazo estirado a fin de rozar la hoja de un fresno. La mesita que tenía al frente se tambaleaba debido al bailoteo sincronizado que producían sus piernas.

LHÚMAR: ¿Ya estás disponible?

Sokin llegó al balcón. Arrastró una silla y se sentó frente a Lhúmar. Las bocas apuntaban entre sí, que no las miradas.

SOKIN: Posiblemente, seamos los dos líderes con las vistas más bellas.

LHÚMAR: ¿Has venido solo?

SOKIN: Varios de mi Corte querían visitar Vroppa. No molestarán.

Sokin también se vio tentado a tocar las hojas de fresno.

SOKIN: Es evidente que las naciones deben colaborar. Como también es evidente que el sistema de drenaje ubicado en Kanvasi necesitaría mejoras.

LHÚMAR: Muchas vidas de Vroppa dependen de tu decisión.

SOKIN: Lo mismo digo de Kanvasi.

Sokin clavó los codos en la mesa.

LHÚMAR: ¿Qué quieres a cambio?¿Un pacto de pactos televisado para subir tu prestigio?

SOKIN: YvY.

Lhúmar sintió frío ante la contundencia.

SOKIN: El de Kanvasi es un enigma. Aquí tenéis reservas. De verdad, será bien usado. Será una recompensa para la gente que lo pasa mal por culpa de los apagones.

LHÚMAR: No sé dónde hay.

Sokin arrugó la cara.

SOKIN: ¿Te crees que no conozco la historia de Vroppa?

LHÚMAR: Te lo estoy diciendo en serio. No se conoce el paradero de las reservas.

Sokin cruzó los brazos y resopló.

LHÚMAR: ¿Vas a negarme la ayuda?

SOKIN: ¿Y tú?

LHÚMAR: ¡Te estoy diciendo la puta verdad!

Sokin separó los codos de la mesa.

SOKIN: Pues poco más hay que hablar.




YvYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora