Capítulo 50: Eden Events

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Mientras que a ras de suelo la forma y el color se presentaba en miles de maneras, arriba en el cielo predominaba una planicie azulada con tendencia al blanco. Se oían centenares de pasos y de voces por las amplias calles y avenidas. Sin embargo, había espacio suficiente, no ya para caminar, sino para incluso poder avanzar con vehículos.

Ryvanna iba al frente, con la vista puesta hasta en la esquina más irrelevante. Vandy y Namuu marchaban a la par, con un cucurucho de helado de naranja. Atrasada, Janna caminaba con el palo de obsidiana. Pero este no se clavaba en ningún momento en el suelo.

NAMUU: Al menos, no tenemos que usar crédito para comer.

VANDY: Pero haz las naranjas menos ácidas, por favor.

Ryvanna se ralentizó adrede para ponerse a la par que Janna.

RYVANNA: ¿Piensas en algo?

Ryvanna se descolgó la mochila.

RYVANNA: ¿Usamos la Tëraltahti ya?

Ryvanna señaló un banco sin respaldo.

JANNA: Vale.

Janna se tumbó en el banco. Ryvanna, Vandy y Namuu la rodearon.

JANNA: Ya.

Janna aspiró la flor. El debilitamiento comenzó. Ryvanna, Vandy y Namuu se alejaron un par de metros.

RYVANNA: ¿Qué haréis cuando esta misión acabe?

VANDY: ¿Por qué preguntas eso? Duele.

RYVANNA: Por eso lo hago. Para no quedarme yo todo el malestar.

Vandy sonrió entre medias.

NAMUU: No sé cómo sería un futuro encuentro con mis padres. No quiero pensarlo. Prefiero vivir en el presente. Y disfrutar de este lugar. Y de los que pueda recorrer.

RYVANNA: Ya.

Janna empezó a despertarse. Ryvanna se acercó a ella.

RYVANNA: ¿Qué has averiguado?

Janna señaló a noreste, auna explanada elevada, sobre la cual se disponían establecimientos del tamaño de almacenes.

JANNA: Está muy cerca.

Ryvanna le ofreció la mano a Janna para ponerla en pie.

Cinco escaleras separaban la acera de la explanada de almacenes convertidos en tiendas. Janna se puso al frente, con el palo de obsidiana como simple elemento para hacer malabares. Señaló la quinta calle, en la cual, ya desde la primera esquina, el color rosa y amarillo radioactivo brillaban.

RYVANNA: Aunque encontremos a la persona, lo ideal es hacer el ritual fuera del mundo alterno, en un lugar calmado.

JANNA: Ya.

Vandy y Namuu observaban los escaparates de los establecimientos. Dulces y bebidas burbujeantes era el elemento que más se repetía.

RYVANNA: No creo que haya alimentos nuevos. Será lo típico, ¿no?

NAMUU: Hay un pastel de color dorado.

RYVANNA: Puedes crearlo.

NAMUU: Pero no sabré el sabor.

RYVANNA: ¿Vamos a pararnos por el pastel? No gastemos crédito. Va.

Los cuatro continuaron por la calle. Janna fijaba la vista en un establecimiento de paredes rojas saturadas y ornamentos negros.

JANNA: Diría que ahí.

En medio de la entrada del establecimiento, se encajonaba un arco metálico, con un halo planeado en medio.

JANNA: Diría que es por aquí.

Los cuatro se aproximaron hacia el arco.

ARCO: Bienvenidos a Eden Events. Disfruten de la estancia.

Al pasar por el arco, la mano de los cuatro vibró.

VANDY: A ver... Ah, sí. Nos ha restado un poco de crédito de sociabilización, de estatus, de perseverancia y de... ¿estoicismo? Ojalá pudiera entender algo.

RYVANNA: Va, vamos.

El hall principal presentaba los mismos colores y decoración que la fachada. Al frente, una fuente de aguas de tonos variantes actuaba como rotonda. A los lados, se ramificaban pasillos, los cuales conducían a diversas subdivisiones o estancias.

JANNA: Diría que es... en... 

Janna señaló una estancia de puerta pistacho chillón. El rótulo, en negro, indicaba que era una zona de juegos físicos.

RYVANNA: No perdemos nada por entrar.

VANDY: Crédito, puede. 

Janna empujó la puerta. No había ningún arco que solicitara crédito.

VANDY: ¿Por dónde empezamos?

La estancia constaba de cuatro pasillos principales, los cuales conformaban un cuadrado. En la vera izquierda, se situaban casetas pequeñas de juegos varios como bolos, tiro con arco o minigymcanas. En la vera derecha, o sea, en el centro, se erigía un castillo medieval de piedras blancas y detalles. Un foso de agua poco profunda rodeaba la gran atracción.

JANNA: ¿Allí? Puede.

Janna fue la primera en avanzar hasta la entrada elevada. Las puertas permanecían abiertas de par en par. El tráfico era fluido en el recibidor.

NAMUU: Me resulta familiar...

Janna se detuvo para ponerse a la par de Ryvanna, Vandy y Namuu.

JANNA: Por si acaso, haré otra comprobación.

En el propio recibidor, había una filera de bancos acolchados. Janna se echó en el más cercano. Ryvanna le entregó la Tëraltahti.

RYVANNA: Ya nos dirás. 

Ryvanna se dio la vuelta. Cruzó los brazos y se entretuvo contemplando el ambiente del recibidor y de las plantas posteriores que se visualizaban tras los ventanales.

VANDY: (a Namuu) ¿Te trae malos recuerdos un lugar como este?

NAMUU: Este tiene vida, al menos.

Ryvanna fijó la vista en uno de los ventanales de la segunda planta.

VANDY: ¿Qué habrá dentro?¿Bolos medievales?

Ryvanna sintió cómo la temperatura del cuerpo le bajaba. Perdió, además, fuerzas en las piernas.

VANDY: ¿Tiro al caballo?

Ryvanna inspiraba y expiraba. Sin darse cuenta, ya había caído al suelo de espaldas. Su cabeza viajó miles de años atrás.


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