Después del incidente, Janna fue acompañada a casa por Gyrbe. Tras la despedida, esta avanzó por la sala principal. Esta, redonda y despejada, conectaba con todas las estancias de la casa. En el despacho, un hombre de marañas cobrizas y barba cuadrada pasaba los minutos frente a una mesa de madera. Sobre ella, disponía los productos empaquetados que horas atrás le habían llegado desde la cinta métrica.
DORYAN: Hola, Janna. Comeremos enseguida.
Cada vez que Doryan manipulaba con las manos los paquetes, estos se saturaban de color y generaban un halo de luz alrededor de ellos. Janna entró al comedor, se sentó en la mesa central y dejó el palo en el suelo. En la estancia, los alimentos eran almacenados en un armario empotrado en el suelo, de modo que la luz entraba sin imposición de muebles.
Ysla apareció, tratando de no sobresaltar a Janna. Se dispuso en la silla y acercó los codos a la mesa. Mientras tarareaba, balanceaba las piernas, con cuidado de no repeler más de la cuenta lo que se situaba a su alrededor.
YSLA: Por lo menos, hoy no tenemos que enviarle comida a Lody.
JANNA: Sí.
YSLA: ¿Qué tal le has visto?
JANNA: Pues...
Doryan apareció en el comedor, con la saya blanca más radiante que de costumbre debido a un involuntario roce con los dedos.
JANNA: Está... bien.
YSLA: Me alegro mucho.
Doryan dejó sobre la mesa tres platos de melón con miel.
DORYAN: ¿Habláis de Lody?
Doryan se acomodó en la silla.
YSLA: Parece ser que ha aceptado una visita.
A Ysla le costaba manipular los objetos, de modo que, como podía, despedazaba la comida y se la llevaba a la boca con cautela.
DORYAN: Algún día tendrás que aprender a regular tu YvY.
YSLA: Hace años que me rendí. Soy incapaz de concentrarme.
Janna se adormilaba y balanceaba la cabeza.
YSLA: (a Janna) Iré a por tu medicación en cuanto termine de comer.
JANNA: Vale. Yo... yo iré luego con... con Gyr... Gyrbe.
Doryan escuchaba, pero rara vez compartía miradas constantes con sus dos hijas.
JANNA: Hu... hubo un problema a... antes. El hielo. No era duro. Se está de... derrit...
Ysla y Doryan interrumpieron la comida, esperando más palabras de Janna.
JANNA: No... no qui... quiero pensar.
Janna se llevó la mano al bolsillo e ingirió una pastilla.
DORYAN: Es algo a tener en cuenta, desde luego.
Doryan clavó los codos en la mesa.
DORYAN: Vuestra madre solía pasear bastante cerca del Monte Yspona. Y la abuela.
Ysla se levantó de la silla.
YSLA: Otra vez no. Me da pereza.
DORYAN: No iba a insultarlas. Ni a llorar por ellas. Solo se me han pasado por la cabeza esas... mujeres. ¿En qué parte del mundo andarán?
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YvY
FantasiUn brillo recorre el mundo, aunque siempre permanece oculto entre flores, aves o corazones humanos. La familia Neupanoppen vive en Babiloppen, un poblado disperso y alejado de las civilizaciones modernas. Todos tienen en su poder el brillo, desde el...