You're not good alone

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Blaise se quedó casi 20 minutos con Harry mientras lograba tranquilizarse para ser llevado a su hotel.

Harry no quiso hablar mucho, se sentía como un muerto en vida en esos momentos.

Había sido muy difícil para él recuperarse de la depresión de su omega al haber sido rechazado por su alfa hacia tres años.

Ya casi nadie creía en que podían existir parejas en las cuales el lobo de cada uno se reconoce y ambos saben en lo profundo que ese es su alfa o su omega, era más que nada una leyenda urbana, pero el lobo de Harry ya había reconocido a su alfa y eso no era ningún mito.

Los destinados eran una creencia que mantenían muy pocas personas, y las que lo habían experimentado coincidían en una cosa: había sido extremadamente doloroso. Ser destinado de alguien no te aseguraba un felices por siempre, no era cierto que en cuanto se juntaran se volvían uno y nunca más tendrían ganas de estar lejos del otro.

Casi nadie de los que se mantenían escépticos en el tema de los destinados, deseaba que le tocara eso a su vida, si es que existía. Estar unido de alguna forma a alguien toda la vida no era para nada fácil.

Aunque estuvieras destinado a amar y desear a una persona toda tu vida, seguías siendo un individuo y poder lograr tener una relación sana con dicha persona podía llegar a ser casi imposible. A un destinado de alguien jamás iba a faltarle la pasión que iba a encenderse en sus entrañas por esa persona hasta el último día de sus vidas, pero eso era lo único que tenían asegurado.

Dolor, mucho dolor era el precio que pagaban los destinados en sus vidas, tanto amor y deseo por una persona rara vez funcionaba por si mismo. Algunos lograban estar con otras personas, establecerse en la calma de una familia y una vida normal, pero nunca podían sacar del todo a su destinado de su vida, era siempre una constante, algo que les faltaba, algo que deseaban, como una maldición.

Cuando Harry vivía con sus tíos, conoció a una chica que aseguraba que el amor de su vida era su destinado. Era muy pequeño y ella era su vecina, así que llegó a escuchar los gritos de sus peleas y vió sus reconciliaciones tan románticas y llenas de necesidad por el otro, pero también vió las idas y venidas tan dolorosas que tuvieron que vivir.

Antes de dejarla de ver, la madre de la chica le pidió a sus tíos que entraran a su casa por la fuerza una noche, porque pensaba que algo andaba mal con ella ese día. Llamaron de emergencia a un cerrajero y éste pudo abrirles para que fueran a ayudarla.

El pequeño omega de 9 años presenció cómo esa chica había intentado matarse. Se había enterado que el amor de su vida iba a tener un hijo con otra y su última ruptura apenas tenía 4 meses. Su mundo se había derrumbado por completo.

Luego de aquel episodio, únicamente supieron que la chica se había ido a rehacer su vida del otro lado del mundo porque no aguantaba estar cerca de él.

Las parejas destinadas solo podían darse entre un alfa y un omega, y según su vecina, su lobo simplemente lo sabía. Ella sabía que toda la vida iba a amarlo y a desearlo sin importar qué, sabía que era su alfa y sentía que un hilo rojo que jamás podría romper, siempre iba a estar uniéndola a él aunque no lo pudiera ver más.

Al final ella sentenció a ese amor como una desgracia y tuvo que luchar por seguir viviendo.

Esa era una de las razones por las que Harry estaba aterrado ante esa pequeña intuición o corazonada de su lobo, era como si su omega estuviera diciéndole todo el tiempo que Malfoy era su alfa, cada vez que lo veía, cada vez que lo tenía cerca desde aquella vez que chocaron en la universidad.

En aquel entonces y hasta los primeros días en los que estuvo viviendo con él, no había podido identificar con claridad qué era ese algo que lo hacía pensar tanto en él. Ni siquiera sabía en qué momento había empezado a escucharlo tan clara y ruidosamente en su cabeza.

Stuck with you (DRARRY) (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora