Stuck with you (DRARRY) (OMEGAVERSE)

Nuevo hogar

-Nos iremos a Londres y no vas a regresar con ese tipo, esta decidido. No me importa si te tengo que quitar el teléfono y estar al pendiente de ti las 24 horas, no vas a seguir humillándote por ese infeliz -decía James, verde del coraje.

-Yo ya tengo 21 años, soy mayor de edad, puedo hacer lo que yo quiera.

-Me gustaría ver que intentaras escaparte de aquí.

-Ya soy un adulto, esto es un secuestro.

Harry jamás había sido tan rebelde e insolente con sus padres. Su novio Cedric lo había engañado tantas veces que ya había perdido la cuenta, y cada día lo trataba peor. Ya no era el chico tierno y amoroso del que él se había enamorado, y Harry estaba desesperado viendo su historia de amor colapsar.

Ahora su lobo estaba ingobernable queriendo buscar un consuelo y recuperar a su alfa costara lo que costara, pero para su mala suerte, sus padres se habían enterado ya de la situación e iban a hacer lo necesario para que su hijo estuviera bien.

Iba a ser transferido a una universidad en Londres, estudiaba periodismo en una universidad del pequeño pueblo donde vivía desde poco antes de cumplir 13 años, Canterbury, lugar donde muchos detractores del purismo de sangre se habían establecido después de la guerra.

James, su padre, era el jefe de la policía del pueblo y estuvo dispuesto a pedir los favores que hicieran falta para ser transferido, así es como le fue asignada la capital del país. No iba a permitir que su hijo arruinara su vida y consideraba que estaba muy a tiempo de impedir que siguiera viendo a ese hombre que ahora tenía ganas de ir a buscar para asesinar.

Harry había vivido en Londres desde los 6 hasta los 12 años debido a que el trabajo de Sirius lo requería. Sus tíos lo criaron como un hijo durante esos años, ya que un alfa y un hombre beta evidentemente no pueden procrear.

No había tenido una buena experiencia en absoluto, en Londres se establecían las familias de 'sangre pura' más poderosas, y aunque después la guerra hayan tenido que aceptar su derrota y ahora los derechos de los omegas y los betas tuvieran que ser respetados, ellos aún tenían la misma mentalidad retrograda.

El trabajo de Sirius y su propia inteligencia, le permitieron a Harry tener una beca en un colegio muy exclusivo, donde estudió por 6 años. Fueron los peores 6 años de su vida, los niños ricos le hacían bullying y se burlaban de todos los betas y los omegas. A él le hacían bromas muy pesadas y le decían cosas horribles, y jamás pudo defenderse, estaba muy asustado.

Odiaba ser un omega porque eso jamás le había permitido defenderse de esos abusivos, odiaba todo lo que significaba serlo. Desde que se había mudado a Canterbury, había decidido y le había rogado a sus tíos que lo dejaran fingir ser un beta. Sus tíos y sus padres siempre lo habían apoyado, aunque no estuvieran del todo de acuerdo, porque había sido su decisión.

Tomaba supresores para poder evitar su olor de omega y también para sus celos, como todos los omegas jóvenes y solteros. El médico le había dicho que no era sano excederse con los supresores, así que le había prometido a sus padres solo usarlos para ir a la escuela.

-Te vamos a extrañar, Harry -se despedía Ron al otro día en la universidad, su último día en esa universidad.

Ron era un omega sangre pura, pero su familia no era de mentalidad purista. Los padres de Ron también eran considerados traidores por estar del lado de los derechos de los omegas y los betas.

A pesar de la lucha por la libertad de omegas y betas, aún en Canterbury la vida de Ron como hombre omega no era del todo fácil. Él no ocultaba ser un omega como Harry lo había hecho, no porque no quisiera sino porque no se le ocurrió a tiempo, había vivido toda su vida en Canterbury.