Aproximadamente a las 3 am, un vigilante tuvo el buen tino de ir a abrir la puerta del pequeño cuarto mientras hacía su recorrido nocturno. Draco saltó en ese mismo instante y despertó a Harry.
No era nada difícil para el mayor tener cerca a ese chico tan bello y que olía tan deliciosamente, pero eso no iba a repetirse nunca más. Tenerlo cerca y poder admirarlo sabiendo que nunca lo podría tener estaba en el primer lugar del top de las cosas que debía evitar rigurosamente.
Siempre le había gustado su piel blanca que contrastaba con lo rojo de sus pequeños y pomposos labios en forma de corazón, sus mejillas regordetas que siempre lucían ligeramente rosas y sus pequeños ojitos verdes que siempre estaban brillantes. Su cabello oscuro no hacía más que acentuar todas su tiernas facciones.
Desde que era un niño, Harry había tenido muchos admiradores y admiradoras en la escuela. Él jamás pasaba desapercibido, ya fuera por su belleza o por sus talentos, o incluso por el legado de sus valientes padres.
Draco no era feo sino todo lo contrario, pero hombres alfas y masculinos sí que había muchos. Las omegas lo adoraban, encontraban fascinante que fuera diferente a los demás alfas y que fuera tan inteligente, pero justo el hecho de que fuera tan distinto a los demás, lo hacía no poder conectar con casi nadie.
El alfa era alto y pálido, rubio platinado y con facciones mucho más fuertes que las de Harry en su cara. Tenía las cejas un poco más oscuras que el cabello, y debido a los ojos grises y el tono de piel que poseía, éstas parecían mucho más oscuras de lo que realmente eran. Sus labios eran finos pero no delgados, eran muy normales. Su mentón y pómulos estaban muy pronunciados, y a pesar de su delgadez tenía los músculos bien definidos debido a su condición de alfa.
Él creía que no tenía mucho de especial, solo los rasgos que tenían todos los alfas, y por otro lado un apellido muy importante y una gran fortuna, pero nada más. Harry era el espécimen más especial que existía en la tierra y él solo era un alfa común. No era el alfa de alfas como Krum, el cuál era enorme, famoso, guapo, y muy atractivo para cualquiera. Krum se sabía desenvolver como EL alfa.
Fuera de sus atributos propios de todos los alfas, el rubio sí tenía una hermosa espalda con toda la musculatura perfectamente definida gracias al tenis, pero ni siquiera lo había notado. También había ignorado muchas veces los cumplidos de algunas omegas sobre sus manos, las cuales eran grandes y masculinas pero eran tan perfectas que parecían de una estatua de Miguel Ángel, pero a él no le parecía muy importante.
Malfoy simplemente estaba consciente de que era raro y que jamás podría siquiera pensar en competir con el alfa que era Krum, ese si era un alfa digno de Harry, era una pena lo de su relación abierta.
De todos modos, esperaba que Krum recapacitara y supiera salir de todo el embrollo que había hecho y que le diera a Harry el lugar que se merecía y toda la vida de felicidad que él les deseaba. No podía no sentir aún algo de aprecio por el que una vez fue un querido amigo pero que ya no lo podía serlo por obvias razones, y no había razón para no desearles lo mejor.
No iba a volver a ver a Krum después de ese desafortunado viaje a Cambridge, ya vería que excusa inventar para distanciarse definitivamente sin levantar sus sospechas. Tenía planeado hablar con él antes de desaparecer de su vida para pedirle que recapacitara y que hiciera las cosas bien con el omega que realmente quería como pareja.
Cuando Harry despertó, gracias al alfa intentando levantarlos del piso, se sintió aturdido por la lampara del vigilante, la cuál apuntó justo en su cara. Escuchó a Draco agradecerle al hombre un par de veces por sacarlos de ahí, y luego le tendió la mano para ayudarlo a terminar de ponerse de pie.
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Stuck with you (DRARRY) (OMEGAVERSE)
FanficHarry y Draco se ven obligados a pasar tiempo juntos y cuidar a un bebé gracias a que una guerra explota en el país.