Toda la vida

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-Muy bien, ahora me vas a escuchar a mí.

Eso sonó como una amenaza según la opinión del omega. Asintió sintiendo que su alfa estaba muy molesto con él.

-Sí, te escucharé intentando no interrumpir también, si quieres...

-Gracias -respondió Draco, pensando mucho en cómo empezar a decirle todo lo que quería decirle.

Volvió a sentarse en el sillón, lejos de Harry. Manejándose a sí mismo en situaciones emocionales, hacía parecer que estaba furioso.

-Primero quiero decirte que nunca te he podido odiar, solo he sido un imbécil. Nunca me hiciste sentir asco ni nada parecido. Una vez, como ya te conté, oculté mi identidad cuando éramos niños para poder olerte de cerca. Ese día lo recordaré siempre, Harry, volvía a mi mente y me torturaba por las noches cuando era un adolescente.

Ambos estaban completamente serios, como si alguien acabara de morir.

-Sé que te hice la vida imposible, pero cuando te dejé de ver de repente porque no volviste al colegio al iniciar la secundaria, sentí que mi vida se había arruinado. Te aseguro que no conocía lo que era pasarla mal hasta entonces, creo que no conocía el dolor porque me sentía como en el infierno.

El omega abrió los ojos muy grandes.

-Me dolía tanto saber que había sido malo contigo, que tuve que empezar a buscar formas de distraerme para no pensar en ello. Mi madre creyó que me había vuelto idiota por tantos golpes, ya que me dieron golpizas muchas veces, pero siendo sincero creo que yo mismo las había buscado, a propósito.

Draco intentaba recordar sus días siendo adolescente, pero como en todo evento traumático, la mayor parte de sus recuerdos de esa época estaban totalmente en el olvido.

-Sentía que necesitaba el dolor físico, o tal vez que me lo merecía; el dolor físico era mejor que el que me producía pensar en ti. Pero bueno, empecé a hacerme un estúpido y ya no hubo vuelta atrás, no quería estar con nadie nunca, ni hablar, ni salir. También empecé a tener problemas de salud, me hice un alfa de mierda.

-No digas eso -Harry no pudo evitar meterse.

-Es la verdad, todos los demás alfas que conocía crecían siendo muy hábiles y teniendo sus sentidos bien afinados, yo no.

La cara de tristeza de Harry delataba lo mal que lo hacía sentir saber que su alfa la había pasado mal.

-Entonces... me hice estúpido, muy estúpido y raro, y cuando volví a olerte aquel día que le pegaste a mi auto en la universidad, sentí que una parte de mi había despertado. No fue algo muy cómodo de sentir, siendo sincero; nunca había sentido mi lado animal así. Sentí como si cientos de caballos desbocados corrieran dentro de mi pecho, y la verdad no quería volver a sentirlo.

El alfa había escuchado, minutos antes, como Harry había asegurado que lo amaba, pero no creía que eso fuera posible. Harry aún no lo conocía muy bien, cuando lo hiciera seguro se daría cuenta de que era aburrido y no tenía ninguna gracia.

-Lucias hermoso ese día, por si no fuera poco. Estabas empapado y muy asustado. Disfruté mucho verte, pero no pude evitar preocuparme porque tuvieras frío o fueras a resfriarte. Deseé que pudieras llegar a casa a abrigarte, y que tu familia te tratara con cariño y cuidara de ti.

Cuídame tu, pensaba Harry.

-Desde ese día, cada vez que te veía sentía eso, deseos de que estuvieras bien y fueras tratado con amor, te protegieran y te hicieran muy feliz, sabía que yo no podría pensar en hacerlo nunca. No podía pensar en buscarte en la universidad para intentar acercarme a ti, era ridículo pensar que existía posibilidad. Jamás pensé que en tu corazón pudiera caber el odio por mucho tiempo, pero si creía que siempre sería desagradable para ti. No quería que tuvieras que estar cerca de alguien desagradable en ningún momento.

Stuck with you (DRARRY) (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora