Stuck with you (DRARRY) (OMEGAVERSE)

You don't have to say you love me

Harry despertó, aturdido y con un zumbido en los oídos que no duró más que unos segundos. Intentó levantar la cabeza pero fue detenido.

-No te muevas, Harry, espera -le dijo Draco, volviendo a recostarle la cabeza sobre su pecho.

Se sentía diferente, sentía como si tuviera dos corazones en su pecho. Esa forma de explicárselo era rara por sí misma.

Cerró los ojos y quiso concentrarse en sentir esa parte nueva que era tan tranquila, que lo hacía sentir amado y protegido. Cuando se dió cuenta, estaba ronroneando como nunca antes en su vida.

Los que odiaban a los omegas también tenían una opinión del ronroneo. Para ellos era una herramienta de manipulación más para hechizar a los alfas y aprovecharse de ellos, así como todo lo que los omegas hacían. Decían que los omegas que usaban esta táctica eran los más desvergonzados e impúdicos.

La fetichización y los posteriores juicios sociales a todo lo que tenía que ver con ser omega, habían afectado mucho a Harry en el pasado. Esperaba que su alfa no pensara que ronronear era de 'omegas indecentes', porque provenía de una familia que sabía que tenía ideas de hacia más de 20 años.

La preocupación al respecto no duró casi nada, algo dentro de él le repetía lo mucho que era amado por su alfa. Repentinamente se enorgulleció de sí mismo porque sintió que su alfa no solo disfrutaba de ese gesto, sino que realmente lo hacia feliz y adoraba escucharlo.

Algo tenía que tener de verdadera esa sensación, su alfa se había dedicado a estudiar omegas después de todo, así que las cosas omegas no le debían parecer indecentes. Sobretodo, debía confiar en lo que su corazón le decía, ahora más que nunca.

Draco abrazó a Harry e instintivamente lo acercó más a su cuerpo, celando su ronroneo sin poder evitarlo, como alfa querría tenerlo solo para él. Mientras más deseara y amara al omega, el alfa se volvería más loco con su ronroneo, además de que días después de enlazarse se convertían en seres extremadamente celosos.

El omega volvió a dormirse por un momento, pero Draco lo despertó porque tenía que comer algo. Había pasado casi 20 horas sin comer nada, ya era de noche otra vez y el alfa quería que comiera un poco.

El menor estaba sobre él, hecho un ovillo. Estaba boca abajo a pesar de tener pancita, su naturaleza estaba más a flor de piel que nunca. Era una postura que no había hecho nunca antes, que protegía al bebé con el cuerpo de su madre y de su padre.

Draco sabía que esa forma de acurrucarse era el símbolo más hermoso de que su omega confiaba en él, y además se veía muy tierno y muy pequeño.

-Vamos, omega, tienes que comer un poco y te tengo que bañar.

-No quiero bañarme -contestó Harry rápidamente.

El alfa lo tapó bien con la sábana que cubría su cuerpo, lo tomó entre sus brazos y se levantó de la cama cargándolo. Harry solo se sostuvo un poco, deslizando sus brazos alrededor del cuello de Draco.

El mayor fue a tomar de la cocina lo que había pedido a domicilio hacia unas horas, sabiendo que cuando Harry despertara no podría separarse de él por mucho tiempo si no quería herirlo, hacerlo sentir abandonado, traicionado y desprotegido.

Draco se había sentido diferente durante todo el día, definitivamente. Se había despertado luego de unas horas para estar al pendiente de Harry, los alfas no podían dormir tanto tiempo como los omegas necesitaban después de un vínculo, ellos entraban en un estado de alerta.

Había ordenado comida sana y acorde a las necesidades de un omega en las condiciones de Harry, sabía que no iba a poder lograr hacerlo comer mucho así que también debía ser algo fácil de comer. Sintió que Harry deseaba comer carne roja, pero aún no identificaba cómo se sentía algo por medio del vínculo, así que posiblemente estaba imaginándose cosas.