Stuck with you (DRARRY) (OMEGAVERSE)

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Harry adoraba los fines de semana en familia. Después de un fin de semana con sus amigos en el parque de diversiones, estaba ansioso por pasar el siguiente con sus dos padres en su casa.

Siempre despertaba siendo abrazado por Regulus, pero eso estaba a punto de cambiar. Había estado hablando mucho con Ron y Hermione del tema de sus padres y ellos opinaban que debía hacer algo al respecto. Ese fin de semana les pediría que lo dejaran dormir solo en su habitación porque ya era grande.

Iba a extrañar mucho dormir con su cariñoso papá, pero sentía la responsabilidad de hacer de todo para que sus padres siguieran juntos por siempre.

-Tienes que hacer que vuelvan a dormir juntos, Harry, ese es el primer paso de nuestro plan, no lo olvides -le recordó Hermione antes de irse todos a sus casas.

-Lo haré... -el omega más bajito estaba muy nervioso.

-Cuando mamá se enoja con papá, papá le regala flores. Pon la idea en la cabeza de tu padre, Harry -añadió Ron.

-Bien, pensaré en algo. Ya llegó mi papá -Harry vió a Regulus a lo lejos.

Se despidió de sus amigos y corrió a los brazos del omega mayor. Al haber estado sin sus padres tanto tiempo, Harry era un adolescente que no se avergonzaba en absoluto al ser mimado por ellos frente a sus compañeros.

-¿Iremos a cenar con papá como todos los viernes?

-Claro que sí, mi cielo. ¿Dónde quieres ir hoy?

Harry escogió un restaurante de hamburguesas que le encantaba. James llegó del trabajo a la hora habitual, los dos omegas ya estaban listos para irse.

El omega menor notaba que sus padres se seguían comportando como si se amaran algunas veces, pero otras no. James siempre le abría las puertas a Regulus, y Regulus siempre le agradecía con la misma sonrisa.

James seguía abrazándolos a los dos cuando caminaban por la calle, eran una familia cariñosa, pero si Harry no estaba enmedio todo cambiaba.

Regulus seguía cuidando a James de la misma forma, pero ya no le daba un beso de despedida cada vez que se iba a trabajar o uno de bienvenida cuando regresaba, esa era una de las cosas que Harry recordaba más de cuando era pequeño.

El menor de los Potter había decidido desde hacía tres días que en su cena semanal de los viernes, esta vez no hablaría de cosas de la escuela, sino que aprovecharía para hablarles sobre dormir solo.

En cuanto lo escucharon, ambos se quedaron pasmados, como si algo en su cerebro estuviese fallando.

-Claro, hijo. Es normal que quieras sentirte más independiente -James fue el primero en responder algo.

Regulus tardó más en reaccionar porque además de sus problemas con James, lo ponía sensible que Harry creciera tan rápido.

-Perdón, mi amor, no quiero hacerte sentir mal -le dijo a Harry en cuanto una lágrima escurrió por su mejilla.

Harry notó que James miró a Regulus de una forma diferente en ese momento y luego lo abrazó por unos segundos. Había sido un abrazo muy fraternal, pero ya era una victoria. Su plan empezó a funcionar muy pronto.

Ambos padres guardaron la calma hasta regresar a casa. Una vez ahí, Harry los sorprendió pidiendo dormir solo a partir de esa misma noche.

Regulus se sintió muy desplazado, pero el más pequeño de la familia sabía que tenía que aguantar el romperle un poco el corazón a su papá. Era por un bien más grande.

Regulus y James fueron a hablar a la cocina en cuanto Harry se metió a su habitación, por común acuerdo.

-Reg, así son los adolescentes. Esto es una etapa, no te sientas mal -James estaba más preocupado por el estado anímico de Regulus que por la cuestión que debían resolver.