Capítulo 5

404 38 1
                                    

Pov Lisa

Rosé se quedó muda por unos instantes pareciendo organizar sus ideas, investigando cómo contarme mi vida, nuestra historia, esos segundos parecían ser eternos.

El que Rosé me cuente mi pasado es como una especie de efecto mariposa.

"El aleteo de una mariposa en Brasil puede producir un tornado en Texas"

En este caso la mariposa sería Rosé y mi futuro el tornado en Texas.

Unas simples palabras que Rosé pronuncie harán que tanto yo, como mi futuro cambien en su totalidad y den un giro de trescientos sesenta grados, Un efecto mariposa.

El problema de los efectos mariposa es que no se sabe el efecto que producirá a corto o largo plazo, no se sabe si harán el bien o desatarán un caos.

No se si yo desate un caos con sus palabras en un futuro cercano.

—Bueno... Es que no sé ni cómo empezar —dice Rosé. Puedo notar el tono de nerviosismo en su voz.

—Pero ¿Qué quieres saber específicamente? ¿Tú vida? ¿Nuestra historia juntas?...

—Me gustaría que intercalaras todo, que me cuentes mi vida como si estuvieras leyendo una autobiografía ya sabes... De esas que te dejan hacer en el colegio.

Ella parece meditar un poco para después asentir para si misma y decir.

—Vamos a hacer una cosa —toma el control del televisor y la apaga.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que me olvidé de la serie y que aún seguía con el vaso amarillo que me dio Rosé entre mis manos.

Ella me quita el vaso y empuja mi cuerpo hasta recostarme en mi almohada

—Te voy a contar un cuento Lisa —dice con una sonrisa.

El estar así acostada con Rosé al borde de mi cama mirándome sonriente y tranquila me hace sentir como cuando una madre le va a leer una historia a su hijo antes de dormir, solamente que en mi caso no puedo recordar ningún cuento ni tampoco puedo recordar a mi mamá.

—¿Lista? —asiento.

—Bueno... Había una vez, una niña con el cabello oscuro y un rostro tan hermoso que parecía una muñeca de porcelana, entró a un pequeño colegio llamado Sunnyside, la niña no paraba de llorar ya que era muy difícil para ella separarse de los brazos de su madre.

—Había otra niña con el cabello largo atado en una trenza que observó como la niña lloraba sin parar, le recordó a su primo menor cuando lloraba y lo que ella siempre hacia cuando su primo estaba así era intentar distraerlo con cualquier cosa, así que decidió hacer lo mismo con la niña...

—Se acercó a ella, la tomo de la mano y le empezó a enseñar todo el colegio de arriba a abajo, desde los salones para alumnos mayores hasta el patio de juegos para niños como ellas.

—La niña dejo de llorar, sin embargo nunca soltó la mano de la otra niña, ambas empezaron a contar historias y aventuras sin saber que desde ese día se volverían inseparables y se convertirían en mejores amigas.

—La niña con los ojos cristalizados por el llanto se llamaba Lisa y la niña con el cabello trenzado y largo se llamaba Rosé.

—Cuando las madres de ambas se conocieron se volvieron igual de inseparables cómo sus hijas, ésto a las niñas les encantó ya que todos los días se la pasaban jugando juntas y creando recuerdos hermosos.... recuerdos que no sabían que en un futuro una de ellas iba a olvidar...

—Sus madres las llevaron al mismo colegio, le pedían al director que ambas se quedarán en el mismo salón de clases.

—Había días donde Rosé dormía en la casa de Lisa y al día siguiente Lisa dormía en la casa de Rosé.

—No solo eran inseparables si no que también ambas sentían que habían encontrado a su alma gemela en la otra.

—Tanto Rosé como Lisa empezaron a tomar clases de arte, Rosé era buena para el canto y el baile, en cambio Lisa destacaba en la pintura y la escritura. No importaba que una fuera mejor que la otra ambas estaban dispuestas hasta hacer el ridículo con tal de quedarse juntas en esas clases.

—Lisa y Rosé crecieron así Una al lado de la otra... Pero algo cambio cuando ambas cumplieron dieciséis años.

—Lisa se volvió distante con Rosé, al principio no sabía cuál era la razón de su comportamiento pero luego comprendió que era porque se estaba enamorando de su mejor amiga y se alejaba ya que pensó que el sentir cosas por ella iba a arruinar su amistad.

—Rosé por obvias razones se sentía triste y más aún cuando ella también empezó a enamorarse de Lisa pero tenía el mismo miedo que la otra a qué eso fuera a arruinar todo lo que habían construido juntas por tantos años pero estaba dispuesta a arriesgar todo con tal de estar con ella.

—No pasaban mucho tiempo juntas y el poco tiempo que pasaban peleaban... Hasta que un día Lisa invito a Rosé a una fiesta de su prima y está aceptó ir. En la fiesta no había adultos por lo que por obvias razones era un total y completo caos.

—Rosé no estaba tan acostumbrada a ese tipo de ambiente como Lisa pero prefería quedarse ahí cuidando de su mejor amiga.

—Entonces; unos jóvenes las invitaron a jugar verdad o reto, ellas aceptaron porque estaban aburridas sin saber que todo iba a cambiar su historia ahí.

—A Lisa le preguntaron "¿Verdad o reto?" y ella dijo verdad, le preguntaron quién era la persona de la quien ella estaba enamorada y prefirió no responder y cambiar a reto, el mismo chico la retó a besar a su enamorada. Lisa se quedó pensativa y con miedo, pero el alcohol en su sistema actuó por ella y besó a Rosé, por muy obvias razones Rosé estaba feliz.

—Toda la fiesta se la pasaron así, besándose, amándose. No fue hasta que Lisa tomó a Rosé de la mano y la llevo hasta su carro en donde la subió y la llevo hasta un mirador que había en la ciudad. Rosé estaba nerviosa porque Lisa había tomado en la fiesta sin embargo no tomó tanto como para no saber lo que hacía ni lo que decía, ni tampoco estaba tan mal para provocar un accidente automovilístico.

—En ese mirador Lisa tuvo valor, le confesó su amor a Rosé y le pido que fuera su novia, por obvias razones Rosé aceptó gustosa. A partir de ese día si antes eran inseparables ahora parecía que fueran una sola, iban a todos lados juntas nadie ni nada las separaba, incluso iban a Australia con la familia de Rosé en vacaciones de Navidad, porque cabe aclarar que Rosé nació en Australia, y en Año nuevo iban a Bangkok Tailandia con la familia de Lisa.

—Cuando ambas cumplieron dieciocho tomaron por primera vez caminos separados, Rosé empezó a estudiar para ser agente inmobiliario y en cambio Lisa decidió empezar a vender sus pinturas en exhibiciones para poner su propio estudio de arte y dar clases a niños. Cuando consiguieron el dinero compraron una casa juntas y se mudaron, eran muy felices.

—En las tardes mientras Rosé trabajaba en su oficina Lisa tomaba su cuaderno y hacia retratos de su novia.

—Asi pasaron años juntas, cuando Rosé cumplió Veintiún años Lisa le pido matrimonio en su fiesta de cumpleaños, Rosé se sentía la mujer más afortunada de este mundo y en realidad lo era. Lisa era todo un sueño como pareja, era atenta, romántica y le encantaba consentir a su mujer en todos los ámbitos, ella era simplemente algo irreal que Rosé no comprendía como tenía una mujer tan perfecta a su lado.

—Todo estaba listo, en cuestión de pocos meses iba a ser la boda, pero por cuestiones de trabajo Lisa tuvo que viajar a Paris para una exposición de arte pero el avión tuvo un accidente y Lisa cayó en coma, y el resto es historia.

First Love Never Dies | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora