Capítulo 32 (J) ⚠️

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Me van a querer matar a la mitad del capítulo pero me amaran con el final del capítulo, se los prometo.
Que comience el drama en esta historia!!

*Advertencia ⚠️
Algunas escenas de éste capítulo pueden considerarse para mayores de edad, leer bajo su propia responsabilidad*

Pov Lisa

La persona reflejada en el espejo me aterra completamente, nunca la había visto en ese estado tan bajo en toda mi vida.

Bueno...

No es como que yo recuerde de cómo se veía antes.

Idiota.

Una total y completa idiota.

Las ojeras en su rostro demuestran el cansancio y la falta de sueño que tiene.

Su cara esta más delgada de lo normal, incluso se pueden ver los huesos de sus pómulos en las mejillas.

Su rostro estaba rojo he hinchado por culpa de las lágrimas que se atrevieron a salir de sus ojos. Está hecha una completa mierda.

Así es, estoy hablando de mi misma.

Soy una completa mierda en este momento.

Me odio tanto...

Pero, he de admitir que la odio más a ella...

¿Cómo se atreve a irrumpir en mis sueños?

¿Cómo se atreve a meterse a mi cabeza a pesar de que ella no es real?

Imbécil.

Ocho... Diez días... La verdad no sé ni cuanto tiempo llevo sin dormir pero la culpa la tiene ella.

Ella sus malditos ojos de felino.

Y no solo se atreve a molestarme por las noches mientras duermo si no que también mientras estoy despierta la veo.

La escucho.

La siento como si fuera real cuando claramente no lo es...

En realidad la culpa es total y completamente mía pero era más fácil odiarla a ella que odiarme a mí.

Pero... ¿A quién engaño?

Nos odio a ambas.

—¡Lisa!— escuché el grito de Rosé en el cuarto.

Carajo... ¿No puedo tener un minuto de paz?

—¡Ya voy!

Tomo el corrector de ojos y lo aplicó en mi piel borrando cualquier rastro de ojeras y cansancio que hay en mi.

No se ni cuántos días han pasado desde que tuve mi cita con el doctor Jung, a pesar de que el me dijo que claramente todo lo que suponía yo que eran recuerdos era solo mi imaginación jugando conmigo, yo la sigo viendo.

A la chica del mar.

A esos ojos de felino.

Soñaba con salvarla, soñaba tenerla entre mis brazos tratando de revivirla.

Soñaba con el frío de sus labios húmedos en los míos cuando le dí la respiración boca a boca.

Y la odiaba.

La odiaba porque por su culpa no podía dormir ya que me quedaba pensando en ella por horas en la madrugada.

La odiaba porque así tratara de distraerme con algo durante el día la volvia a pensar.

Muchas veces inconscientemente pintaba el mar o dibujaba sus ojos en mi cuaderno.
Me hacía sentir una presión en el pecho, un nerviosismo constante presente en mi estómago, hacía que mi corazón latiera al mil por hora.

First Love Never Dies | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora