Pov Lisa
La cena transcurrió entre pláticas sobre el trabajo de Rosé, risas y besos cortos que ella me llegaba a robar.
—Lis, ya es muy tarde y la cita con el doctor es a las diez de la mañana, yo creo que mejor nos vamos a dormir.
—Okay.— pronuncio sin discutir.
Realmente estoy cansada y no quiero llegar tarde a mi cita mañana por quedarme dormida.
Subimos juntas las escaleras, cuando llegamos a nuestro cuarto me metí rápido al baño para cambiarme la ropa y ponerme mi pijama.
Apesar de estar juntas yo siempre hacía lo mismo, me daba pena estar semidesnuda enfrente de Rosé.
La primera y última vez que me vio casi sin ropa fue cuando acabamos de volver a ser novias, por error no coloqué el seguro a la puerta y ¡Dios mío! la mirada tan intensa que me lanzó me hizo sentir transparente ante ella, como si estuviera indefensa, no se si la palabra "incomodidad" podría expresar lo que sentí en ese momento.
Lave mis dientes y salí finalmente del baño, Rosé ya estaba acostada en la cama, me aproximé a ella y me acosté a su lado acomodándome lo mejor posible en mi almohada dándole totalmente la espalda.
Sentí como la mano de ella se coló en mi cadera y me apretó fuertemente, sus dedos comenzaron a trazar pequeños circulos en mi estómago, una especie de nerviosismo entró en mí, justo en mi pecho.
Se sentían extraños sus dedos en mi cadera por enzima de mi ropa.
Me sentía como si fuera algo ajeno a mí.
Pero no tiene nada de malo, Rosé es mi novia y eso es lo que hacen las parejas, regalárse pequeñas caricias en lugares en donde la gente normal no puede llegar.
Cerré los ojos tratando de evitar la sensación tan extraña que sentía en mí.
Automáticamente me arrepentí...
En mí mente apareció la imagen de unos ojos tan cálidos y determinados, unos ojos gatunos que me cortaron la respiración.
Eran los ojos de la chica del mar.
La chica que le salve la vida.
Su rostro nunca aparece solamente sus ojos mirándome fijamente y el sonido del mar se escuchaba a lo lejos.
Mi corazón latía tan rápido y tan fuerte que podía jurar que la chica con ojos gatunos lo podía escuchar.
Abrí mis ojos y la realidad me golpeó al sentir como Rosé empezó a acariciar mis muslos.
No puedo.
No puedo hacer esto.
No me siento bien.
Y apesar de tener mis ojos abiertos puedo sentir la mirada de aquella chica desconocida para mí corazón.
¿Qué rayos te pasa Lisa?
Deja de pensar en esa chica, por Dios.
Las caricias de Rosé aumentaron un poco así como el sentimiento de rareza en mi corazón.
Algo no está bien.
Definitivamente no me siento bien con esto.
Me levanto con la escusa de apagar la luz de mi mesa de noche pero en el momento en el que me vuelvo a recostar la mano de Rosé se volvió a colar en mi cuerpo.
Quiero parar los movimientos de Rosé.
No puedo hacer esto.
¿Por qué no puedo hacer esto?
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First Love Never Dies | Jenlisa
FanficLalisa Manoban despierta en el hospital desorientada después de tres años en coma debido a un trágico accidente. Las lesiones en su cabeza han borrado todos sus recuerdos por completom sin esperanza de recuperaralos ¿O si? Lisa no tiene más opción q...