Capítulo 23

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Pov Lisa

Ya me cansé.

—¡Ya! ¡Rosé explícame que está pasando!

—¡Cierra la boca Lisa!

—¡A mí no me vas a estar callando Roseanne! ¡Me explicas en este momento quien es ella o te juro que me largo!

Rosé se quedó en silencio.

—Bien.

Me levanté de la mesa con la sangre hirviendome la cabeza y comenzé a caminar rápido.

¡¿Cómo carajos se atreve a gritarme?! ¡Yo solo le hice una maldita pregunta!

—¡Lisa, no! No te vayas, perdoname ¡Lisa! ¡Bien, te diré quién es pero ven acá!

Mi respiración era rápida sentía como mi rostro estaba caliente por el enojo.

En este momento quería golpear a Rosé por hablarme así pero la determinación por saber porque mierda se está comportando así con esa pobre señora me hizo dar la vuelta y aproximarme a la mesa otra vez.

—Pranpriya... —susurro la anciana, la mire y trate de calmarme ella tomó mis manos entre las suyas y con ternura las beso.

Un sentimiento de nostalgia surgió dentro de mí.

No sabía quién era pero ella sí sabía quién soy yo... O quién era antes del accidente.

Sus caricias me llenaban de lindura y no pude evitar sonreírle a esa pequeña viejita quien me veía con tanta ilusión.

¿Será que conoció a mis padres?

—Lisa... —susurro Rosé, la mire con enojo.

No me cabe en la cabeza como puede ella ser tan grosera con la señora si conmigo se está comportando tan dulce...

—¿Por qué tratas tán del carajo a la pobre señora Roseanne?

—Tú no sabes quien es y todavía tiene el descaro de abrazarte...

Rosé miro a la señora con asco y ella a pesar de ser mucho más baja de estatura que yo me puso detrás de su cuerpo como si me estuviera protegiendo de Rosé, sentía como su cuerpo se tensaba y sabía que en cualquier momento iba a saltar como león enzima de Rosé, la rodee con mi brazo no para abrazarla si no para evitar la pelea de golpes que sabía que podía iniciar.

—Pues si me explicaras que mierda pasa aquí en vez de gritarme como loca tal vez te podría entender —solté.

Rosé soltó un gran suspiro y comenzó a explicarme:

—Esta señora conocía a tús padres, te conoció cuando eras pequeña y tuvo el descaro de pedirles a tus padres más de medio millón de dólares para abrir un supuesto negocio para su familia... Les mintió, todo lo gastó en drogas para su hijo, tú nunca te enteraste porque tús papás no querían preocuparte pero yo un día los escuché sin querer.

—Y se hace la linda persona contigo porque sabe que no sabes nada pero yo sí.

No podía creerlo, las palabras de Rosé retumbaron en mi cabeza...

Esta señora se ve tan dulce, tan tierna, me ve con tanta adoración...

¿Dudo un poco de Rosé?

Tal vez, pero confío en ella, nunca me mentiría.

¿Por qué tendría que mentirme?

Al parecer las apariencias engañan y las personas que se ven más dulces son la que te clavan la daga al final.

La furia me inundó y comprendí el porque Rosé se enojó tanto con ella.

Retiré mi brazo y la tal señora ésta me volteó a ver sin entender nada.

—Pranpriya —dijeron sus labios.

Me ilucioné, pensé que era alguien especial por la manera en como acarició mi cabeza de forma maternal, creí que había encontrado a alguien que me pudiera explicar más mi vida en Tailandia, pero me equivoqué...

Me equivoqué de la manera más idiota del mundo.

—Vamonos Rosé —dije con amargura.

Ella me miró sin entender pero al final se aproximó a mí y entrelazó su mano con la mía.

Comenzamos a caminar o mejor dicho, arrastré a Rosé en la salida del restaurante.

—¡PRANPRIYA! ¡PRANPRIYA! —gritaba la señora detrás mío yo simplemente la ignoré.

"Todavía tan cínica me grita"

—¡POOPOO! —gritó desesperada.

Me frene en seco, pude sentir la mano de Rosé, empezó a temblar, la miré y pude ver en su rostro miedo.

El enojo creció aun más, me separé de Rosé y me puse delante de la señora para encararla.

—¡Usted no tiene ningún derecho a llamarme así después de lo que le hizo a mis padres! ¡NINGUNO! ¡¿ME ENTENDIÓ?!

Me importa un carajo si ella me entiende o no, seguramente no ya que me miró con confusión y lágrimas tristes rodaron de sus ojos.

¿Es una puta joda?

¿Todavía se digna a llorar como si fuera inocente?

Me di la vuelta y fuí directo con Rosé tomándola de la mano y nos dirigimos hasta la puerta de la entrada.

Estaba apunto de pedir un taxi hasta que sentí un tirón fuerte en la mano con la que estaba agarrando a Rosé.

¿Esta vieja no se cansa?!"

No sé en qué momento pasó pero la señora empezó a jalar la mano de Rosé con una brusquedad tal que me dio miedo que le arrancará el brazo.

—¡Sueltela! ¡Maldita loca!
¡¿Qué carajos le pasa?!

Con toda la fuerza del mundo quite la mano de Rosé de la de la señora y en su lugar ella tomó mis manos pero está vez no me jaló si no que sentí como dejo algo entre mis manos.

¿Qué carajos?

—¡Lisa ya vámonos! No tiene caso pelear con ladronas de mierda.

Ignoré a Rosé para mirar lo que sea que está mujer haya puesto en mi mano.

Era un anillo lleno de brillantes y con un corazón amarillo en medio.

Era hermoso, muy hermoso...

Si no estuviera tan enojada le hubiera preguntado para que me lo estaba dando pero lo tiré al suelo enojada.

—¡Mejor venda sus mierdas a ver si con esa cosa puede pagarme el dinero que le robó a mis padres!

La señora me miro incrédula e inclusive me atrevo a decir que algo enojada.

Empezó a volver hablar despertada pero los gritos de Rosé se hicieron más grandes impidiendome escuchar ni una sola palabra de lo que me trataba de decir pero de todos modos no me interesa lo que tenga que decir una maldita ladrona.

Rápidamente me dirigí a la calle a detener a un taxi.

—¡Rosé vámonos!

No pasaron más que segundos para que ambas nos encontráramos subidas en un taxi.

Lo último que vi fue a la señora agachandose levantando algo que lo más seguro era que fuera el anillo que le aventé.

First Love Never Dies | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora