Capítulo 25

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Para una mejor lectura escuchar Never say never de The fray.

Pov Lisa

—Pasajeros del vuelo 267 con destino a Seúl, Corea favor de abordar por la puerta 5.

El miedo en mí creció de nuevo, sin embargo; no podía derrumbarme está vez, no si una de las dos estábamos mal.

Y en este caso era Rosé.

Su mirada estaba pérdida en la nada desde anoche cuando dimos oficialmente por perdido su anillo de compromiso luego de buscar hasta el más recóndito lugar del hotel pero no había nada.

Le dije a la señorita de la entrada, en inglés claro, que si sabía algo o alguien lo veía nos llamara por teléfono y vendríamos por el.

Aunque con sinceridad si alguien ve un anillo de diamantes es muy difícil que lo regrese, si fuera mi caso lo vendería y compraría pinturas o material para dibujar.

Rosé lloró toda la noche hasta que por fin cayó dormida, la abracé sin dudarlo y acaricié su cabeza en forma de aliento.

Tomé el bolso de mano de Rosé y lo cargué para después tomar su mano y entrelazarla con la mía.

Caminamos hasta la entrada del avión no sin antes pasar por una última revisión de identificaciones.

—Bienvenidas señoritas —dijo una sobrecargo al entrar al avión.

—Gr—gracias —dije con un claro nerviosismo en mi voz.

Busqué nuestros asientos chocando con uno que otro pasajero y para mí sorpresa o desgracia nos había tocado en el ala del avión, suspiré antes de tomar asiento junto a la ventana.

Apesar de que Rosé ya estaba sentada, nunca solté su mano y no estaba en mis planes hacerlo.

—Hay unos audífonos en mi bolso, puedes tomar mi teléfono, meterte en tú cuenta de Spotify y escuchar la música que te gustaba, la verdad nunca me he metido en tú cuenta pero a pesar de los años la tengo guardada aún.

El tono de voz de Rosé sonaba apagado y casi en un susurro, la miré y le sonreír con sinceridad, podía ver sus mejillas rojas y sus ojos hinchados por el llanto pero a pesar de eso me devolvió una sonrisa ligera.

Solté su mano y empecé a buscar en su bolso sus audífonos y su celular.

Cuando los encontré tomé el pulgar de Rosé para desbloquear el celular y busqué en el tal Spotify mi música.

Era irónico que estuviera emocionada teniendo en cuenta que estaba en un avión pero era más la curiosidad por ver qué musica me gustaba antes de mi accidente.

Me puse los audífonos sin importarme el exterior y la música empezó a sonar.

Aristas como NIKI, Post Malone, Kiana Ledé, Social House y The weekend empezaron a sonar en mis oídos.

Había canciones donde simplemente quería pararme y bailar ahí mismo.

Rosé se quedó dormida en su asiento así que traté de no despertarla con mis reacciones a cada canción que sonaba.

Todo era nuevo para mí, no recordaba la letra de ninguna de las canciones pero eran muy buenas.

Llegué a la conclusión de que la música de mi playlist se dividía en dos:

O era muy rítmica y quería brincar y bailar.

O era exageradamente cursi, tenían las letras más melosas y románticas del mundo.

Canciones que te gustaría dedicarle al amor de tú vida.

"Wow de verdad parecía estar muy enamorada" pensé.

First Love Never Dies | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora