Capítulo 8

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Pov Lisa

Las calles de Seúl pasaban ante mis ojos, eran tan grandes y con edificios por doquier, la gente iba por todos lados, lo que llamaba mi atención eran todas las luces que reflejaban los anuncios, era simplemente hermoso.

Sentía una mirada sobre mí y sabía que era la de Rosé, ella estaba sentada a mi lado a veces viendo mis reacciones con ternura y a veces veía la calle también.

Me volteé para mirarla con una gran sonrisa que obvio ella me la devolvió gustosa, apoye mi cabeza en su hombro y le dije:

—Gracias por siempre cuidarme Rosie.

Su cabeza se recargo en la mía y su brazo me rodeo la espalda para después abrazarme, sentía sus suaves caricias en mi brazo.

Rosie me hacía sentir cuidada y protegida, sabía que ella era una de las personas más confiables y leales del mundo... Bueno, no era como si conociera a muchas personas pero con solo ver a Rosé te brindaba confianza, la suficiente para contarle todos tus secretos y sabes que Ella los guardará bajo llave en su cabeza y no se los contará a nadie, todo mundo merece una persona tan buena y leal como Ella en sus vidas.

—No tienes que agradecerme nada Lisa, lo hago con gusto y con todo el amor que te tengo.

Y así nos quedamos abrazadas en el asiento trasero todo el largo camino, mis ojos se sienten un poco adormilados por la tranquilidad que me hace sentir Rosé y no se en que momento me quedo profundamente dormida.

~•~•~•~•~

—Lisa... Lisa... Despierta...

—Cállate... —digo somnolienta.

—Que amable eres, despierta ya llegamos.

Mi ojos aún pesan, no se si se deba a la carrera que hicimos en el hospital o que pero me siento cansada por alguna extraña razón.

"Lisa... Lisa... Despierta..."

Esas palabras me hacen recordar a cuando desperté en el hospital. Dios mío cuántas cosas han pasado entre nosotras desde ese entonces. Antes no quería ni verla en pintura y ahora aquí me tienen dormida prácticamente enzima de ella.

Abro los ojos y lo primero que veo es su rostro observándome atenta para después dedicarme una dulce sonrisa la cuál correspondo aunque aún no estoy cien por cierto despierta.

—Anda, Vámonos o el conductor nos va a sacar a patadas —dice en un susurro pretendiendo que el taxista no la escuché pero creo que fue todo lo contrario porque el señor dijo:

—No se preocupen señoritas, tómense su tiempo.

Ambas soltamos una carcajada. Ayyy Rosé a veces no entiendo de dónde saca tantas tonterías.

—Vamonos ¿O no quieres conocer nuestra casa?

Eso hizo que me despertara totalmente, con una gran sonrisa abrí la puerta del carro y básicamente brinqué al salir, podía escuchar la risa de Rosé detrás mío.

Una casa enorme se presentó frente a mí, tenía una apariencia muy moderna, los grandes cristales que más bien eran las ventanas brillaban por la luz del sol, había una hermosa fuente en el pequeño patio delantero y podía escuchar los sonidos de los pájaros alrededor nuestro, no podía ver mucho de la estructura de la casa vecina ya que había una valla muy alta que cubría la casa.

¡Wow!

—Cierra la boca Lisa se te va a caer la saliva.

Siento como Rosé me abraza la cintura, yo simplemente no puedo quitar la cara de asombro.

—¿De verdad está es nuestra casa? ¿Si estamos en la dirección correcta? —Ella me voltea a ver con ternura y yo la miro incrédula —Es que no me creo que está casa sea en parte mía, Es hermosa...

—Bienvenida a casa Lisa.

Vuelvo a mirar la casa... Nuestra casa sin creer que esto sea real.

Si esto es un sueño que nadie me desperté por favor.

No me di cuenta en qué momento el taxi se había alejado, seguramente Rosé le pagó cuando yo aún estaba dormida. Ella me toma de la mano para jalarme hasta la puerta de la entrada, sacó una llave y abrió la puerta revelando su interior...

"Ayyy Dios mío ¿Esto es en serio? Wowww"

La decoración por dentro era en tonos grises que hace que se vea muy elegante y espaciosa, todos los muebles eran blancos y con apariencia muy fina y lujosa, la sala, el comedor la televisión todo era gigante, básicamente nuestra casa no era una casa, era una mansión.

"He de haber vendido muchísimas pinturas para poder pagar esto"

Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando siento algo moverse en mis pies.

¿Qué carajos...?

¡Ayyyyy un perrito! Muy hermoso por cierto, estaba jugando con las agujetas de mis tenis, su pelaje era en tonos blancos y café claro, su tamaño no era tan grande como un Husky pero tampoco tan chiquito como un chihuahua.

—¡Hola bonito! —digo agachándome para acariciarlo, el parece estar muy entusiasmado y mueve su cola con rapidez

—¿Cómo te llamas? —observó que tiene un pequeño collar azul que tiene una placa dorada en el "Hank" leo en la placa.

—Así que te llamas Hank.

El perrito parecía ponerse más contento cuando escuchó su nombre, me llena de ternura y comienzo a acariciarlo.

—¡Hankie! ¡Hola mi amor! ¿Cómo está el perrito más hermoso del mundo? —dice Rosé acercándose a nosotros, Hank se lanzó a sus brazos, Rosé lo cargó y lo empezó a llenar de besos.

—¿Tenemos un perro? —pregunto curiosa.

—En si a Hank lo adopte hace unos meses antes de que despertarás porque no aguantaba más con la soledad de está casa pero si quieres tú puedes ser su segunda mamá ¿Verdad Hankie? ¿Quieres que Lisa sea tú Mami?

Miro la escena con ternura, y asiento.

Bien, tengo una casa enorme y ahora un hijo perruno ¿Acaso la vida puede sorprenderme más?

—Oye Lisa, ¿Puedes hacerte tantito cargo de Hank? Voy a salir.

La miró confundida, cuando me levanto del piso Rosie me entrega a Hank en brazos, ella al parecer miró mi confusión porque dijo

—Oye, el helado que te debo no se va a traer solo.

El helado, estaba tán entretenida viendo la casa que se me había olvidado que Rosé me debe un helado por perder la carrera. La miró con una sonrisa y asiento, Hank se había recostado de una manera tierna en mi pecho y lo volví a acariciar.

—Bien, Ve y explora la casa Lisa, no me tardo.

Rosé le da una última caricia a Hank para después salir por la puerta.

El silencio hace presencia en toda la casa, Hank se revuelve en mis brazos y su colita se mueve rápidamente otra vez.

Creo que quiere que lo baje.

—¿Quieres caminar amigo?

Hank como si entendiera mis palabras empieza a lamer mis manos haciéndome reír, lo bajo al piso y el empieza a caminar emocionado por toda la sala.

—Hankie —lo llamo— ¿Le puedes enseñar la casa a mamá?

El empieza a brincar por toda la sala y corre por un pasillo al lado del comedor, después me voltea a ver cómo si estuviera esperando que hiciera algo.

"Okay creo que eso fue un si"

Bien, creo que la pasaremos bien juntos mientras regresa Rosé.

First Love Never Dies | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora