Capitulo 44

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Pov Jennie.

Sentí el olor de Lisa golpeándome fuertemente.

Siempre huele tan dulce.

Sonreí, mis ojos se abrieron.

Fue un buen sueño, un sueño muy hermoso con Lisa.

Pero para mí sorpresa su olor no había desaparecido.

Al contrario.

Cada vez que era más consiente de mí este se volvía más fuerte.

Sentí mi cabeza subir y bajar lentamente, tal y como lo sentía cada mañana al despertar acostada en el pecho de Lisa.

Parpadeé varias veces para aclarar mi vista y lo primero que ví fue el cuarto del hospital.

Sabía que era un sueño...

Pero ¿Por qué mi cabeza se sigue moviendo?

Sentí unos brazos tan familiares rodeando mi cuerpo.

Se sienten como los brazos de Lisa.

Levanté mi cabeza sin entender nada y fue cuando la ví.

Ahí estaba el amor de mi vida durmiendo profundamente.

No, definitivamente estoy soñando.

No es real.

En su rostro y su cuello noté una alarmante cantidad de moretones y rasguños.

Qué raro.

Jamás la he soñado golpeada.

Golpeada o no Lisa está aquí.

Se siente tan real...

Se ve real.

"Alguien pellizqueme para saber que no estoy soñando."

Me levanté y en el momento en que lo hice mi estómago me dolió de una manera tan fuerte y brusca que no pude evitar soltar un pequeño grito de dolor y mis ojos se llenaron de lágrimas.

"Era pellizcar, no sentir contracciones tan feas como si fuera a dar a luz"

Comencé a toser fuertemente y empecé a tener arcadas.

Ayyyy no... Creo que voy a vomitar.

Las arcadas fueron más fuertes y trate de aliviar el dolor sobando mi abdomen pero no sirvió de nada, la habitación empezó a dar vueltas y vueltas.

Okay definitivamente voy a vomitar.

Mi cuerpo se arqueó otra vez.

—¡No, no, no! ¡En el piso no!

Reconocería ese grito en todos lados.

Lisa...

—Ven mi amor, te ayudo, vamos al baño.

¿Qué clase de sueño raro es este?

Yo estaba tranquila bailando con Lisa en nuestra boda y ahora tengo arcadas y estoy mareada.

Pero se siente exageradamente real, sobre todo el dolor en mi abdomen.

Mi vista se aclaró y vi a Lisa enfrente mío mirándome preocupada.

—Vamos Nini.

Lisa pasó mi brazo por sus hombros y agarró mi cintura para sostenerme.

Suspiré pero no por el dolor, si no por sentir la mano de Lisa apretando mi cintura.

Pásenme una biblia porque no pienso en cosas muy "santas" que digamos cada vez que siento las manos de Lisa en mi cintura.

Mis pies tocaron el piso frío y me levanté con ayuda de Lisa.

First Love Never Dies | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora