Jennie (3)

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Pov Jennie.

—¡Jennie Kim! ¡Abre la puerta o la tiro enzima de ti!

¿Qué rayos?

La voz es de una chica pero no la reconocí para nada.

¿Por qué me conoce?

¿Quién es?

Grité en el momento en el que la puerta de mi baño se abrió de golpe dejándome ver a cinco chicas que no conocía ahí paradas.

Con mis manos intenté cubrir mi cuerpo pero aún así estaba semidesnuda.

—¡Devuélveme mi ropa! ¡Maldita ladrona!— gritó la chica más alta y fuerte.

¡¿Ladrona?!

¿De qué me está hablando?

—Yo no te robé absolutamente nada— solté en voz baja y completamente apenada debido a mi cuerpo casi desnudo —Ni siquiera sé quiénes son ustedes— agarré la puerta para cerrarla nuevamente —Sí me disculpan...

Otra chica fue más fuerte que yo he impidió que cerrara la puerta. Mis brazos son muy débiles y no puedo contra su fuerza.

—Agárrenla— dijo la misma chica que me gritó.

Otra de las chicas se acercó a mí jaló mis brazos, traté de defenderme pero mi fuerza no era nada a comparación de la chica.

Grité cuando me tomó por el cabello y me jaló hasta sacarme del cubículo.

Le dí golpes con mis pequeñas manos pero cada uno fue en vano porque no mostró ni un grado de dolor.

—¡Ahhhhhh!— grité cuando sentí una fuerte patada en mis costillas y otra en mis piernas haciendo que caiga al piso.

Lo peor...

Lo peor es que estoy acostumbrada a este tipo de cosas.

A los golpes y el maltrato.

Ya decía yo que estaba todo muy perfecto para ser real.

—¡Yo no te robé absolutamente nada!— grité defendiéndome

—¿Segura?— me miró la chica desafiante, iba a negar con la cabeza pero la chica que me tenía agarrada por el cabello apretó su agarre impidiendo que me moviera.

—¿Entonces que es esto?— me preguntó agarrando mi bufanda amarilla.

No...

Esa no por favor...

—¡Sueltala! ¡Es mi...— no pude continuar porque la misma chica alta me dió una bofetada tan fuerte que, no solo hizo sentirme mareada, si no que también hizo que mis lentes salieran volando estrellándose en el piso.

Escuché como el cristal en mis anteojos se quebró.

¡No, no, no! Trabajé por tres meses en un basurero para comprarlos...

Son los únicos que tengo.

Tenía...

Afortunadamente mi vista no es tan mala, solo los ocupo para leer pero aún así los necesito.

Y más para hacer mi tarea.

Otra vez la chica me dió una bofetada, sentí como mi nariz empezó a sangrar manchando mi rostro.

Todas se empezaron a reír fuertemente.

¿Dónde está Lisa?

¿Y si grito por ella?

No serviría de nada, la cafetería está muy lejos de aquí...

—No se cómo Lisa te aguanta, mírate... Das asco.— soltó con amargura.

First Love Never Dies | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora