Hadassa.
DISCURSO...
Escuché una ovación cuando me asomé al balcón principal, sin poder evitar que a mi mente viniera ráfagas de recuerdos, desde que era una niña y mi padre iba a dar un discurso. En cómo me metía entre sus faldas y veía a escondidas a la multitud para saber si estaban contentos con lo que decía.
Recordé a mi madre que tomaba su mano asintiendo dándole su apoyo, y girándome hacia ambos lados, solo sabía ahora, que de alguna forma ellos estaban aquí conmigo.
—Estaremos aquí detrás... —escuché a Gamal y asentí hacia él y Elisama que me esperaban a unos metros, mientras puse mis manos en el muro para tomar una fuerte aspiración.
Los hombres que se había capacitado en estos meses para ser guardias del palacio, estaban terminando de organizar a todas las personas, y cuando me asomé por completo, las voces se fueron acallando y solo escuché el aliento que solté cuando me preparé para hablar entre tanto levanté las manos.
"Hoy me dirijo a ustedes principalmente para instarles a que demos gracias a nuestro principal soberano por nuestra vida. Nuestro Dios nos ha permitido reunirnos después de tanto, y aunque unos meses atrás reiniciamos nuestras vidas en nuestro amado Radin, hoy es indispensable que, la reina, se dirija a ustedes para dar algunas aclaraciones.
No va a ser nada fácil superar esta situación y en cada casa lo saben bien. Pero yo estoy segura de que vamos a salir adelante. Con esfuerzo, unión, y solidaridad y sobre todo con la ayuda de nuestro Dios... Radin saldrá adelante. Hasta el momento no nos ha dejado, y seguirá con nosotros todos los días de nuestra vida.
Ahora tenemos que resistir, aguantar y tenemos que adaptar nuestros modos de vida... Todos debemos contribuir a ese esfuerzo colectivo con nuestras actitudes y nuestras acciones, por pequeñas que sean...
Hace ocho meses inicié mi reinado con una profunda emoción por el honor que supone asumir la corona, consciente de la responsabilidad que me compromete y con la mayor esperanza en el futuro de Radin.
No puedo mentirles, comenzar desde las cenizas, es una tarea muy difícil, pero ustedes y yo sabemos que es la especialidad de nuestro Dios hacer algo de la nada, y por eso, este miedo que podemos sentir todos ahora, es disipado por la fe y la esperanza que no hace sentir con su presencia.
Una gran nación, en la que creo, a la que amo y a la que admiro; y a cuyo destino me he sentido unida toda mi vida, como Princesa Heredera y hoy ya reina de Radin...
Y ante ustedes, también, quiero rendir un homenaje de gratitud y respeto hacia mi padre, el Rey Uriel.
La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de nuestra fe, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función y a su responsabilidad. Porque, solo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de todas nuestras funciones. Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren... y la ejemplaridad presida de nuestra vida pública. Y el Rey, es la cabeza de una nación, y tiene que ser no solo un referente, sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos...
Por eso, hoy quiero dirigirme a ustedes explicándoles mi conducta en estos meses, y la causa de mi encierro, que no ha sido justamente debido a alguna enfermedad..."
Tuve que hacer una pausa cuando un murmullo se hizo más fuerte que mi voz, y los rostros sorprendidos de todo el pueblo se vinieron a clavar en mi estómago. Pude notar como los guardias trataron de acallarlos, y me apresuré en levantar la mano para llamar su atención.
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UN REY PERVERSO
RomanceEsclavitud, guerra y el deseo de poseerla, es el menor de sus problemas...