CAPÍTULO EXTRA

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20 años después de la restitución de Radin como Nación.

CORONACIÓN...

Hadassa observó a Malek con orgullo mientras le ajustaba los botones de su camisa y reprimía un poco los labios por la emoción. El momento había llegado, y ella no sabía cómo ordenar todas sus emociones, mientras sus manos temblaban evidentemente.

—Tranquila, mamá... —Malek tomó sus manos en las suyas, y luego las besó dulcemente.

—Solo... estoy emocionada y estremecida con lo que ha estado sucediendo en estos años a nuestro pueblo... parece increíble... —Malek llevó los dedos a su mejilla para quitar las lágrimas de su madre, y luego besó su frente.

—Ha sido el creador quien nos ha posicionado en este momento de la historia, madre, y me siento muy privilegiado por haber esperado, y por ser el próximo rey de Radin... gracias por tu confianza.

Hadassa asintió hacia él tomando sus manos, besándolas, y recordando al mismo tiempo, que hace 8 años, cuando Aarón tenía solo 20, había asumido desesperadamente el reinado de Babel y ella había estado allí para apoyarlo también.

Las diferencias entre sus dos hijos varones eran muchas. Ella y Rashad habían tratado desesperadamente de cambiar un poco los pensamientos de Aarón, pero en esta instancia, y ya hecho un hombre de 29 años, era imposible refrenar su carácter arrebatado y explosivo.

Nadie había estado preparado para el crecimiento fortuito de Radin, ni para que sus militares se duplicaran a la velocidad de un rayo, o como su fama se había extendido a lo largo del mundo.

Quizás a Aarón le ganaron las ganas de poder, y en este momento se estuviera arrepintiendo de haber tomado una decisión tan prematura al haber elegido a Babel como su reino en particular. Tal vez influenciado por su padre por ceder al trono, o verlo convertido, en lo que desde siempre pensó quería para Aarón, con tal de cambiar un poco su ambición.

Rashad había querido mostrarle a su hijo mayor, que ya era poderoso desde un principio, y que no necesitaba pelear con sus hermanos por un puesto, como lo acostumbraba a hacer.

Pero para la sorpresa de todos, Radin era la nación más rica y poderosa de todas hoy en día, y aliada con Babel a nivel político, todos los pueblos querían pertenecer a su círculo.

Tanto Rashad como Hadassa se habían quedado en un punto de equilibrio, y el mismo Rashad se había hecho un palacio, para que él y ella vivieran separados de los intereses de sus hijos, aunque Hadassa aún tomaba las decisiones de Radin, hasta el día hoy.

Su palacio quedaba en medio de las dos tierras, mientras que Haza había decidido irse hacia Babel, por petición de su hermano Aarón.

... ninguno de ellos se había casado, y todos estaban actualmente en Radin para presenciar la coronación.

—Es imposible que estés llorando incluso hoy... —la voz de Rashad resonó en el salón, mientras Malek y Hadassa se giraron hacia él.

Malek sonrió negando ante la actitud pedante que su padre siempre tenía, y ahora que tenía 20 años más, era peor que antes e insoportable.

—Tengo el derecho... —respondió Hadassa parándose firme—. Es mi hijo el que va a ser coronado...

—Nuestro hijo... —aclaró Rashad llegando a Malek para darle un abrazo y este lo recibió con sinceridad.

—Papá... gracias por estar aquí.

—¿Dónde podría estar? —preguntó el hombre con el ceño fruncido, y luego Malek sonrió alzando los hombros.

UN REY PERVERSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora