Appartenente.
Damien Kuznetsova:Muerdo el bolígrafo antes de leer el póster que Francisco me ha traído. Una chica que abarca la mayoría de la carta, de título lleva la frase "Se Busca" .
Se habla de una mujer de dieciocho años de edad, de complexión delgada, de estatura: un metro con setenta. Se dice que desapareció el catorce de Febrero de dos mil quince.
De nombre: Margot Smith, la chica que está debajo de mi patio.
Bajo el cartel de búsqueda al escritorio, acto seguido, he enfocado mi mirada solo en él, y no en el rubio que está detrás de Francisco.
—¿Y esto? —pregunté.
Hay un hombre repleto de sangre frente a mí, no me sorprende que esté temblando, que sus labios se curven y formen un puchero, que sus manos atadas detrás de su espalda se jalen y contraigan, se mueve brusco y escupe. Esta amordazado.
—Es el hombre que trabaja con los Escutia, la mano derecha de Adrián Escutia.
Ha botado sangre y un diente.
—¿Estás reacio a mantener tu palabra? —cuestiona Alexander.
El hombre no se mueve ni levanta la mirada.
—Mi padre —hable levantando de la silla—, nos obligaba a jugar algo cuando tenía tiempo libre, decía que iba a alimentar nuestra sed de sangre, algo que necesitaremos en el futuro —susurre llegando frente a él—. ¿Quieres saber que era Harry Johnson?
El hombre me miró.
Decidí sembrar miedo en su alma.—Tienes una mujer, tienes hijos y todo lo que siempre deseaste cuando estuviste en aquel internado: una familia feliz.
Saque el arma y se la puse en la frente.
—¿Sabes lo que puedo hacer con una llamada? Tienes muchas hijas, tres en total y un niño, ¿Sabes que puedo venderlas por mucho dinero a depravados que quieran coger con niñas de 5, 7 y 9 años?
El hombre me miró pero no dijo ninguna palabra, solo apretó sus labios.
—¿Quieres que haga eso?
El hombre niega.
—Dime entonces, ¿Qué planean los Escutia contra mi? Te dejaré libre si contestas e irás con tu esposa e hijas. ¿Entendido?
Él asiente.
—¿Qué planea Escutia contra mí?
El hombre solo mira a Francisco, quién se acerca y le quita la venda que tenía en la boca.
Inhaló profundo y pongo el arma en ambas de mis manos.
—David quiere a su hija de vuelta.
—Eso es algo que sé —le digo.
El hombre mira hacia ambos lados y aprieta los ojos.
—Harán una emboscada, sabían que Francisco los estaba espiando.
Miró a Francisco, compartimos la misma mirada, ¿Qué carajos estaban planeando?
—Soy un señuelo —soltó.
Su pecho comenzó a subir y a bajar.
—Tengo un rastreador inyectado en mi brazo derecho, saben dónde estoy.
Estaba teniendo un ataque de pánico.
Sabían dónde estoy...
—Vendran pasado mañana —susurro—. ¡No quiero morir! ¡No quiero morir! ¡¿Qué será de mi familia?! —comenzó a hiperventilar.
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Appartenente.
RomanceMargot sale una tarde de su casa a celebrar su aniversario de tres años con su novio. Después de una acalorada discusión, Margot regresa a casa donde unos ruidos extraños la obligan a salir, es ahí cuando se da cuenta que su novio está tirado en el...