Al día siguiente, el sol brillaba sobre Mystic Falls, iluminando sus calles históricas mientras Dean, Sam y Kate se paseaban por la ciudad. La atmósfera era fresca y agradable, con una brisa otoñal que hacía ondear las hojas caídas.
-¿Sabíais que Mystic Falls fue fundada en 1860? - dijo Sam, adoptando su papel de enciclopedia ambulante mientras caminaban junto al ayuntamiento. -Parece ser que las leyendas de seres sobrenaturales en este pueblo se remonta a la Guerra Civil.
Dean, con las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero marrón, asintió distraídamente mientras observaba el entorno con una mezcla de interés y alerta. -Eso explica la cantidad de vampiros que hay en este pueblo. - murmuró, para que sólo los otros dos que estaban a su lado lo escucharan.
Kate, por su parte, miraba las fachadas antiguas con curiosidad, aunque en el fondo su mente estaba ocupada con el próximo encuentro y el plan para enfrentar a los vampiros originales.
Justo entonces, al pasar frente al ayuntamiento, se encontraron con Elena y Caroline. Las dos chicas sonrieron al ver a los cazadores, deteniéndose para saludarlos.
-¡Hola!- dijo Elena con una sonrisa cálida- ¿Haciendo turismo por el pueblo?
El trío le devolvió el saludo. -Sí, es muy curiosa la historia de aquí. - agregó Sam.
Caroline, con su habitual energía, se adelantó un paso.- Llena de historias de seres sobrenaturales, debe ser como un museo para vosotros.
Elena se volvió hacia Kate con una expresión invitante - Voy a hacer una comida en mi casa, ¿os gustaría venir?-les preguntó- Será algo informal, es algo que intentamos hacer cada semana.
Los tres cazadores se miraron entre sí, compartiendo una breve consulta silenciosa. La idea de una comida casera y la oportunidad de obtener más información sobre la ciudad y sus habitantes no sonaba nada mal.
-Comida casera, ahí estaremos. -dijo Dean esbozando una sonrisa.
Elena sonrió aún más, satisfecha con la respuesta.- Perfecto. Te enviaré un mensaje con la dirección y la hora, Kate. Nos vemos en un rato.
Después de despedirse de Elena y Caroline, continuaron su paseo. Sam seguía compartiendo datos históricos de la ciudad, mientras Dean y Kate intercambiaban miradas cómplices, pues el mayor de los Winchester no podía evitar burlarse de lo sabelotodo que era el alto.
*****
Al llegar a la casa de Elena, Sam, Dean y Kate se encontraron con una acogedora fachada de estilo colonial. La puerta principal se abrió tras tocar, revelando a Caroline, cuya energía era contagiosa.
-Llegáis justo a tiempo -exclamó entusiasmada. -¡Estamos casi listos!
Los cazadores intercambiaron sonrisas mientras cruzaban el umbral de la puerta, entrando en un cálido hogar que olía deliciosamente a pollo asado. La atmósfera era hogareña y reconfortante, algo a lo que no estaban acostumbrados en sus vidas itinerantes.
La casa estaba llena de una actividad alegre. Damon estaba colocando con cuidado la vajilla sobre la mesa junto a Bonnie, quien estaba distribuyendo los cubiertos con una precisión casi ritual.
El vampiro levantó la vista al verlos entrar, esbozando una sonrisa pícara.
-Vaya, ya han llegado los cazadores hambrientos- comentó el pelinegro con su característico tono sarcástico.
Kate le lanzó una mirada rápida antes de sonreír.- Damon, tú siempre tan encantador.
El salón y la cocina estaban unidos, lo que permitía ver a Stefan y Elena acaramelados, trabajando juntos en la cocina. Estaban revolviendo una olla de salsa que burbujeaba suavemente, llenando el aire con un aroma delicioso.
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EL NEGOCIO FAMILIAR | (Dean Winchester)
أدب الهواةKate Jones ha tenido que superar muchos impedimentos pero por una vez, su vida era relativamente "tranquila" pese a ser una gran cazadora. O lo era hasta que por motivos externos se ve obligada a tener que lidiar con otros cazadores, en este caso c...