16. Uɴɪᴏ́ɴ

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𝑇𝘩𝑖𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑖𝑠 𝑔𝑜𝑜𝑑, 𝑡𝘩𝑖𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑖𝑠 𝑏𝑎𝑑

𝑇𝘩𝑖𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑖𝑠 𝑎𝑙𝑖𝑣𝑒, 𝑏𝑎𝑐𝑘 𝑓𝑟𝑜𝑚 𝑡𝘩𝑒 𝑑𝑒𝑎𝑑 (𝑜𝘩, 𝑜𝘩, 𝑜𝘩)

𝑇𝘩𝑒𝑠𝑒 𝘩𝑎𝑛𝑑𝑠 𝘩𝑎𝑑 𝑡𝑜 𝑙𝑒𝑡 𝑖𝑡 𝑔𝑜 𝑓𝑟𝑒𝑒 𝑎𝑛𝑑

𝑇𝘩𝑖𝑠 𝑙𝑜𝑣𝑒 𝑐𝑎𝑚𝑒 𝑏𝑎𝑐𝑘 𝑡𝑜 𝑚𝑒 (𝑜𝘩, 𝑜𝘩, 𝑜𝘩)

-𝑇𝘩𝑖𝑠 𝐿𝑜𝑣𝑒, 𝑇𝑎𝑦𝑙𝑜𝑟 𝑆𝑤𝑖𝑓𝑡-

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De repente, el bosque se llenó de la presencia de numerosos demonios, sus ojos brillando con malevolencia mientras rodeaban a la castaña. Ella no vaciló. Con una velocidad y agilidad que sorprendió a todos, comenzó a moverse, sus manos lanzando ráfagas de energía y fuego, destrozando a los demonios uno por uno.

Cada movimiento estaba calculado, cada ataque era preciso. Los demonios caían ante ella, sus cuerpos evaporándose en el aire mientras la magia de Kate los consumía. Sus movimientos eran fluidos, casi como una danza mortal, y en cuestión de minutos, el último demonio yacía en el suelo.

Con un gesto que exudaba poder y control, Kate levantó la cabeza, acompañando el movimiento con una sacudida de su melena. El brillo dorado de sus ojos comenzaba a apagarse, pero el impacto de su poder permanecía, dejando una impresión imborrable en el aire.

Sam y Dean, testigos silenciosos, se quedaron paralizados por unos segundos. Dean, en particular, estaba totalmente alucinado por lo que acababa de presenciar. No solo la fuerza de la castaña le había sorprendido, sino que verla en acción, llena de confianza y poder, había despertado algo más profundo en él. Sin pensar, murmuró en voz alta, —Joder... eso me ha puesto muchísimo.

El más alto de ellos, aún procesando la batalla, se giró hacia su hermano con una mirada desconcertada. No podía creer lo que Dean acababa de decir, pero antes de que pudiera comentar, la cazadora comenzó a acercarse a ellos con pasos cuidadosos, su respiración todavía un poco agitada por el esfuerzo.

—¿Qué os ha parecido?— preguntó, su voz firme pero con un toque de vulnerabilidad, como si buscara la aprobación de ambos.

El castaño fue el primero en responder, su tono lleno de sinceridad. —Es increíble, Kate. De verdad, te ves muy bien controlando la magia. Estás más fuerte de lo que imaginaba.

—Sí, yo también me he quedado alucinado...—añadió el rubio con una sonrisa pícara—.¿Cuánto has dicho que te falta para que volvamos a la habitación del motel?

Sus palabras estaban cargadas de segundas intenciones, y el brillo en sus ojos era evidente.

Kate no pudo evitar sonreír, sus ojos reflejando una mezcla de satisfacción y diversión al captar el mensaje de Dean. Antes de que la conversación pudiera profundizarse, Crowley se acercó a ellos, un toque de irritación en su expresión.

—Bueno, bueno, vas mejorando— dijo el demonio, chasqueando los dedos una vez más. En un abrir y cerrar de ojos, todos se encontraron de vuelta en la habitación del motel, el bosque desaparecido como si nunca hubiera existido.

—Como sé que no podéis evitar meteros directos a toda la basura que hay por ahí...— empezó el Rey del Infierno—Sólo os pido que no seáis tan estúpidos como para enfrentaros a Dick Roman, es mucho más poderoso de lo que puede parecer.

Con otro chasquido de sus dedos, Crowley desapareció, dejando solo el eco de sus palabras.

Sam, con una mirada de determinación, se dirigió a la puerta. —Voy a reunir toda la información que pueda sobre Dick,— anunció, y con eso, salió de la habitación, dirigiéndose a la suya donde tenía su portátil.

EL NEGOCIO FAMILIAR | (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora