EL NEGOCIO FAMILIAR | (Dean Winchester)

40. FLORIDA!

𝐼 𝑐𝑎𝑛 𝑠𝑒𝑒 𝑦𝑜𝑢 𝑏𝑒𝑖𝑛𝑔 𝑚𝑦 𝑎𝑑𝑖𝑐𝑡𝑖𝑜𝑛
𝑌𝑜𝑢 𝑐𝑎𝑛 𝑠𝑒𝑒 𝑚𝑒 𝑎𝑠 𝑎 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡 𝑚𝑖𝑠𝑠𝑖𝑜𝑛

-𝐼 𝐶𝑎𝑛 𝑆𝑒𝑒 𝑌𝑜𝑢, 𝑇𝑎𝑦𝑙𝑜𝑟 𝑆𝑤𝑖𝑓𝑡-

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Kate se sentó en el porche de la casa, envuelta en la fría brisa nocturna. Su mente seguía repasando las palabras de Lucifer, intentando asimilar lo que había descubierto sobre su familia y su propio pasado. Las estrellas brillaban en el cielo despejado, pero para ella, todo parecía sumido en una niebla de confusión y angustia.

De repente, oyó el crujido de la puerta trasera. El rubio salió al porche, con una expresión de preocupación en su rostro. —¿Estás bien?— preguntó, acercándose a ella con cautela.

Esta suspiró, sin levantar la vista. —No... no estoy bien, Dean. No entiendo nada de esto. Ojalá el Colt hubiera funcionado, ojalá pudiéramos haber acabado con Lucifer.

El cazador se quedó en silencio por un momento, con su mandíbula apretada. —¿Cómo pudiste arriesgar tu vida de esa manera?— dijo finalmente, con su voz llena de enfado contenido. —Sabías lo que Castiel te había dicho, y aun así...

La castaña se levantó de golpe, frunciendo el ceño. —¿En serio, Dean? ¿De verdad me estás echando eso en cara? Ambos sabemos que tú habrías hecho lo mismo en mi lugar.

Dean la miró con los ojos encendidos de rabia y preocupación.—¿Y si hubieras muerto? ¿Qué hubiéramos hecho entonces? ¡Eh!

Kate sostuvo su mirada, la tensión entre ellos era palpable. —Pues habríamos detenido el apocalipsis. Y el resto habría dado igual, porque habríamos salvado a la humanidad.

Dean se quedó mirando a la joven con una mezcla de frustración y desesperación en sus ojos. —Estás muy equivocada. Tu muerte... no me hubiera dado igual en absoluto.

Las palabras del cazador provocaron que la castaña lo mirara sorprendida, por la intensidad de las mismas.

Este continuó —Desde que te conocí, algo en ti me llamó la atención. Tu fuerza, tu valentía... Decidiste ayudarnos a Sam y a mí, sin pensártelo dos veces, metiéndote en toda esta mierda.

Una mirada de cariño se reflejó en el rostro de Dean, suavizando sus rasgos endurecidos por la batalla y la preocupación. —Disfruto teniéndote a mi lado, Kate. Has sido un pilar para mí en medio de todo este caos.— suspiró— Y... te amo. Te amo más de lo que jamás pensé que podría amar a alguien.

Esta intentó ocultar las lágrimas que comenzaban a brotar de sus ojos. No podía creer lo que estaba escuchando, la declaración de amor que Dean le estaba haciendo. Antes de que él pudiera decir algo más, se lanzó a sus brazos, envolviéndolo en un beso apasionado. El rubio no dudó en corresponder, abrazándola con fuerza mientras sus labios se encontraban en un torbellino de emociones reprimidas.

Después de un largo momento, se separaron, ambos respirando con dificultad. Kate miró a Dean a sus ojos verdes, con una sonrisa asomando a través de las lágrimas de emoción. —Yo también te quiero, Dean.

El Winchester mayor sonrió, acariciando suavemente el rostro de la cazadora con su mano.— Menos mal, sino esta situación se hubiera vuelto muy patética e incómoda.— bromeó.

Kate no pudo evitar darle un golpe en el pecho.

—Oye, ¿A qué viene eso?— dijo Dean mostrando una pequeña sonrisa.

—Eso, es por ser tan capullo Winchester— murmuró acercándose a sus labios para darle otro beso.

Ambos continuaron besándose con una intensidad creciente, sin poder quitarse las manos de encima. La pasión los guió hasta la habitación de Kate, donde, sin dejar de besarse fogosamente, esta se separó momentáneamente de Dean. Con una mirada ardiente, se quitó los jeans y la blusa, quedando solo en ropa interior, la cual esta vez era blanca. El rubio la miró con ojos lujuriosos, apreciando cada curva de su cuerpo.